Las inspecciones y controles de los veterinarios oficiales garantizan la seguridad alimentaria y el bienestar animal durante el proceso
La consejera de Sanidad de Canarias conoce de primera mano la labor de los veterinarios del Matadero de Gran Canaria
Las inspecciones y controles de los veterinarios oficiales garantizan la seguridad alimentaria y el bienestar animal durante el proceso
Redacción -
02-04-2024 - 14:47 H - min.
La consejera de Sanidad del Gobierno de Canarias, Esther Monzón; el director general de Salud Pública del Servicio Canario de la Salud, José Díaz-Flores; y la directora del Área de Salud de Gran Canaria, Lidia Mejías; acompañados del gerente del Matadero Insular de Gran Canaria, Agustín González, visitaron esta mañana del 2 de abril el Matadero Insular de Gran Canaria, dependiente del Cabildo de Gran Canaria, en donde desarrollan su labor tres técnicos Inspectores de Salud Pública Veterinarios de forma permanente y uno de refuerzo, pertenecientes al Servicio Canario de la Salud (SCS), encargados de verificar que se cumplen con los requisitos en todos los procesos que se llevan a cabo en esta instalación.
Los inspectores de Salud Pública realizan planes de muestreo e inspección para analizar la presencia de residuos de medicamentos veterinarios, plaguicidas y contaminantes ambientales, según el Plan Nacional de Investigación de Residuos (PNIR); así como la presencia de bacterias que pueden producir enfermedades en el hombre y sus posibles resistencias a antibióticos, entre otros controles veterinarios para combatir las enfermedades que afectan a los animales.
En el ámbito del bienestar animal los veterinarios también comunican a origen si detectan síntomas o lesiones que puedan alertar de problemas en el manejo de animales en la granja o durante el transporte.
Desde la Consejería recuerdan que los mataderos son establecimientos esenciales para controlar la seguridad de la carne de consumo humano y para garantizar el cumplimiento de la normativa de bienestar animal y controlar posibles riesgos para la salud de los consumidores.
Las funciones fundamentales del veterinario oficial son, entre otras, garantizar la seguridad alimentaria, la trazabilidad y los programas de buenas prácticas de higiene y fabricación con la finalidad de evitar que salgan a consumo carnes que puedan suponer un riesgo para la población; así como controlar el estado de sanidad animal de la cabaña ganadera, tanto individual como colectiva, y vigilar el bienestar animal.