Una sentencia pionera gestionada por el servicio de defensa reputacional del Colegio de Veterinarios de Madrid ha condenado a un propietario a indemnizar a un veterinario y a retirar comentarios lesivos contra él de su perfil de Google
Condenado por publicar en Google comentarios lesivos contra un veterinario
Una sentencia pionera gestionada por el servicio de defensa reputacional del Colegio de Veterinarios de Madrid ha condenado a un propietario a indemnizar a un veterinario y a retirar comentarios lesivos contra él de su perfil de Google
Redacción -
02-09-2020 - 16:51 H - min.
En una sentencia pionera en el sector, un juez de Primera Instancia de Madrid ha condenado al propietario de un animal al pago de una indemnización y a eliminar comentarios lesivos publicados en su cuenta de Google, que suponían una intromisión en el honor del veterinario que le atendió.
El Colegio de Veterinarios de Madrid (Colvema) comparte la sentencia, y explica que el veterinario afectado utilizó el servicio de Defensa Reputacional y Reclamación que la institución pone a disposición de sus colegiados.
En el auto el juez permite que el veterinario, si lo estima pertinente, refleje el contenido de la sentencia en su cuenta de Google y además condena al pago de costas del demandado. Según la sentencia, los comentarios sobre mala praxis e insultos que aparecen en la prueba documental, encajan en el artículo 7.7 de la Ley Orgánica 1/1982 de Protección Civil del Derecho al Honor, a la intimidad Personal y Familiar y a la propia imagen.
Este artículo indica que tendrán la consideración de intromisión ilegítima “la imputación de hechos o la manifestación de juicios de valor a través de acciones o expresiones que, de cualquier modo, lesionen la dignidad de otra persona, menoscabando su fama o atentando contra su propia estimación”.
Eso sí, recoge que no toda crítica sobre la actividad laboral o profesional de un individuo constituye una afrenta a su honor personal, pero sí, según el artículo 18.1 de la Constitución, “aquellas que constituyen en el fondo una descalificación personal, al repercutir directamente en su consideración y dignidad individuales, poseyendo un especial relieve aquellas infamias que pongan en duda o menosprecien su probidad o su ética en el desempeño de aquella actividad; lo que, obviamente, dependerá de las circunstancias del caso, de quién, cómo, cuándo y de qué forma se ha cuestionado la valía profesional del ofendido”.
El Colegio de Veterinarios de Madrid, explica que “ante el papel cada vez más relevante que juegan las redes sociales en la sociedad y como consecuencia de la proliferación de descalificaciones profesionales en medios e internet”, puso en marcha desde marzo del año pasado un servicio de defensa y reclamación por actos contra la reputación profesional de sus colegiados.
Dicha reclamación incluye los daños patrimoniales primarios y los daños morales y de imagen que se le causen al colegiado por un menoscabo de su honor profesional, siempre que concurran una serie de condiciones.
La primera es que las imputaciones o juicios de valor se hubieran efectuado a través de cualquier medio de comunicación o a través de internet, incluyendo manifestaciones no veraces y/o expresiones injuriosas o vejatorias.
Asimismo, la segunda condición es que la imputación de los hechos o la manifestación de juicios de valor efectuada hubiera lesionado la dignidad del colegiado, menoscabando su prestigio o atentando contra su propia estimación.
El despacho de abogados de Colvema pone por tanto a disposición del Colegio sus servicios jurídicos para proceder en estos casos, ya sea a través de una reclamación amistosa o mediante reclamación judicial.
Así, a través de una reclamación amistosa, se solicitaría al tercero el cese en la intromisión, así como su rectificación a través del mismo medio en el que efectuó las imputaciones o juicios de valor.
En caso de que el tercero no hubiera cesado y procedido a rectificar su actuación, se interpondría, como en el caso referenciado, la oportuna reclamación judicial en defensa de los intereses del colegiado.
“El Colegio de Veterinarios de Madrid siempre ha defendido, y defenderá, la libertad de expresión y el derecho a la información; pero ambos derechos deben ir íntimamente ligados con la veracidad y el interés general”, manifiesta la entidad.
Es por esto por lo que defiende que “en ningún caso, ni el Colegio ni sus colegiados, deben permitir expresiones insultantes, vejatorias o difamatorias de su actuación profesional, que son una mera lesión de nuestro honor y no una manifestación de la libertad de expresión”.