Madrid ha publicado la licitación del Servicio de análisis para la vigilancia del vector y de los reservorios silvestres transmisores de la leishmaniosis en la Comunidad
La Comunidad de Madrid intensifica la vigilancia de la leishmaniosis y analizará flebótomos, liebres y conejos de la región
Madrid ha publicado la licitación del Servicio de análisis para la vigilancia del vector y de los reservorios silvestres transmisores de la leishmaniosis en la Comunidad
Francisco Ramón López - 04-01-2024 - 10:31 H - min.
La Comunidad de Madrid ha publicado la licitación del Servicio de análisis para la vigilancia del vector y de los reservorios silvestres transmisores de la leishmaniosis en la Comunidad por valor de 57.604,26 euros.
El contrato, que tendrá una duración de 11 meses y que tiene como fecha límite de presentación de ofertas o solicitudes el 12 de enero, tiene como objeto la toma de muestras y realización de las correspondientes pruebas analíticas tanto del vector (flebotomo) como de los reservorios silvestres (liebres y conejos) transmisores de la leishmaniosis para la vigilancia de esta enfermedad en la Comunidad de Madrid.
“Estos análisis deben permitir conocer las preferencias alimentarias y la tasa de infección del flebotomo por Leishmania infantum, así como el grado de parasitación por este tripanosomátido de las liebres y conejos”, explican.
La Comunidad de Madrid explica que la leishmaniosis es una zoonosis grave que afecta en Europa a la mayor parte de los países de la cuenca mediterránea, entre ellos España. Es una enfermedad presente en la mayor parte del territorio peninsular, siendo el parásito causante de la misma Leishmania infantum, el principal reservorio conocido el perro y Phlebotomus perniciosus el principal vector transmisor de esta enfermedad en nuestra región.
Además, recuerdan que la Comunidad se ha visto afectada por un brote de leishmaniosis en algunos municipios del suroeste de la región, “sin precedentes en nuestro entorno, tanto por el número de casos producidos como por sus características epidemiológicas, en el que aspectos ambientales y territoriales, como el cambio en los usos del suelo, la urbanización creciente y la aparición de un nuevo reservorio, se enumeran como factores explicativos”.
Desde el año 2010 en el que se produjeron los primeros casos, hasta la fecha, se han reportado cerca de 800 casos humanos, de los que alrededor del 40% han sido casos viscerales. En Europa nunca se había producido un brote con este elevado número de casos y esto ha supuesto un importante reto para la Comunidad de Madrid.
Se trata de un brote de carácter urbano de gran complejidad, debido a la amplitud del área afectada, fuertemente urbanizada, con una superficie aproximada de unos 125 km2 y una población de más de 500.000 habitantes, en el cinturón urbano del municipio de Madrid.
Se ha producido además un cambio en el modelo epidemiológico de importantes consecuencias para la comprensión de esta enfermedad. Del modelo tradicional que tenía al perro como reservorio principal, se ha pasado a considerar la existencia de un ciclo silvestre en el que los lepóridos (liebres y conejos), aparecen como los principales reservorios, planteando nuevos retos para la gestión.
"El proceso de urbanización de la leishmaniosis que caracteriza al brote de la Comunidad de Madrid constituye un nuevo desafío de grandes implicaciones para la salud pública. Los hallazgos que se han producido en este brote van a servir de base para establecer estrategias de control de esta enfermedad en el futuro, tanto en Europa como en otras regiones del mundo afectadas por esta enfermedad”, señalan.
Gracias a las actuaciones llevadas a cabo de vigilancia y control de la enfermedad en la zona del brote, el número de personas afectadas actualmente está en franco retroceso. Por ello se hace necesario que la vigilancia implantada en la zona del brote, tanto del vector como de los reservorios implicados, se haga extensiva a otras áreas de nuestra región con el fin de minimizar el riesgo de transmisión de esta zoonosis.
“No hay que olvidar que nos enfrentamos a una enfermedad vectorial compleja en la que intervienen varios reservorios difíciles de controlar y un vector con un ciclo biológico especial que dificulta enormemente su control”, concluyen.
Como se mencionaba desde la Comunidad de Madrid, aunque los análisis de este programa de vigilancia se centrarán principalmente en lepóridos, el principal reservorio conocido de la leishmaniosis es el perro. Por ello, el veterinario es una figura clave en la concienciación y prevención de la transmisión de la leishmaniosis a cualquier miembro de la familia.
Precisamente para actualizar a los veterinarios sobre esta relevante enfermedad zoonósica endémica en España, LETI Pharma presentó este año el libro 'La Leishmaniosis', una revisión sobre las últimas novedades sobre el conocimiento de la enfermedad, con especial atención a los aspectos fundamentales de la enfermedad en la especie canina, pero con capítulos dedicados a la enfermedad en humanos, caballos o gatos.
Y es que en países como España la notificación de la leishmaniosis en ocasiones, no se hace tanto como debería, por lo que su incidencia tiende a estar infrarrepresentada.
Sin embargo, brotes como el sucedido en la Comunidad de Madrid recuerdan que la enfermedad sigue presente. En este sentido, Rogelio López-Vélez, coordinador de la Unidad de Referencia Nacional para Enfermedades Tropicales, Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, explicó en un encuentro organizado por LETI Pharma, que este brote de leishmaniosis que tuvo lugar en Fuenlabrada fue el mayor brote de la historia de Europa.
Por ello, el médico apostó, en la línea con el sector veterinario y de la salud animal, por el abordaje ‘One Health’ de la leishmaniosis, apuntando a la necesidad de que médicos y veterinarios pongan en común su conocimiento para hacer frente a la enfermedad.