El aumento del coste de la vida está mermando el poder adquisitivo de los ciudadanos, por lo que es importante tomar medidas preventivas para que el animal esté lo más sano posible, incluyendo visitas periódicas al veterinario
¿Cómo afrontar los gastos veterinarios en la crisis de inflación?
El aumento del coste de la vida está mermando el poder adquisitivo de los ciudadanos, por lo que es importante tomar medidas preventivas para que el animal esté lo más sano posible, incluyendo visitas periódicas al veterinario
Francisco Ramón López -
24-11-2022 - 17:55 H - min.
En estos momentos, España y todo su entorno está viviendo una crisis de inflación en la que los precios de gran cantidad de bienes y servicios están subiendo. Esto afecta al poder adquisitivo de la población a la hora de hacer frente a gastos como los del veterinario.
En España, la tasa anual del índice de precios al consumo (IPC) —valor de referencia para medir la inflación— en octubre fue del 7,3%, lo que supuso la segunda caída consecutiva desde que en agosto superara el 10%.
Sin embargo, hay que apuntar que, a pesar de esta escalada, los precios de los servicios veterinarios en los últimos meses se están manteniendo estables en España, con un IPC de en torno al 3%.
En Reino Unido también están sufriendo una crisis de inflación, aún más pronunciada, si cabe que la española, y en octubre su IPC marcaba un nuevo récord este año, alcanzando el 11,1%. Ante esta situación, el presidente de la Asociación Veterinaria Británica (BVA), Malcom Morley, ha tratado de dar unos consejos para lidiar con los gastos veterinarios.
“La crisis está golpeando fuerte. Las personas y las empresas están luchando a medida que la inflación y el coste de la energía continúan aumentando y los problemas de la cadena de suministro elevan los precios”, admite.
En este sentido, señala que en la BVA empiezan a escuchar a veterinarios preocupados por el impacto que la crisis está comenzando a tener, tanto en el bienestar animal, como en la economía de sus clientes y colegas y en los costes que tienen que hacer frente en sus negocios.
“Es un momento difícil para todos y no está claro cuánto va a durar esta crisis. Por ello, antes de adquirir una mascota, las personas deben considerar seriamente si tienen los recursos disponibles para brindar la atención que necesitará una mascota”, recomienda, y recuerda que “es otra boca que alimentar”.
En el ámbito de la salud, señala que es importante entender que para mantener a un animal saludable y reducir la necesidad de intervención médica, el cuidado preventivo es esencial, porque “como cualquier servicio, acceder al tratamiento médico tiene un coste”.
“Los propietarios de mascotas pueden ayudar a reducir la necesidad de visitas inesperadas al veterinario tomando medidas preventivas. Estas pueden incluir cepillarle los dientes y mantener a la mascota con un peso corporal correcto, evitando que se vuelva obesa”, explica. También considera recomendable asegurarse de que estén socializados adecuadamente y tengan controles veterinarios regulares.
Es por todo esto, por lo que hablar a tiempo con un veterinario sobre cualquier inquietud puede ayudar a evitar situaciones que se agraven. “Retrasar el tratamiento puede resultar en la necesidad de más atención médica, lo que cuesta más dinero y aumenta potencialmente el sufrimiento de la mascota”, advierte.
“Somos conscientes de que, para muchos propietarios de animales, los honorarios del veterinario pueden ser uno de los gastos inesperados más significativos a los que se enfrentan”, añade, por lo que considera que también puede ser recomendable contratar un seguro para evitar imprevistos.
Dicho esto, Morley recuerda que los veterinarios brindan un servicio altamente cualificado y, a diferencia de la sanidad pública, el equipo, los medicamentos y los costes comerciales no se pagan ni se subsidian de ninguna manera.
Asimismo, recuerda que los centros veterinarios necesitan cubrir sus costes para ser financieramente viables. Además, el “aumento vertiginoso de los costes de la energía y el aumento de la inflación también ejercen una presión adicional sobre muchas empresas, y esto incluye los centros veterinarios”.
“La medicina veterinaria es una vocación y los veterinarios, los auxiliares y todos aquellos que trabajan en los centros veterinarios se preocupan profundamente por los animales y siempre ayudarán cuando un animal esté en peligro. Así que, por favor, hable con su clínica si tiene preocupaciones financieras”, concluyen.