Recomiendan la vacunación de personas con exposición laboral directa a animales por la posibilidad de una infección concomitante de virus humano y aviar o porcino
Cantabria recuerda la importancia de que los veterinarios se vacunen ante el riesgo de gripes aviares o porcinas
Recomiendan la vacunación de personas con exposición laboral directa a animales por la posibilidad de una infección concomitante de virus humano y aviar o porcino
Redacción -
20-09-2023 - 14:00 H - min.
El Servicio Cántabro de Salud (SCS) comenzará a partir del próximo 1 de octubre la campaña de vacunación conjunta contra la gripe y el Covid-19 para proteger a las personas con mayor riesgo de presentar complicaciones en caso de padecer ambas enfermedades. La administración de las vacunas se realizará con cita previa en los centros de salud de Atención Primaria.
Como novedad, este año, se ha diseñado una estrategia que favorece la vacunación, puesto que los dos pinchazos se administrarán al tiempo por “optimización y eficacia” y para conseguir la mayor tasa de vacunación posible. Además, por primera vez, Cantabria va a vacunar a los niños de entre 6 y 59 meses de edad de gripe y comenzará la inmunización de los bebes contra el virus respiratorio sincitial (VRS).
El consejero de Salud, César Pascual, acompañado de la directora general de Salud Pública, María Isabel de Frutos, y de la jefa de Servicio de Pediatría de Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, María Jesús Cabero, ha presentado este miércoles 20 de septiembre oficialmente la campaña.
Debido al efecto sinérgico observado entre el virus de la gripe y el SARS-Cov-2, que multiplica por dos el riesgo de muerte en caso de infección, la campaña intentará conseguir el máximo nivel de cobertura vacunal entre la población más vulnerable. Así, durante la primera quincena del mes de octubre, la campaña se volcará en vacunar a las personas internas en centros de discapacidad y residencias de mayores.
El objetivo es reducir la mortalidad y morbilidad asociadas a la gripe estacional y el COVID-19 y el impacto de estas enfermedades sobre la comunidad. Para ello, hay que proteger a las personas más vulnerables, disminuyendo lo máximo posible la incidencia en los grupos diana y contribuyendo también así a reducir el impacto sobre la presión asistencial.
A partir del 15 de octubre, se continuará con la vacunación del resto de la población, especialmente entre las personas mayores, de 60 años o más, personas de cualquier edad con condiciones de riesgo, mujeres embarazadas en cualquier trimestre de gestación, así como personal sanitario y sociosanitario y trabajadores de servicios públicos esenciales, siguiendo las recomendaciones elaboradas por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS).
Se insiste también en aconsejar las vacunas frente a la gripe y el Covid-19 en personas que por su actividad puedan transmitir estas enfermedades como el personal de centros y establecimientos sanitarios y sociosanitarios públicos y privados, así como personas que trabajan en servicios públicos esenciales para la comunidad, entre los que incluye a las fuerzas y cuerpos de seguridad, así como las Fuerzas Armadas, bomberos y servicios de protección civil.
Además de todos los anteriores, se recomienda la vacunación frente a la gripe a las personas fumadoras, a los niños mayores de 6 a 59 meses de edad, así como a la población mayor de 5 años que reciba tratamiento prolongado con ácido acetilsalicílico, por la posibilidad de desarrollar síndrome de Reye tras la gripe.
En el mismo grupo se incluye a quienes tienen un alto riesgo de presentar complicaciones, como trabajadores y estudiantes en prácticas en los centros sanitarios y sociosanitarios y personas con exposición laboral directa a animales o a sus secreciones en granjas o explotaciones avícolas, porcinas o de visones o a fauna silvestre (aves, jabalíes o mustélidos), como ganaderos, veterinarios, trabajadores de granjas, cazadores, ornitólogos, agentes de medioambiente, personal de zoológicos, entre otros, por la posibilidad una infección concomitante de virus humano y aviar o porcino, disminuyendo las opciones de recombinación o intercambio genético entre ambos virus.