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PROFESIONALES

Avances en cardiomiopatía dilatada ayudarán a doberman y humanos

Los resultados de un estudio sobre cardiomiopatía dilatada en los doberman suponen un avance para el tratamiento de la enfermedad en los canes y en las personas

Avances en cardiomiopatía dilatada ayudarán a doberman y humanos

Avances en cardiomiopatía dilatada ayudarán a doberman y humanos

Los resultados de un estudio sobre cardiomiopatía dilatada en los doberman suponen un avance para el tratamiento de la enfermedad en los canes y en las personas

Jorge Jiménez - 08-03-2019 - 12:10 H - min.

Investigadores de las universidades estatales de Carolina del Norte y de Arizona han identificado un gen asociado con la causa común de una enfermedad cardíaca en los doberman. Los hallazgos de la investigación podrían conducir hacia nuevas terapias para perros y humanos.

La cardiomiopatía dilatada es un trastorno cardíaco genético común en los doberman. La enfermedad afecta a la capacidad de contracción del músculo cardíaco, lo que lleva a una insuficiencia cardíaca congestiva o muerte súbita en perros adultos.

Por su parte, los humanos con miocardiopatía dilatada tienen el mismo pronóstico que esta raza de perros, los tratamientos médicos que pueden llegar a alargar la esperanza de vida, aunque la única solución efectiva, a día de hoy, es realizar un trasplante de corazón.

“La gravedad de la enfermedad implica que los criadores y los propietarios de doberman están informados tanto en su prevención como en encontrar tratamientos que alarguen lo máximo posible la esperanza de vida de estos animales”, señala Kate Meurs, decana asociada y directora de programas de posgrado en la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Carolina del Norte, además de ser la autora principal de esta investigación.

Previamente, Meurs había descubierto que una mutación en el gen de la piruvato deshidrogenasa quinasa 4 (PDK4) podría causar miocardiopatía dilatada en los doberman; sin embargo, esa mutación terminó siendo asociada con un número relativamente pequeño de casos.

Posteriormente, cuando Meurs encontró un grupo de doberman con cardiomiopatía dilatada y sin mutación en PDK4, quiso investigar más en profundidad las causas genéticas de la enfermedad.

“Si pudiéramos encontrar la causa, quizá podríamos desarrollar mejores tratamientos que no solo repercutirían en beneficios para perros, sino que ayudarían de igual manera a las personas”, apunta Meurs.

La investigadora y sus compañeros realizaron una secuenciación del genoma completo en el grupo de doberman que no presentaban mutación en PDK4, y analizaron sus microfibras cardíacas bajo un microscopio electrónico. El equipo descubrió que otro gen, llamado “Titin”, era el culpable de la enfermedad en este grupo de perros.

“En los humanos, la causa más común de la cardiomiopatía dilatada suele ser una mutación del gen Titin”, señala Meurs, quien indica que, “este gen es responsable de producir una de las proteínas más grandes tanto en personas como en perros, y está involucrado en la contracción del músculo cardíaco. Esta mutación hace que las microfibras cardíacas se estiren impidiendo al músculo hacer su trabajo correctamente”.

Si bien la participación del gen Titin en la cardiomiopatía dilatada no es un descubrimiento nuevo, encontrar una mutación en el mismo, tanto en doberman como en humanos, abre nuevas vías para posibles tratamientos futuros.

“Ahora sabemos que la mayoría de los casos de doberman y humanos de cardiomiopatía dilatada son causados por una mutación en el gen Titin, lo que significa que los criadores ahora no solo pueden tener una prueba confiable para sus perros, sino que también podemos comenzar a realizar terapias de intervención de forma más temprana”, señaló Meurs. Lo cual significa, según explica la científica, que ahora se puede comprobar verdaderamente la efectividad de las terapias que pueden alargar la vida de esta raza de canes.

“Y esto también beneficia a la medicina humana, ya que se pueden seguir las terapias en un doberman para obtener información en escalas de tiempo mucho más cortas”, destaca la científica.

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