Las reclamaciones a veterinarios buscan compensación económica

El Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid (Colvema) ha celebrado la jornada 'Responsabilidad Civil Profesional: qué documentos de registro debo cumplimentar en mi actividad clínica diaria', a la que han acudido 70 colegiados para informarse sobre cómo afrontar las reclamaciones de sus clientes y contar con los documentos necesarios.

Esta jornada fue inaugurada por la vicepresidenta de Colvema, Ana Pérez, quien explicó que su objetivo es "que los asistentes puedan conocer qué documentos de registro es necesario que los veterinarios cumplimenten en su actividad clínica diaria”.

Según destacó la vicepresidenta, las reclamaciones de los clientes normalmente no van a centrarse en los conocimientos técnicos del veterinario, pero sí que es cierto que el profesional se va a ver en la tesitura de tener que “justificar” su actuación profesional, y para eso es imprescindible tener registros documentados de la actividad profesional.

La vicepresidenta también presentó a Esther Tortuero, vocal responsable de Deontología Profesional en la Junta de Gobierno de Colvema, quien aportó su visión y experiencia al frente de la comisión deontológica, que valora una media de 130 casos anualmente.

Tortuero destacó que, a lo largo de los años, han detectado que hay muchos veterinarios que, a la hora de “escribir” y documentar los casos, son bastante “escuetos” y ello dificulta a veces la labor de la comisión a la hora de valorarlos. En el ámbito de la responsabilidad civil apuntó que la mayoría de los reclamantes no entran a valorar la praxis profesional, "sino que lo que persiguen es la compensación económica". 

"Es fundamental que los veterinarios tengan una serie de documentos y que los guarden al menos 5 años, tal y como dice el código deontológico vigente, que habla, en concreto, del consentimiento informado y el de eutanasia”, añadió.

AUMENTAN LAS RECLAMACIONES

Por su parte, el especialista en peritación Ignacio García explicó las principales herramientas que necesita manejar el veterinario para poder afrontar posibles reclamaciones y defender su correcta praxis profesional.

También expuso que "la conciencia social de nuestros días" establece, en el marco de un estado de derecho, la reclamación de un servicio profesional insatisfactorio como medio para ser resarcido de un daño que, en la conciencia del reclamante, es de justicia.

Sin embargo añadió que la actividad clínica veterinaria "no puede ser considerada resultadista", en tanto que la obligación de todo profesional veterinario es poner al servicio de los  clientes la "plenitud de conocimientos, experiencias y medios", pero sin poder garantizar, en ningún momento, el resultado satisfactorio de la actuación.  

De aquí nacen, indicó, los principales orígenes de las reclamaciones presentes, que año a año, se observa "con preocupación", su incremento.

Este incremento de reclamaciones, explicó, no puede significar en grado alguno la mala preparación, técnica o de medios de los profesionales veterinarios, sino que, en el marco de este estado de derecho, conviven otras causas, como el conocimiento de una póliza de responsabilidad civil y la intencionalidad de ser resueltos los gastos abonados de forma directa por el propietario.

Con esta situación, continuó, nace la necesidad de establecer protocolos de trabajo, con una dirección de prevención de la responsabilidad civil profesional, contando para ello, como principales herramientas, los imprescindibles documentos básicos de registro de la actividad profesional: consentimiento informado, informe de asistencia, informes de ingresos y altas, informe quirúrgico e informe de eutanasia o necropsia, que se definen como las principales herramientas necesarias para defender una actividad profesional, "ética, seria y digna".