Asocian el mal comportamiento de los perros con su muerte prematura

Un equipo de investigadores procedente del Royal Veterinary College (RVC por sus siglas) sostiene que los perros que sufren problemas de comportamiento tienen más probabilidades de morir a una edad temprana.

Para llegar a esta conclusión, los expertos utilizaron datos correspondientes a 250.000 perros del Reino Unido. 1.500 ejemplares murieron antes de llegar a los tres años de edad, de los que a su vez el 33% sufría problemas de comportamiento.

Entre los problemas de comportamiento más comunes que se registraron destacan la agresión (un 54% de los casos) y los accidentes de tráfico (39%), que a su vez se relaciona con el hecho de que este tipo de perros tiendan a alejarse de casa. Pese a todo, lo que los expertos califican de “preocupante” es que tres cuartas partes de los perros (un 76,2%) que sufrían estos problemas de comportamiento fueron sacrificados.

Por otra parte, los expertos encontraron otros factores de riesgo en la muerte prematura de perros con problemas de comportamiento como son la raza, el sexo y el tamaño del animal. De esta manera, los investigadores determinaron que los perros mestizos tienen una probabilidad 1,4 veces mayor de morir a causa de sufrir problemas de comportamiento que aquellos perros que son de raza pura; de igual forma pasa con los ejemplares machos, que son 1,4 veces más propensos que las hembras a morir por esta causa, como también lo son aquellos que pesan más de 40 kg, que tienen el doble de probabilidades que los perros que pesan menos de 10 kg; y finalmente las razas de perro con mayor riesgo de morir por sufrir problemas de comportamiento son el cocker spaniel, el west Highland white terrier, el staffordshire bull terrier y el jack russell.

El profesor Dan O'Neill, uno de los autores del estudio, señala que “aquellos perros con un comportamiento considerado por sus dueños como inaceptable corren el riesgo de que tener una peor calidad de vida, ya sea por sus propias motivaciones emocionales subyacentes, como las que genera el miedo o la ansiedad; o por cómo los propietarios deciden castigar esta conducta, por ejemplo, golpeándolos o usando con ellos collares de descarga eléctrica”, destacando además que una mayor conciencia sobre el alcance que puede tener este problema ayudaría, no solo a reducir el mismo problema, sino mejorar el bienestar de los perros.

Es por ello que los investigadores resaltan la importancia de que los propietarios de perros elijan adecuadamente la raza del animal, que contribuyan a que el perro desarrolle una buena capacidad de socialización desde que es cachorro, y que esta educación del animal no cese pese al hecho de que el perro siga creciendo.