MARTES, 23 de abril 2024

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PROFESIONALES

Advierten que España todavía está en época crítica de virus del Nilo Occidental

La Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental llama a no bajar la guardia ante los escasos focos de fiebre del Nilo Occidental de este verano, ya que aún no ha terminado la temporada

La colaboración entre el personal experto en gestión de plagas y sanidad ambiental y las Administraciones competentes resulta fundamental.
La colaboración entre el personal experto en gestión de plagas y sanidad ambiental y las Administraciones competentes resulta fundamental.

Advierten que España todavía está en época crítica de virus del Nilo Occidental

La Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental llama a no bajar la guardia ante los escasos focos de fiebre del Nilo Occidental de este verano, ya que aún no ha terminado la temporada

Redacción - 21-09-2021 - 11:37 H - min.

El virus del Nilo Occidental, provocado por la picadura del mosquito Culex (género pipiens y perexiguus), presentó una incidencia sin precedentes en nuestro país en 2020 con 77 casos en humanos (56 en Sevilla, 15 en Cádiz y 6 en Badajoz), ocho de los cuales fallecieron.

Este año la incidencia ha disminuido sustancialmente a consecuencia, entre otros factores, de la colaboración mantenida entre el sector de la gestión de plagas y la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, que a comienzos del mes de marzo publicó un Programa de Vigilancia y Control Integral de Vectores de la Fiebre del Nilo Occidental con la finalidad de vigilar y eliminar las poblaciones de estos mosquitos en la zona de influencia del brote y así controlar el riesgo de enfermedad neurológica por este virus en humanos.

El conocimiento de las empresas de gestión de plagas y sanidad ambiental ha permitido evaluar diferentes situaciones sobre el terreno ante posibles brotes del virus del Nilo Occidental y, al mismo tiempo, sus profesionales han dotado de los conocimientos y habilidades necesarias al personal de la Administración encargado de esta labor. 

Jorge Galván Rodríguez, director general de Anecpla, lo tiene claro. “En una situación como la provocada por el virus del Nilo Occidental, la colaboración entre el personal experto en gestión de plagas y sanidad ambiental y las Administraciones competentes resulta fundamental si queremos eliminar riesgos potenciales y reales para las personas”, defiende.

Asimismo, Galván detalla estas actuaciones mientras añade: "No podemos dejar de lado en ningún caso, normas preventivas tales como la limpieza de criaderos de mosquitos, domésticos y peridomésticos, es decir, aquellos que permanecen en aguas estancadas, albercas, tanques o cualquier recipiente al aire libre que pueda acumular agua".

"Por nuestra parte, desde Anecpla continuaremos realizando campañas de información a la población con la recomendación de medidas para la eliminación de focos domésticos y protección personal de la vivienda”, señala Galván.

Con todo, el director general de Anecpla, alerta de que “hay que tener en cuenta, que, aunque el tratamiento está resultando muy efectivo, no podemos relajar las medidas, ya que las intensas lluvias que se están produciendo y las temperaturas hacen que aún nos encontremos en una época crítica, y no podemos relajar las medidas para asegurar el éxito de las intervenciones. Tendremos que esperar al final de la campaña para evaluar definitivamente los resultados”.

Según el Servicio de Vigilancia Epidemiológica, no hay transmisión de persona a persona, sino solo por picadura del mosquito, por ello las medidas de prevención de la infección en humanos se deben centrar en evitar las picaduras, empleando todas las medidas necesarias, como colocar telas mosquiteras en ventanas y puertas, así como intentar no permanecer al aire libre entre el atardecer y el amanecer.

Si bien es cierto que en el resto del territorio español el virus todavía no se ha detectado —con la consiguiente reducción del riesgo—, no es descartable que pueda llegar a circular en otras áreas. Por ello, desde Anecpla recomiendan no bajar la guardia, especialmente en los meses de mayor actividad del vector —de abril a noviembre—, y especialmente durante el verano y principios de otoño.

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