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Advierten del riesgo de mosquitos vectores resistentes a insecticidas

Investigadores españoles advierten en un estudio del riesgo de que mosquitos vectores de enfermedades puedan desarrollar resistencia a los insecticidas, y llaman a realizar una vigilancia entomológica continua

Ejemplar de mosquito común (Cullex pipiens), cuyas poblaciones en Cataluña son resistentes a los cuatro tipos de insecticidas permitidos por la OMS.
Ejemplar de mosquito común (Cullex pipiens), cuyas poblaciones en Cataluña son resistentes a los cuatro tipos de insecticidas permitidos por la OMS.

Advierten del riesgo de mosquitos vectores resistentes a insecticidas

Investigadores españoles advierten en un estudio del riesgo de que mosquitos vectores de enfermedades puedan desarrollar resistencia a los insecticidas, y llaman a realizar una vigilancia entomológica continua

Redacción - 16-07-2019 - 14:18 H - min.

Muchos mosquitos de la familia de los culícidos, como los mosquitos de los géneros Culex y Aedes, son los responsables de la transmisión de enfermedades globales como la fiebre del dengue, del Zika, del chikungunya y la fiebre del virus del Nilo occidental. Recientemente, en un estudio publicado por investigadores españoles se advierte del riesgo de que estos mosquitos vectores desarrollen resistencia a los insecticidas, y se llama a una vigilancia entomológica continua.

Según indican desde el Centro de Investigación en Sanidad Animal (IRTA-CReSA), la medida más efectiva de controlar los mosquitos vectores de enfermedades es vigilar y eliminar sus lugares de cría. Sin embargo, cuando se produce un brote epidémico de alguna de estas enfermedades en una región, zona o ciudad, puede ser necesario aplicar insecticidas en aerosol o spray para erradicar los mosquitos adultos de la zona y frenar o evitar la propagación de la enfermedad.

RIESGO DE RESISTENCIA

Las aplicaciones de estos productos en una zona exterior sólo se realizan en casos extremos, ya que los insecticidas, además de matar a los mosquitos que interesan, también pueden afectar a otras especies de insectos que son beneficiosas para el medio ambiente si no se utilizan correctamente. Por otra parte, no deja de ser un producto nocivo para las personas, por lo que estos tratamientos se hacen en condiciones altamente controladas.

Actualmente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) permite el uso de cuatro tipos de insecticidas para eliminar los mosquitos en caso de brotes epidémicos: los piretroides (permetrina, deltametrina y cihalotrina), los carbamatos (bendiocarb y propoxur), los organofosfatos (pirimifos-metil) y los organoclorados (DDT).

Este último, actualmente no está en uso en la Unión Europea, por eso sólo se utiliza en espacios interiores y principalmente en el control de la malaria. Algunos de estos insecticidas también son conocidos en otros ámbitos del control de insectos, por ejemplo, en el control de plagas agrícolas, plagas urbanas o en los humanos en el caso de la pediculosis, provocada por los piojos. En el caso de los mosquitos, los insecticidas que más se utilizan son los piretroides.

Sin embargo, cuando se utilizan los insecticidas hay un riesgo muy elevado de que los animales desarrollen resistencias a estos productos con el paso del tiempo, y esto puede suponer un problema importante para la salud pública, apuntan desde el IRTA-CReSA.

INSECTOS RESISTENTES

Las resistencias se producen cuando una población de insectos adquiere la capacidad de tolerar una dosis de un producto que, originalmente, era letal para la población del insecto. Actualmente, se desconocen cuáles son las dosis exactas que hacen que las diferentes especies o géneros de mosquitos se vuelvan resistentes a algunos insecticidas.

Recientemente, un estudio en el que han participado investigadores de la línea de investigación de arbovirus y artrópodos del IRTA-CReSA, del Servicio de Control de Mosquitos del Baix Llobregat y el Instituto de Salud Global (ISGlobal) con colaboración internacional, ha estudiado las resistencias a los insecticidas de diferentes poblaciones de mosquitos presentes en Cataluña.

  • GALERIA

    Las diferentes zonas de Cataluña donde se han estudiado las poblaciones de mosquitos

Durante 5 años, los investigadores han recogido muestras de mosquitos de las especies Culex pipiens, Aedes albopictus y Aedes caspius, de diferentes puntos de Cataluña. El estudio, publicado en la revista PLOS ONE, demuestra que los piretroides son los insecticidas más efectivos para eliminar el mosquito tigre, pero en cambio no lo son para el mosquito común (Culex pipiens). De hecho, se ha demostrado que las poblaciones de mosquito común de Cataluña son resistentes a los cuatro tipos de insecticidas permitidos actualmente.

Los experimentos se hicieron con muestras de 100 individuos por cada insecticida y especie. Los que tenían una mortalidad del 98 al 100% al cabo de 24 horas de haber sido expuestos a los insecticidas se consideraron susceptibles. Los que tenían una mortalidad del 90 al 97%, ya se consideraban como sospechosos resistentes. Por último, si la mortalidad era más baja del 90%, se podía confirmar que aquella población era resistente.

VIGILANCIA ENTOMOLÓGICA

Uno de los resultados más destacados fue que todas las poblaciones analizadas de mosquito común eran resistentes a, como mínimo, uno de los piretroides probados. Además, eran fuertemente resistentes al DDT, a pesar de que este insecticida no se utiliza desde los años 70. En el caso del organofosforado probado en el experimento, el resultado fue aún más sorprendente, ya que se demostró que el mosquito común es casi insensible a este producto.

Estos resultados refuerzan la idea de que en casos de brotes epidémicos el mosquito tigre se puede controlar de manera efectiva con los piretroides. De hecho, la Unión Europea recomienda exclusivamente el uso de este insecticida en ámbitos locales y regionales. En el caso del mosquito común, la situación es más complicada, ya que no hay más productos insecticidas efectivos para esta especie.

Por ello, los autores del estudio explican que habrá que desarrollar estrategias de gestión teniendo en cuenta las resistencias a los insecticidas y la posibilidad de que aparezcan en otras especies de mosquitos vectores de enfermedades. Todo ello, también requiere una vigilancia entomológica continua para estudiar la dinámica de las poblaciones de mosquitos presentes en Cataluña y seguir estudiando su susceptibilidad a los diferentes insecticidas.

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