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PROFESIONALES

200 años de la muerte del primer veterinario español

En 2019 se cumplen 200 años de la muerte de Bernardo Rodríguez Marinas, el primer español en terminar los estudios de veterinaria, que falleció en Valladolid el 29 de noviembre de 1819

Bernardo Rodríguez Marinas atendió durante su carrera a los caballos de la Real Caballeriza de Carlos III.
Bernardo Rodríguez Marinas atendió durante su carrera a los caballos de la Real Caballeriza de Carlos III.

200 años de la muerte del primer veterinario español

En 2019 se cumplen 200 años de la muerte de Bernardo Rodríguez Marinas, el primer español en terminar los estudios de veterinaria, que falleció en Valladolid el 29 de noviembre de 1819

Francisco Ramón López - 25-11-2019 - 18:00 H - min.

El 29 de marzo de 1819 falleció Bernardo Rodríguez Marinas, el primer español en terminar los estudios de veterinaria en la Escuela de Veterinaria de Alfort, en Francia, gracias al apoyo del duque de Medina Sidonia y a una pensión otorgada por el rey Carlos III.

El doctor en Farmacia y Veterinaria y miembro de la Asociación Madrileña de Historia de la Veterinaria, Ángel Salvador Velasco, explica la trayectoria de este albéitar, prácticamente desconocido, en un artículo de la revista Información Veterinaria.

Velasco, que es también miembro de la Real Academia de Ciencias Veterinarias de España dedicará una conferencia a Rodríguez el mismo día 29 a las 19 horas en el salón de actos del Colegio de Veterinarios de Valladolid, que lleva su nombre, pues era natural de la ciudad.

“La filiación personal y la actividad profesional de Bernardo Rodríguez han estado siempre rodeadas de una nebulosa, apenas se contaba con datos. Debido a ello, la historiografía veterinaria ha recurrido a tildarlo como personaje perseguido y silenciado”, explica Velasco.

La carrera de Rodríguez comienza cuando en 1776  por recomendación del duque de Medina Sidonia, que en ese momento era Caballerizo mayor en la Real Caballeriza de Carlos III, jura su plaza como Ayuda de Herrador de Caminos tras ejercer 2 años extraoficialmente.

Su ingreso en la Escuela de Veterinaria de Alfort se produce en enero de 1777, a punto de cumplir 28 años. Concluye sus estudios en julio de 1780, obteniendo “brillantes calificaciones y valoración personal”.

En enero de 1779 se produce un hecho que influye directamente sobre su futuro profesional, el fallecimiento del Duque de Medina Sidonia, su protector.

LA PRIMERA ESCUELA DE VETERINARIA

Bernardo Rodríguez ejerció como veterinario desde noviembre de 1780, ocupándose de la asistencia clínica y herrado de los caballos más preciados del rey Carlos III, misión que siguió desempeñando para Carlos IV y Fernando VII, actividad que compaginó con su cargo de alcalde examinador en el Real Tribunal del Protoalbeitarato.

Rodríguez trató durante su carrera de promover su candidatura a la dirección de la futura Escuela de Veterinaria que se estaba planeando abrir en España. De hecho, Velasco señala que en 1784  el veterinario elaboró un resumen de reglamento para una Escuela de Veterinaria que remitió al Conde de Floridablanca, primer Secretario de Estado, pero que finalmente fue denegada por un equipo de tres expertos.

Entre julio de 1788 y marzo de 1789 Rodríguez publica cuatro artículos en el Diario de Madrid y dos en el Correo de Madrid defendiendo sus puntos de vista en la futura Escuela de Veterinaria, siempre contestados por sus contrincantes, entre ellos Segismundo Malats, que terminaría siendo director de la Escuela de Veterinaria de Madrid.

El Consejo de Castilla volvió en 1790 a convocar a los tres expertos que denegaron el reglamento de Rodríguez cuatro años antes, pero ahora su misión era evaluar, junto a la propuesta de Rodríguez, los planes de otros veterinarios, como el de Segismundo Malats e Hipólito Estévez, o el de Alonso de Rus.

Finalmente, el aprobado fue el Plan de Malats y Estévez, por lo que significó el punto y final de las polémicas suscitadas en la prensa y la constatación de que Bernardo Rodríguez, aunque fuera el primer veterinario español, no ejercería como director de la primera Escuela de Veterinaria de España.

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