DOMINGO, 22 de junio 2025

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PROFESIONALES

“Los veterinarios tenemos que cambiar, no podemos tolerarlo todo”

La Unión Sindical Veterinaria de Madrid pide a los veterinarios clínicos unión para mejorar su situación, y advierte de que el futuro convenio será “de mínimos” y “no solucionará todos los problemas”

Usvema trató diversos temas referentes al trabajo de los veterinarios, como el convenio o algunas necesidades específicas como el apoyo durante las guardias para levantar animales de mucho peso.
Usvema trató diversos temas referentes al trabajo de los veterinarios, como el convenio o algunas necesidades específicas como el apoyo durante las guardias para levantar animales de mucho peso.

“Los veterinarios tenemos que cambiar, no podemos tolerarlo todo”

La Unión Sindical Veterinaria de Madrid pide a los veterinarios clínicos unión para mejorar su situación, y advierte de que el futuro convenio será “de mínimos” y “no solucionará todos los problemas”

Francisco Ramón López - 26-03-2019 - 14:00 H - min.

Claudia González, secretaria general de Unión Sindical Veterinaria de Madrid (Usvema) participó el pasado 22 de marzo en el Aula Veterinaria de la Feria Iberzoo+Propet para presentar su proyecto a los que no lo conocían y pedir que el sector se una y deje atrás la pasividad.

Así, durante una ponencia a la que acudió Animal’s Health, afirmó que la única forma de acabar con la precariedad laboral que se vive en el sector de las clínicas es la unión sindical y la movilización.

“Tenemos que dejar de ser tan individualistas y trabajar por la profesión en conjunto”, exhortó la secretaria general a los escasos veterinarios asistentes, tras lo que pidió también la colaboración de los empresarios, haciendo referencia a los representantes de CEVE, la patronal de las clínicas, que se encontraban entre el público. “Hay nula comunicación entre empresarios y asalariados, es como si existiera una barrera”, lamentó.

González hizo también referencia a otros problemas a los que se enfrenta la veterinaria en su conjunto, como la pérdida de competencias frente a otras profesiones, pues “ramas veterinarias que antes eran una institución”, ahora están perdiendo terreno ante nuevas carreras como la Ingeniería Agrónoma,  o por otras como la biología.

También señaló la baja estima social de los veterinarios. “Somos una profesión con doble cara: nos quieren mucho porque es muy bonito y cuidamos a los animales, pero por otro lado nos dicen que somos muy caros o que no deberíamos cobrar por nuestro trabajo”, criticó.

LOS SINDICATOS MAYORITARIOS NO CONOCEN EL SECTOR

Sobre el convenio que se está fraguando, Usvema admitió que no están en la mesa de negociación — formada por CEVE, como representante de la patronal, y CCOO, UGT y el sindicato gallego CIG, como sindicatos representativos— por lo que no cuentan con información de primera mano.

González explicó en este punto que esto se debe a la baja sindicalización del colectivo veterinario y apuntó que en conversaciones con algunos de estos sindicatos, sus representantes reconocían “no tener ni idea” de los problemas de la profesión cuando empezaron a negociar. “Al final están porque es su obligación”, aclara.

Para paliar esto, un grupo de trabajo nacional impulsado por Usvema desarrolló un documento realizado a partir de una encuesta a la que respondieron 1.500 veterinarios y 260 ATV, que contenía las principales preocupaciones del sector, y los puntos principales sobre los que se consideraba necesario negociar.

La secretaria general admitió que UGT ha sido más receptiva, pues en una primera reunión en agosto de 2018 le entregaron el documento y tienen constancia de que lo han leído. Sin embargo, la relación con CCOO, con el que se reunieron el 17 de enero de 2019, ha sido peor. De hecho, el encuentro tuvo que ser concertado a través de un burofax, pues no respondían a sus mensajes. “Ni se han leído las líneas rojas ni nada de lo que les hemos mandado”, lamenta Claudia.

En las reuniones, se debatieron los principales puntos de preocupación, en el que destacaban la prevención de riesgos laborales. A pesar de esto, el pasado 21 de febrero se presentó una Proposición no de ley (PNL) para instaurar una norma estatal y obligatoria que protegiera a los profesionales sanitarios  de los medicamentos considerados como peligrosos, que UGT redactó junto a SATSE y el PSOE, y en la que no se incluyó a los veterinarios.

“Las personas que lo firmaron estuvieron cara a cara con nosotros diciéndonos que nos preocupaban mucho nuestros riesgos laborales, y la realidad es que a la hora de la verdad ha vuelto a pasar lo de siempre y nos han dejado fuera”, criticó la secretaria de Usvema.

Otros de los temas sobre los que se hablaron fueron la conciliación familiar, la organización razonable de los descansos para evitar situaciones como entrar a primera hora después de haber realizado una guardia nocturna, la disponibilidad telefónica, las horas extras y las complementarias.

También hicieron mucho hincapié en las urgencias en solitario, por los problemas que puede llegar a generar en los casos de los recién licenciados con poca experiencia, o por la necesidad de apoyo para realizar muchas de las tareas que contempla la labor clínica, como levantar a animales de mucho peso.

EL CONVENIO ES SOLO UNA BASE

Una vez explicado esto, aunque defendió la necesidad de un convenio, al menos como base para seguir evolucionando, pidió a los veterinarios que rebajen sus expectativas, pues los primeros convenios son de mínimos y no son efectivos a la hora de combatir injusticias que se presentan en la profesión.

”Los veterinarios tenemos que cambiar nuestra forma de ser, no todo vale, hay cosas que tenemos que empezar a no tolerar”, afirmó, y aseguró que un convenio “no cambia la vida”, aunque admite que las personas en situaciones más precarias sí que podrían salir beneficiadas, pero recuerda que va a ser un convenio básico, por lo que a buena parte de la profesiónno le va a afectar en nada”.

De hecho, en el caso de las personas que cobran el mínimo interprofesional y el resto en negro, cuando se establezca su categoría laboral, pasará  a cobrar más sobre el papel, por lo que aumentará su cotización y perderá poder adquisitivo, algo parecido ocurrirá con los falsos autónomos, que probablemente perderán sus pluses por antigüedad y empezarán de cero.

Por todo esto, recuerda que las movilizaciones muchas veces funcionan y, aunque, admite que el poder de “paralización” que puede tener una huelga de veterinarios clínicos no es igual que el de otras profesiones, realizan labores muy importantes a la hora de tratar animales de compañía, que para muchos son directamente familiares, por lo que este sería uno de los caminos a seguir para seguir mejorando las condiciones laborales de la profesión.

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