La Organización Mundial de Sanidad Animal destaca la importancia de utilizar únicamente vacunas contra la peste porcina africana con eficacia y seguridad probadas y que hayan sido sujetas a evaluación y aprobación regulatoria
La OMSA advierte del peligro de las vacunas de peste porcina africana que incumplen los estándares de calidad y seguridad
La Organización Mundial de Sanidad Animal destaca la importancia de utilizar únicamente vacunas contra la peste porcina africana con eficacia y seguridad probadas y que hayan sido sujetas a evaluación y aprobación regulatoria
Francisco Ramón López - 18-10-2023 - 10:51 H - min.
La continua propagación de la peste porcina africana (PPA) es motivo de preocupación para la industria porcina a escala mundial, ya que ninguna región queda indemne. Durante muchos años, la falta de vacuna o de tratamiento eficaz ha hecho que el control de la enfermedad sea un gran desafío.
La comunidad de investigadores ha estado trabajando para desarrollar una vacuna eficaz y los recientes anuncios de vacunas vivas modificadas que se están aprobando o testando en algunos países han generado esperanzas sobre la disponibilidad de nuevas herramientas eficaces para contener la actual epidemia de peste porcina africana. Muchos países están interesados en utilizar estas vacunas candidatas para ayudar a controlar los brotes en curso en su territorio.
En este contexto, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) destaca la importancia de utilizar únicamente vacunas de calidad contra la peste porcina africana con eficacia y seguridad probadas y que hayan sido sujetas a evaluación y aprobación regulatoria de acuerdo con los estándares internacionales de la OMSA.
Desde la organización, advierten que el uso de vacunas que no cumplen con la normativa y de mala calidad puede no conferir ninguna protección contra la peste porcina africana y se puede correr el riesgo de propagar virus vacunales que podrían provocar enfermedades agudas o crónicas.
Además, estos virus vacunales también podrían recombinarse con cepas de campo para generar nuevas cepas que podrían evadir la detección y provocar infecciones agudas, crónicas y persistentes de PPA en las granjas.
Independientemente de la eficacia de la vacuna, la OMSA defiende que los programas de vacunación deben implementarse como parte de una estrategia integral de prevención y control, que debe incluir otras medidas de control importantes, como una estricta bioseguridad, medidas de importación y controles de movimiento.
“La vacunación, si se utiliza, debe realizarse conforme a un programa de vacunación bien diseñado que tenga en cuenta, entre otros factores, la epidemiología local de la enfermedad, los objetivos previstos de la vacunación y la idoneidad y sostenibilidad de los recursos técnicos, financieros y humanos pertinentes”, apuntan.
En este sentido, explican que siempre deben incluir vigilancia y seguimiento posvacunación, así como una estrategia de salida para el cese de la vacunación, como se menciona en las normas internacionales de la OMSA sobre vacunación.
Convencida del valor añadido que tendría el reconocimiento internacional de vacunas de alta calidad, la OMSA afirma que está siguiendo el progreso de varios candidatos a vacunas contra la peste porcina africana en distintas etapas de desarrollo.
“Algunos países han aprobado o están realizando ensayos de campo para el uso de candidatas a vacunas vivas modificadas contra el genotipo II de la peste porcina africana. En el informe de septiembre de 2023 de la Comisión de Normas Biológicas de la OMSA se propuso un nuevo proyecto de norma para la producción de vacunas seguras y eficaces contra la peste porcina africana”, explican.
Por último, concluyen que la OMSA insta a los fabricantes de vacunas y a los miembros a considerar estos proyectos de normas al desarrollar y evaluar candidatas a vacunas contra la peste porcina africana para su aprobación regulatoria y a proporcionar sus comentarios.