Españoles asocian el estrés y el estado inmunológico de los cerdos analizando su saliva

Un equipo de investigadores españoles, con participación de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Murcia (UMU), ha publicado un estudio, cuya publicación definitiva está pendiente, en la revista Frontiers in Veterinary Science que analiza la conexión entre el estrés y el estado inmunitario de los cerdos, con el desarrollo de un primer panel analítico salival para la diferenciación de enfermedades.

Concretamente, el artículo científico analiza la asociación entre el estrés y las activaciones de la respuesta inmunitaria en diferentes enfermedades, basándose en la analítica salival. Es decir, en el estudio de la saliva de los cerdos.

Los investigadores realizaron un primer intento de discriminación entre enfermedades mediante el análisis de componentes principales. La analítica salival consistió en la medición de indicadores de estrés psicosocial (cortisol y alfa-amilasa salival), de marcadores inmunitarios innatos (proteínas de fase aguda: proteína C reactiva y haptoglobina) y adaptativos (adenosina deaminasa, Cu y Zn) y de parámetros de estrés oxidativo (capacidad antioxidante y estado oxidativo).

En el estudio, un total de 107 cerdos con destino comercial en crecimiento se dividieron en seis grupos según los signos de enfermedad tras el correspondiente examen clínico veterinario. Concretamente, los animales se dividieron en cerdos sanos, cerdos con prolapso rectal, lesiones de mordedura de cola, diarrea, cojera o disnea.

En este sentido, “se observaron asociaciones entre el estrés y los marcadores inmunitarios con diferentes intensidades. Se observaron asociaciones más altas entre los marcadores de estrés oxidativo y los marcadores inmunitarios adaptativos”, apuntan los investigadores.

Por otra parte, se observaron asociaciones moderadas entre los marcadores de estrés psicosocial y los marcadores inmunitarios innatos y adaptativos. Todas las condiciones patológicas mostraron diferencias estadísticamente significativas en al menos 4 de los 11 marcadores salivales estudiados, sin que ningún marcador individual estuviera desregulado en todas las enfermedades.

Además, cada condición patológica mostró diferencias en el grado de activación de los sistemas analizados, lo que podría utilizarse para crear diferentes perfiles salivales, según señalan en el estudio. Así, mediante el análisis de aprendizaje automático se seleccionaron un total de dos dimensiones para explicar el 48,3% de la varianza de los datos.

“Todavía hay margen de mejora, pero estos resultados preliminares mostraron un gran potencial para la detección y caracterización de enfermedades utilizando perfiles de biomarcadores salivales en un futuro próximo”, concluye el estudio.