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El coronavirus porcino muestra potencial para propagarse a los humanos

Un nuevo estudio sugiere que los humanos podrían ser susceptibles al coronavirus del síndrome de diarrea aguda porcina y apunta al remdesivir como un posible método de tratamiento

El estudio indica que una amplia gama de células de mamíferos, incluidas las células intestinales y pulmonares humanas primarias, son susceptibles a la infección por SADS-CoV.
El estudio indica que una amplia gama de células de mamíferos, incluidas las células intestinales y pulmonares humanas primarias, son susceptibles a la infección por SADS-CoV.

El coronavirus porcino muestra potencial para propagarse a los humanos

Un nuevo estudio sugiere que los humanos podrían ser susceptibles al coronavirus del síndrome de diarrea aguda porcina y apunta al remdesivir como un posible método de tratamiento

Redacción - 14-10-2020 - 10:27 H - min.

Una nueva investigación de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill sugiere que una cepa de coronavirus que recientemente ha alarmado a la industria porcina puede tener el potencial de propagarse también a los humanos.

La cepa de coronavirus, conocida como coronavirus del síndrome de diarrea aguda porcina (SADS-CoV), surgió de los murciélagos y ha infectado piaras de cerdos en toda China desde que se descubrió por primera vez en 2016. Los brotes de esta enfermedad tienen el potencial de causar estragos económicos en muchos países  que dependen de la industria porcina. 

La amenaza potencial del virus para las personas se demostró en pruebas de laboratorio, donde se pudo ver que podría replicarse de manera eficiente en las vías respiratorias humanas y las células intestinales. Los hallazgos se publicaron el 12 de octubre en la revista PNAS.

Aunque pertenece a la misma familia de virus que el betacoronavirus SARS-CoV-2, que causa la enfermedad respiratoria Covid-19 en humanos, el SADS-CoV es un alfacoronavirus que causa enfermedad gastrointestinal en los cerdos. El virus causa diarrea y vómitos graves y ha sido especialmente mortal para los lechones jóvenes. 

El SADS-COV también es distinto de dos alfacoronavirus del resfriado común circulantes en humanos, HCoV-229E y HCoV-NL63.

“Si bien muchos investigadores se centran en el potencial emergente de los betacoronavirus como el SARS y el MERS, en realidad los alfacoronavirus pueden resultar ser preocupaciones igualmente prominentes, si no mayores, para la salud humana, dado su potencial para saltar rápidamente entre especies”, asegura Ralph Baric, profesor de epidemiología en UNC-Chapel Hill Gillings School of Global Public Health.

LOS HUMANOS NO HAN DESARROLLADO INMUNIDAD AL SADS-CoV

Aunque no se tiene constancia de que SADS-CoV afecte a los humanos, la pandemia de Covid-19 sirve como un poderoso recordatorio de que muchas cepas de coronavirus que se encuentran en animales también tienen el potencial de infectar a los humanos, un efecto conocido como derrame.

El laboratorio de Baric trabajó con Caitlin Edwards, especialista en investigación y estudiante de maestría en salud pública en la UNC-Chapel Hill, en el estudio que sugiere que los humanos pueden ser susceptibles al derrame de SADS-CoV. 

Edwards, el primer autor del estudio, probó varios tipos de células infectándolas con una forma sintética de SADS-CoV para comprender cómo de alto podría ser el riesgo de infección entre especies.

La evidencia del estudio indica que una amplia gama de células de mamíferos, incluidas las células intestinales y pulmonares humanas primarias, son susceptibles a la infección. Según Edwards, SADS-CoV muestra una mayor tasa de crecimiento en las células intestinales que se encuentran en el intestino humano, a diferencia del SARS-CoV-2, que infecta principalmente las células pulmonares.

La inmunidad colectiva de protección cruzada a menudo evita que los humanos contraigan muchos coronavirus que se encuentran en los animales. Sin embargo, los resultados de las pruebas realizadas por Edwards y su equipo sugieren que los humanos aún no han desarrollado tal inmunidad al SADS-CoV.

“SADS-CoV se deriva de los coronavirus de murciélago llamados HKU2, que es un grupo heterogéneo de virus con distribución mundial”, apunta Edwards. “Es imposible predecir si este virus, o una cepa de murciélago HKU2 estrechamente relacionada, podría surgir e infectar poblaciones humanas. Sin embargo, la amplia gama de huéspedes de SADS-CoV, junto con la capacidad de replicarse en células primarias de pulmón y entéricas humanas, demuestra un riesgo potencial de eventos de emergencia futuros en poblaciones humanas y animales”, explica.

EL REMDESIVIR, TRATAMIENTO POTENCIAL CONTRA EL SADS-CoV

En respuesta a estos hallazgos, Edwards y sus colegas probaron el remdesivir antiviral de amplio espectro como un posible método de tratamiento para la infección. 

En colaboración con Gilead Sciences, el laboratorio de Baric desarrolló remdesivir para combatir todos los coronavirus conocidos, incluido el SADS-CoV. Actualmente se utiliza para tratar las infecciones por Covid-19 en humanos. Los resultados preliminares de este estudio muestran que tiene una fuerte actividad contra SADS-CoV, aunque Edwards advierte que se necesitan más pruebas en tipos de células adicionales y en animales para confirmar estos hallazgos.

“Los datos prometedores con remdesivir proporcionan una opción de tratamiento potencial en el caso de que este coronavirus salte a humanos”, señala Edwards. “Recomendamos que tanto los trabajadores porcinos como la población porcina sean monitoreados continuamente para detectar indicios de infecciones por SADS-CoV para prevenir brotes y pérdidas económicas masivas”, indica.

“No es sorprendente que actualmente estemos buscando socios para investigar el potencial de los candidatos a vacunas SADS-CoV para proteger a los cerdos”, apunta Baric. “Si bien la vigilancia y la separación temprana de los lechones infectados de las cerdas brindan la oportunidad de mitigar brotes más grandes y el potencial de contagio a los humanos, las vacunas pueden ser clave para limitar la propagación global y los eventos de emergencia humana en el futuro”, concluye el investigador.

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