Víctor Lorido, veterinario y recientemente elegido alcalde de Santa Eulalia de Oscos en representación del PSOE, gobernará este municipio asturiano sin oposición
Un veterinario será alcalde de un municipio asturiano sin oposición
Víctor Lorido, veterinario y recientemente elegido alcalde de Santa Eulalia de Oscos en representación del PSOE, gobernará este municipio asturiano sin oposición
Javier López Villajos - 29-05-2019 - 14:55 H - min.
El veterinario Víctor Lorido, cabeza de lista por el PSOE a la alcaldía de Santa Eulalia de Oscos, gobernará este municipio asturiano sin oposición tras obtener una mayoría absoluta en las últimas elecciones municipales.
Lorido, que lleva en la política municipal desde 2008, se estrena como alcalde, junto a un equipo de Gobierno compuesto principalmente por ganaderos, gracias al apoyo de 230 de los 284 vecinos que forman el municipio asturiano, lo que se traduce en un apoyo del 83,64% en las últimas elecciones municipales.
De esta forma, este veterinario se convierte en uno de los alcaldes más votados de Asturias, consiguiendo la totalidad de los concejales de la corporación municipal, que en este caso son siete.
“Tuvimos un apoyo muy grande y ahora tenemos una responsabilidad proporcional, por lo que debemos trabajar para lograr la confianza de todos los vecinos”, señala Lorido en declaraciones recogidas por medios como La Nueva España.
El veterinario detalla que su victoria, aparte de ser la primera del PSOE en el concejo municipal desde 2003 y también la única candidatura real tras la abstención de Marcos Niño de optar a la reelección con una candidatura independiente, está motivada por la unión de los pocos vecinos que van quedando en los pueblos.
“Nuestro reto es mantener lo que hay y buscar fórmulas para que la gente quiera quedarse y venga a Santa Eulalia”, apunta Lorido, consciente de que el despoblamiento será uno de sus principales caballos de batalla en su Gobierno.
Tal y como declara a El Comercio, Lorido compatibilizará su trabajo de veterinario con el puesto de alcalde, “como hicieron mis predecesores antes, sin necesidad de delegar competencias”.