El director general de Derechos de los Animales, José Ramón Becerra, destaca que los veterinarios serán fundamentales para que el desarrollo de la normativa se haga con los mayores consensos técnicos y científicos posibles
“El papel de los veterinarios en el desarrollo de la normativa de protección de los animales tiene que ser fundamental”
El director general de Derechos de los Animales, José Ramón Becerra, destaca que los veterinarios serán fundamentales para que el desarrollo de la normativa se haga con los mayores consensos técnicos y científicos posibles
Jorge Jiménez - 24-01-2024 - 14:43 H - min.
A finales del mes de diciembre de 2023 se conocía el nombramiento de José Ramón Becerra como nuevo director general de Derechos de los Animales, que sustituía a Sergio García Torres tras anunciar su cese al frente de la institución.
De esta manera, Pablo Bustinduy, ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, confiaba así en Becerra, ingeniero de formación, que en el pasado fue el encargado de poner en marcha el Proyecto de Ley de Protección de los Animales de Euskadi cuando fue parlamentario de Berdeak-Verdes EQUO en el Parlamento Vasco.
A pesar de haber desembarcado hace solo unas pocas semanas en la Dirección General, Becerra ya se ha puesto manos a la obra para tratar de conocer a fondo el trabajo anteriormente realizado en Derechos de los Animales y ha comenzado una ronda de contactos con asociaciones y organizaciones del sector.
Con el arranque de año y toda una legislatura por delante, el nuevo director ha querido conceder una entrevista a Animal’s Health en la sede del Ministerio de Derechos Sociales para explicar cuál va a ser el plan de actuación durante su mandato al frente de Derechos de los Animales.
Becerra confiesa que la propuesta para ser nombrado director general le llegó de forma “inesperada” y de la mano de la secretaria de Estado de Derechos Sociales, Rosa Martínez. “Después, cuando me entrevisté con el ministro, lo único que me dijo es que teníamos que trabajar para ensanchar derechos en el país, y uno en el que teníamos que trabajar era en el de los animales que conviven con las personas”, explica.
El director general asegura que es “un honor” ser el encargado de dirigir Derechos de los Animales, pero a su vez señala que supone todo un reto el cometido que tiene por delante, tanto a nivel profesional como personal, dado el sacrificio y el cambio que supone dar el salto de la política autonómica en el País Vasco a la nacional. “Pasar a formar parte del Gobierno es otro mundo”, remarca.
Y es que, Becerra ha desarrollado su carrera política en el País Vasco, donde en el año 2016 comenzó a dar sus primeros pasos en el Parlamento autonómico, donde pondría en marcha la Ley de Protección de los Animales de Euskadi. “Fue ahí donde adquirí el bagaje que me permite ahora estar en esta Dirección”, recuerda.
En cuanto a la protección de los animales, Becerra asegura que la sociedad española está concienciada con este asunto y considera que está preparada para proteger mejor a los animales con los que convive.
Y es que, recuerda que más de la mitad de los hogares españoles conviven con un animal de compañía, lo que significa, para el director general que “la inmensa mayoría de esos hogares quieren a sus animales, los estiman, los protegen, los defienden”.
Para Becerra, una de las cuestiones que más le preocupa como director general es el abandono de animales. “Creo que ahora mismo el abandono es la principal lacra a la que tenemos que hacer frente, no sólo desde el Gobierno de España, sino también desde todas las instituciones”, destaca.
Eso sí, puntualiza que el abandono no es solamente de animales de compañía como pueden ser perros y gatos, aunque es lo que más se ve porque el número de estos animales que conviven en las ciudades y pueblos “es enorme”.
En este sentido, recuerda que también se somete a un cierto abandono a otros tipos de animales como los silvestres en cautividad, o animales que han sido de producción o renta y que, sin embargo, dejan de serlo y automáticamente pasan a otro estatus.
Para solucionar este problema y otras muchas situaciones a las que se tenga que enfrentar durante la legislatura, Becerra asegura que su pilar fundamental será buscar el mayor consenso posible.
“Mi forma de ejercer la política no es tanto de acusar, sino de intentar poner soluciones, es más conciliadora”, subraya el director general, y destaca que ante los temas “difíciles de abordar” el “ruido” que se pueda generar no ayuda.
Por ello, se ofrece a escuchar las diferentes posiciones. “Tenemos que conseguir un mayor consenso en torno a la protección de los animales en España, porque estoy seguro de que con todos los colectivos con los que me puedo sentar encontraré siempre puntos en común”, afirma esperanzado.
Entre los retos que le esperan como director general, Becerra apunta especialmente al desarrollo de los reglamentos de la Ley de Bienestar Animal y adelanta que la idea que tiene el equipo de la Dirección General es no tener un único reglamento de desarrollo, sino desarrollar la ley en varios documentos normativos.
“Una vez que tengamos el calendario, se lo haremos saber a todos los agentes y procuraremos cumplirlo. Vamos a intentar trabajar ágilmente, pero al mismo tiempo dando prioridad a conseguir consensos”, indica.
Este hecho, explica, “no quiere decir que se vayan a producir retrasos, pero si hubiese retrasos derivados de mejorar el consenso con el que salen las normas, bienvenidos sean”.
Y es que, afirma que a lo largo de la tramitación reglamentaria, desde Derechos de los Animales, tratarán de que, si la ley mostraba carencias, lagunas, errores o defectos de forma, los pulirán para que al final el panorama legislativo que quede en España sea lo más completo y lo más coherente posible.
Respecto a las posibles lagunas de la ley, o las fricciones que esta ha provocado entre diferentes grupos de la sociedad, Becerra defiende que “era una buena ley”, aunque entiende que cuando se promovió se debatiera sobre si el contenido “era mejor o peor”. Además, achaca el revuelo que se originó al hecho de que la ley nació en un momento político en el que “la polarización y la confrontación políticas estaban en máximos”, al final de la anterior legislatura.
En cuanto al rumbo que tomará la Dirección General bajo su mando, Becerra adelanta que ahora la institución se encuentra en un momento diferente a la de su antecesor García Torres.
“En la anterior legislatura se hizo un trabajo enorme para poner en marcha la Dirección General. Hay una plantilla de personas que forman parte de la Dirección muy valiosa, muy implicada en los objetivos y que han hecho un trabajo muy bueno”, asegura.
No obstante, ahora señala que la Dirección está en una fase más avanzada. “Ya no se trata de lanzar la Dirección General, ni de aprobar una ley, estamos en un momento en el que hay que consolidar los avances que se han conseguido”, destaca, subrayando que las líneas de trabajo que va a implementar van a diferir ligeramente de las de la anterior Dirección.
Sobre la ronda de contactos que ha tenido con algunas asociaciones y organizaciones del sector de la salud y el bienestar animal, el director general explica que con todos los que se ha reunido tienen la expectativa de que las lagunas o carencias que pueda tener la ley, tal y como salió del Congreso de los Diputados, se puedan solventar con el desarrollo reglamentario.
“De ahí la importancia de que ese desarrollo reglamentario se lleve a cabo con un proceso de escucha y participación lo más amplio posible”, insiste Becerra.
Un desarrollo normativo en el que el director general afirma que los veterinarios tendrán un importante papel. “El papel del colectivo veterinario en el desarrollo de la normativa de protección de los animales tiene que ser fundamental”, destaca.
Y es que, asegura que los veterinarios son los que tienen el conocimiento técnico necesario y la experiencia del día a día con el contacto con los animales de compañía y con los titulares de las mascotas.
“Por lo tanto, sí, el papel de todos los colectivos va a ser relevante, yo creo que el del colectivo veterinario es fundamental para que el desarrollo de la normativa de protección animal se haga con los mayores consensos técnicos y científicos posibles”, concluye Becerra.