El Tribunal de Cuentas Europeo vela por el bienestar animal

El pasado noviembre, el Tribunal de Cuentas Europeo (TCE) publicaba su informe ‘Bienestar animal en la UE: reducir la diferencia entre unos objetivos ambiciosos y su aplicación práctica’ en el que examinaba el bienestar de los animales de granja y la aplicación general de la última estrategia de la UE, centrándose en lograr el cumplimiento de las normas mínimas y optimizar las sinergias con la Política Agraria Común (PAC).

En dicho informe, el Tribunal concluyó que las medidas de la UE para mejorar el bienestar animal fueron eficaces en algunos ámbitos, pero siguen existiendo insuficiencias en el cumplimiento de los requisitos mínimos. “Puede mejorarse la coordinación con los controles de condicionalidad y los recursos financieros de la PAC podrían utilizarse mejor para promover normas de bienestar animal más estrictas”, comentan.

A pesar de lo dicho, el TCE considera que algunas medidas para que los estados miembros se adhirieran, como las coercitivas, han tenido éxito en ámbitos importantes, principalmente en la estabulación en grupo de las cerdas y en la prohibición de jaulas no acondicionadas que no permiten a las gallinas ponedoras expresar su comportamiento natural.

Sin embargo, señalaban que seguían existiendo insuficiencias en algunos aspectos relacionados con cuestiones de bienestar en la explotación —en particular, el raboteo de los cerdos—, y durante el transporte y el sacrificio, donde aún han registrado muertes sin aturdimiento o con técnicas ineficaces.

Además, señalaban que los estados miembros que visitó el Tribunal tardaron mucho en aplicar algunas de las recomendaciones formuladas por la Comisión Europea a raíz de sus auditorías.

REFERENTE  MUNDIAL

Cinco meses después del informe, el miembro del Tribunal de Cuentas Europeo Janusz Wojciechowski ha comentado, en la revista de la asociación ‘Eurogroup for animals’, que la Unión Europea (UE) sigue siendo un referente mundial en bienestar animal en las explotaciones, aunque admite que siguen existiendo retos.

“El mayor desafío al que se enfrenta la UE se relaciona con el proceso de transformación industrial que vive la ganadería donde los sistemas de cría tradicionales se están dejando atrás”, señala.

En este sentido apunta que, cada vez más, en las granjas intensivas, cuanto mayor es la densidad de la población, mayores son las ganancias, algo que transforma en un reto satisfacer las necesidades de bienestar animal. “Es por eso que un sistema de control efectivo que garantice la aplicación consistente de los estándares es tan importante”, afirma.

En cuanto a la PAC, Wojciechowski aboga por que los pagos estén condicionados al cumplimiento de la normativa y pide a los estados miembros que mejoren la comunicación entre las autoridades responsables de las inspecciones oficiales de bienestar animal y los responsables de los controles de la PAC para que se establezca un “cumplimiento cruzado”.

Asimismo, considera necesario que los pagos de la PAC también sean mayores en las granjas que cumplan los estándares. “Si los pagos de bienestar animal están bien promovidos y tienen claros efectos positivos, es probable que más estados miembros los incluyan en sus programas de desarrollo rural”, apunta.

En cuanto a si barajan algún informe cercano, el auditor ha apuntado que, a pesar de que el tema es una preocupación importante en el barómetro europeo, en estos momentos tienen otros temas en consideración para su trabajo en el futuro.