Tras la reunión mantenida con los veterinarios del País Vasco, el Gobierno regional les ha comunicado su decisión de mantener la vacunación antirrábica como voluntaria en Euskadi
El Gobierno Vasco rechaza la vacunación obligatoria contra la rabia
Tras la reunión mantenida con los veterinarios del País Vasco, el Gobierno regional les ha comunicado su decisión de mantener la vacunación antirrábica como voluntaria en Euskadi
Redacción - 13-12-2019 - 23:55 H - min.
Como adelantó en primicia Animal’s Health, las sensaciones tras la reunión mantenida entre los veterinarios vascos y el Gobierno Vasco para abordar la posibilidad de implantar la obligatoriedad de la vacunación contra la rabia en perros no habían sido positivas.
Esta reunión técnica se producía coincidiendo con la sospecha de un caso de rabia humana importado de un hombre en Vizcaya que había sido mordido por un gato durante su estancia en Marruecos. Tan solo un día después de esta reunión con los veterinarios, el Departamento de Salud del País Vasco recibía la confirmación del caso por parte del Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III. El hombre fallecía en el Hospital Universitario de Cruces (Bizkaia) en el que permanecía ingresado.
A pesar de los acontecimientos, finalmente, el Gobierno regional no variará su postura y mantendrá a Euskadi como una de las únicas tres comunidades autónomas en las que la vacuna contra la rabia en los perros todavía no es obligatoria.
Así se lo han comunicado al Consejo de Veterinarios del País Vasco, que han recibido la noticia con preocupación, ya que sostienen que el riesgo de que se produzcan nuevos casos de rabia importada es real.
Asi, desde el Consejo defienden que mantener una situación de voluntariedad en la vacunación, no permitiría aplicar de forma eficaz el Plan de Contingencia, según directrices internacionales.
“Un nuevo posible caso, nos obligaría a tomar como única medida la eutanasia de cualquier animal que hubiera estado en contacto con el posible foco” advierten.
En este sentido, señalan que “dejar la eutanasia como único arma de contención ante una enfermedad mortal, en el casi 100% de los casos, nos parece erróneo”.