El Congreso acoge un día clave para el futuro legal de las mascotas

Este martes se ha debatido en el Congreso de los Diputados la reforma del Código Civil que permitirá acabar con la “cosificación” de los animales y sean, por tanto, considerados seres vivos.

Esta iniciativa ha corrido a cargo del Grupo Parlamentario Popular, y fue apoyada por todos los grupos. Concretamente, el diputado popular Avelino Barrionuevo presentó en el Congreso en 2017 una proposición de ley para modificar el Código Civil del siglo XIX ya que “la sociedad va evolucionando y hay que adaptarlo a la realidad social, y hacerlo más moderno”, explicaba Barrionuevo a Animal’s Health.

Con esta iniciativa, el diputado afirma que “pretendemos que los animales domésticos dejen de ser considerados como cosas en nuestro Código Civil, que dejen de ser bienes muebles y recoja la realidad de considerarlos como seres vivos dotados de sensibilidad y, por tanto, serán sujetos de derechos bajo la protección de las leyes”

Y es que, Barrionuevo tras presenciar un “episodio trágico” en la protectora Parque Animal en Torremolinos, Málaga, vio la necesidad de introducir "en nuestro código penal un subtipo agravado para incrementar la pena del maltrato, sobre todo en supuestos como el de este caso, que se dio con carácter masivo y por una persona que se supone era garante de la custodia y bienestar de esos animales”.

¿QUÉ ASPECTOS SE DEBATEN EN EL CONGRESO?

Además del cambio de estatus jurídico ya mencionado, también se modificará la Ley Hipotecaria y la Ley de Enjuiciamiento Civil.

En lo que se refiere a la Ley hipotecaria, los préstamos no podrán comprender a los animales domésticos, ni tampoco podrán ser sujetos de embargo cuando así lo sea la vivienda.

En cuanto a la modificación de la Ley de Enjuiciamiento Civil, implicará que, tras un divorcio, se haga una asignación de custodia de la mascota en la que prime el bienestar del animal.

Por último, se negocian otros aspectos como la regulación de la guarda y custodia del animal por parte de terceros, incluyendo los gastos que puede suponer la manutención del animal, la posibilidad de que quien encuentre a un animal abandonado se pueda quedar con él temporalmente si existe recelo de posible maltrato, o el destino del animal en caso de muerte de su dueño, entre otros.