Ayuntamientos y veterinarios, en desacuerdo ante los registros de ADN

El registro del AND canino es una nueva tendencia que poco a poco los ayuntamientos de España van implantando en sus municipios. En localidades como Meco (Madrid) o Xátiva (Valencia) ya está implantada esta medida, Málaga ha sido una de las primeras grandes ciudades en imponer esto como obligatorio, mientra que en Madrid, Manuela Carmena ya ha planteado una medida en este sentido.

Esta tendencia ha provocado disparidad de opiniones, según comenta Lisardo Morán, oficial mayor del Colegio de Veterinarios de Málaga, en declaraciones para Animal's Health, el Diario de la Salud Animal. Mientras que algunos no han dado su opinión del tema, otros opinan que es una buena medida frente a otros que dicen que no hace falta otro sistema identificativo, ya que con el microchip es suficiente.

Morán enfatiza en la idea de que esta medida no sirve únicamente para detectar aquellas personas que no recogen los excrementos de sus perros. El problema está en que con lo único que se han quedado las personas es que va a servir para multar a los dueños de los canes, pero en realidad “este nuevo sistema es un complemento al sistema oficial que es el microchip”, defiende Morán. “También es una medida que evita el abandono de perros, las camadas no deseadas y que se les extraiga a los perros el microchip cuando son abandonados”, añade.

El Colegio de Veterinarios de Madrid (COLVEMA) manifestó en un informe en el año 2016 la negativa a esta propuesta. El Colegio resalta los inconvenientes económicos que supone para los bolsillos de los propietarios y también destaca que la gestión de animales extraviados supondría un proceso más largo. Además, también afirma que el sistema de identificación actual mediante un microchip ha generado beneficios para las mascotas y propietarios y que la tasa de abandono de animales se ha reducido de una gran manera.

Otros problemas que se podrían manifestar serían que habría que cambiar la normativa en la ordenanza municipal correspondiente, ya que los veterinarios no están obligados en un principio a colaborar para realizar dichas pruebas y que la actual base de datos no valdría ya que habría que crear una por municipio.

En el caso del Colegio de Veterinarios de Zaragoza uno de los problemas más importantes es el coste de dicha prueba que podría ascender hasta los 50€ y no los 10€ o 15€ que dice el Ayuntamiento de la localidad. Además, también recalca que para recoger células en las heces para identificar a qué animal pertenecen, éstas tendrían que ser frescas, y que en verano con el calor es bastante inviable que ocurra. En un principio el Colegio “no veía necesario” el cambio en la normativa pero ante el acuerdo político harán lo mejor posible su labor, según recoge El Heraldo a finales de este enero.

Un grupo de veterinarios en Cádiz manifestó al Colegio de Veterinarios de la ciudad en 2016 su rechazo ante esta medida ya que “hay dudas científicas, jurídico-técnicas y profesionales para la implantación del proyecto”, recoge la Organización Colegial Veterinaria Española. Además, el comunicado también se recalca que el Ayuntamiento de Jerez no ha tenido en cuenta la opinión de los veterinarios ni de los Colegios profesionales veterinarios ante la implantación del ADN canino.