MARTES, 19 de marzo 2024

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OPINIÓN

¿Qué información nos da la etiqueta del alimento para mascotas?

¿Qué información nos da la etiqueta del alimento para mascotas?

¿Qué información nos da la etiqueta del alimento para mascotas?

Cecilia Villaverde - 21-12-2020 - 10:00 H - min.

BVSc, PhD, DACVN y DECVCN

La etiqueta del alimento para mascotas es un documento legal, regulado por la Unión Europea (UE) y los estados miembros. La FEDIAF (federación europea de fabricantes de alimento para mascotas) ha escrito una guía de buenas prácticas de etiquetado, ratificada por la UE, que tiene un buen resumen de los requerimientos legales.

La información que debe incluirse en el etiquetado por tanto está claramente definida, e incluye información obligatoria y voluntaria. En todos los casos debe estar en el idioma oficial del país y ser información clara, verificable y no debe llevar a engaño o confusión en el consumidor.

Información obligatoria

La etiqueta debe especificar si es un alimento completo (que aporta todos los nutrientes necesarios y puede usarse como la única fuente de alimento) o complementario para la especie y etapa fisiológica de destino. Los alimentos complementarios no pueden usarse como fuente única de alimentación y se refieren principalmente a premios y golosinas, aunque también cubren suplementos minerales y leche maternizada en polvo.

La empresa fabricante tiene la responsabilidad de asegurar que el alimento aporta la energía y todos los nutrientes necesarios en las cantidades y proporciones correctas para definirse como completo. El etiquetado también debe especificar las instrucciones de uso, principalmente la cantidad diaria a alimentar según el peso del animal, pero también condiciones de almacenaje. En el caso de alimento seco, debe especificar la necesidad de asegurar aporte constante de agua fresca y limpia, ya que el alimento seco no puede cubrir por si solo las necesidades hídricas.

La composición del alimento incluye la lista de materias primas utilizadas, en orden descendiente de inclusión según su peso fresco. Las materias primas se pueden declarar por su nombre individual o por categorías. Ejemplos de categorías incluyen “carnes y subproductos animales”, “aceites y grasas” y “cereales”, entre otros. Esta práctica, al no comunicar el ingrediente especifico, puede dificultar realizar una historia dietética adecuada en pacientes donde se sospeche de reacciones adversas al alimento, aunque la empresa debe aportar esta información si se requiere por el consumidor.

La cantidad de inclusión no es de declaración obligatoria, salvo que se haga una alegación en el etiquetado (por ejemplo “con pollo y arroz”). Los aditivos usados deben ser autorizados por la UE y no todos son de declaración obligatoria. En alimentos completos, los aditivos nutricionales de declaración obligatoria son aquellos con un nivel máximo legal: vitamina D y minerales traza. Se debe declarar la cantidad añadida, que no tiene por qué coincidir con la cantidad final en el producto, ya que esta puede afectarse también por la cantidad de nutriente aportado por los ingredientes y por procesado.

Los componentes analíticos de declaración obligatoria son la proteína bruta, grasa bruta, fibra bruta y cenizas. La humedad solo es de declaración obligatoria si es >14%.  La concentración de otros nutrientes puede incluirse de forma voluntaria o si se hace una alegación de nutriente (por ejemplo “con calcio para huesos fuertes”).

Finalmente, el etiquetado debe dar información de contacto del distribuidor e incluir herramientas de trazabilidad (como el número de lote), además del peso neto y la fecha de durabilidad mínima.

Información voluntaria 

La información voluntaria incluye imágenes, iconos, logos, fotos y alegaciones, además de componentes analíticos o aditivos que la empresa distribuidora considere adecuadas. Las alegaciones son aquellas comunicaciones que resaltan aspectos del producto. Estas se pueden clasificar en varios tipos y deben ser claras, no engañosas y verificables. Si se hacen alegaciones de contenido referente a ingredientes, su porcentaje de inclusión se debe incluir en el apartado de composición. Si se hacen alegaciones de nutrientes, su contenido final en el alimento debe declararse en los componentes analíticos.

¿Cómo interpretar esta información?

Es igual de importante conocer lo que aporta el etiquetado como lo que no aporta. Específicamente, la información nutricional del etiquetado es muy limitada y no es útil por si sola para comparar la calidad nutricional (valor nutritivo y seguridad) entre productos.

Los componentes analíticos solo dan la concentración de dos nutrientes esenciales (proteína y grasa), y perros y gatos necesitan alrededor de 40 de ellos. Además, estos valores solo indican la cantidad y no otros aspectos importantes; por ejemplo, no importa la cantidad de proteína aportada, si esta no aporta los aminoácidos esenciales o es poco digestible, el aporte proteico va a ser insuficiente. Mas aún, existen limitaciones importantes de los componentes analíticos: no se aporta el contenido en carbohidratos digestibles y la fibra bruta subestima, a veces de forma marcada, el contenido en fibra dietética total.

El contenido en energía del alimento tampoco es de declaración obligatoria. Aunque las instrucciones de uso dan recomendaciones sobre la cantidad diaria a alimentar, estas están basadas en fórmulas que pueden tener un alto error individual y solo son un punto de inicio.

La otra fuente de información nutricional, la composición (materias primas), también tiene limitaciones. El nombre del ingrediente (o de la categoría) no refleja la concentración, digestibilidad y biodisponibilidad de los nutrientes que aporta. Por ejemplo, el uso de harinas de carne o proteínas deshidratadas o subproductos no significa que el alimento que los incluye sea de peor calidad que aquellos que incluyen carne fresca. Las harinas animales se obtienen tras el procesado térmico de carne (o subproductos), lo que resulta en un producto sanitario y más concentrado en proteína, y su calidad va a depender del material original y del efecto del procesado.

Los subproductos son simplemente aquellos ingredientes que no son el objetivo principal de la industria. Por ejemplo, la pulpa de remolacha y el salvado de trigo son subproductos de las industrias azucarera y repostería, respectivamente. En la industria cárnica, el producto principal es el musculo esquelético y los subproductos incluyen vísceras o gelatina y, en alimentos para mascotas, tienen el mismo origen que los destinados a consumo humano. Los subproductos pueden ser ingredientes de alta calidad, con nutrientes biodisponibles, en ocasiones más densos en nutrientes que la carne. El uso de estos subproductos y harinas en la alimentación para mascotas, además de ser buenas fuentes de nutrientes y energía, permite reducir el gasto e impacto medioambiental de la industria ganadera. En todos los casos, la empresa fabricante debe asegurar la calidad de todas las materias primas, tanto productos como subproductos.

La posición del ingrediente en la lista tampoco refleja el valor nutritivo del alimento. En primer lugar, el orden se determina por el peso en fresco: ingredientes de humedad elevada pueden estar los primeros en la lista de ingredientes, pero aportar un porcentaje reducido de nutrientes.  En segundo lugar, el contenido nutricional y biodisponibilidad final del producto no depende solo de un ingrediente, si no de su combinación y del efecto del procesado, y esto no es necesariamente mejor o peor si el primer ingrediente en la lista es un cereal o una carne.

La descripción del producto es la parte del etiquetado que aporta más información respecto a la adecuación nutricional del alimento: completo o no, especie de destino y etapa fisiológica que cubre. El resto de información puede ser útil en situaciones específicas, donde se desean evitar ciertos ingredientes o controlar el aporte de macronutrientes. Los datos de trazabilidad son esenciales en casos donde se sospeche un problema asociado a la dieta. Finalmente, el método de contacto con la empresa distribuidora o fabricante es importante para que el consumidor, incluyendo el equipo veterinario, pueda obtener información relevante que no se encuentra en el etiquetado.

 

Lecturas recomendadas

FEDIAF, Código de buenas prácticas en el etiquetado de alimentos para animales de compañía

WSAVA, Interpretar Etiquetas de Alimentos, UE 

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