La proteína hidrolizada como respuesta a las reacciones adversas al alimento
Gemma Baciero - 11-11-2024 - 19:14 H - min.
Veterinaria, Acreditada en Nutrición por AVEPA, Comunicación Científica Royal Canin
Las dietas basadas en proteína hidrolizada han demostrado ser una herramienta útil y eficaz tanto en el diagnóstico y como en el manejo de las reacciones adversas al alimento (RAA).
La reacción alérgica se produce como consecuencia de la liberación de histamina de los mastocitos previamente sensibilizados y que provoca una respuesta inflamatoria provocando signos dermatológicos, respiratorios, gastrointestinales o una combinación de estos. Para que esto tenga lugar, se requiere la unión de dos secuencias de aminoácidos de la misma proteína a dos IgE situadas en la superficie del mastocito y se relaciona normalmente con glucoproteínas hidrosolubles de 10 a 70 kilodaltons de tamaño. Las proteínas más frecuentemente implicadas en los perros afectados son las de ternera, lácteos, pollo y trigo y en el gato, los alérgenos alimentarios más reportados son las proteínas de ternera, pescado y pollo1.
El manejo de las RAA se basa en la elección de la dieta más adecuada. Las opciones disponibles son: por un lado, las dietas con proteína seleccionada (proteína novel) que pueden ser caseras o comerciales, y por otro, las dietas basadas en proteína hidrolizada.
Las primeras, se basan en la elección de una proteína a la que el animal no haya estado expuesto anteriormente, aunque últimamente esta recomendación empieza a estar en desuso debido a que los alimentos comerciales de las distintas marcas utilizan multitud de fuentes de proteína, con lo que es difícil encontrar una fuente proteína realmente nueva.
La proteína hidrolizada se obtiene tras un proceso de hidrólisis enzimática, que consiste en la división de la proteína en péptidos más pequeños. Como consecuencia de la disminución del tamaño de las proteínas se reducen las probabilidades de que se produzca la unión con dos IgE y que se libere histamina del mastocito2. Por otro lado, la gran digestibilidad de estos péptidos también reduce el tiempo de permanencia en el intestino, haciendo que la posibilidad de reacciones alérgicas o intolerancias sea mínima.
Además, las dietas hipoalergénicas basadas en proteína hidrolizada deben tener en cuenta otros factores, como son el control y limpieza en todo el proceso de fabricación para evitar una contaminación con antígenos alimentarios indeseados. Por tanto, para evaluar la eficacia de estas dietas debe valorarse el producto final, y no únicamente las proteínas hidrolizadas utilizadas.
La probabilidad de una respuesta alérgica disminuye con estas dietas basadas en proteína hidrolizada, consiguiéndose excelentes resultados en un 90-95% de los casos. Sin embargo, una reacción alérgica todavía es posible en un pequeño porcentaje y para estos casos se han desarrollado las dietas basadas en proteína extensamente hidrolizada. Las diferencias con las dietas de proteína hidrolizada “clásicas” se refieren tanto al grado de hidrólisis de la proteína como a la selección del resto de sus componentes y a las medidas higiénicas y de control llevadas a cabo durante su producción. Respecto al grado de hidrólisis de estas dietas, la fuente de proteína se somete a una hidrólisis extrema y su peso molecular es inferior a 1 kD del que el 88 % está constituido por aminoácidos libres. En cuanto a la selección de los componentes no proteicos, es recomendable que estas dietas incluyan una única fuente de hidratos de carbono y que esté purificada, es decir, que no contenga ningún resto de proteína. Por otro lado, es necesario tomar medidas de control exhaustivo a lo largo de todo el proceso de producción, desde limpieza de toda la línea de producción, hasta análisis de las materias primas y control del producto final, mediante PCR, para garantizar que no ha habido contaminación en todo el proceso.
Por todo esto, las dietas basadas en proteína extensamente hidrolizada tienen un potencial alérgeno muy bajo, convirtiéndolas en las de elección en el diagnóstico de las RAA. Algunos autores siempre han optado por las dietas caseras para realizar la prueba de eliminación de alimentos argumentando que podían elegir los ingredientes a medida de cada caso y las consideraban más fiables. Sin embargo, estudios recientes han demostrado que la fiabilidad de estas dietas de proteína extensamente hidrolizada es la misma que la de las dietas caseras3. Por otro lado, el coste económico es incluso más bajo que el de las dietas preparadas en casa4, lo que las hace ser la dieta de elección en el diagnóstico.