Un nuevo tiempo para la Veterinaria
Juan Antonio Vicente Báez -
08-07-2019 - 14:44 H - min.
Presidente del Colegio de Veterinarios de Cáceres
La precariedad laboral y económica es una amenaza muy real para el ejercicio de la Veterinaria, es cierto que a lo largo de la historia nos hemos enfrentado a etapas aún más críticas y hemos conseguido salir fortalecidos, pero, los veterinarios no podemos dormirnos en los laureles si queremos recuperar la posición social que la profesión se merece; por eso, en esta lucha hay que apostar por la visibilización social de la profesión en todos sus campos.
Otro gran enemigo contra el que hay que actuar es el ostracismo al que nos vemos sometidos por parte de las administraciones nacionales, especialmente en el ámbito de la Sanidad, donde parece que se ha olvidado que la prevención en materia de salud pública es la mejor herramienta para hacer viable nuestro modelo sanitario. En ese campo la Veterinaria ha jugado, juega y debe seguir jugando un papel estelar, como se ha demostrado en los últimos doscientos años con la labor desarrollada por nuestros compañeros para preservar a la población humana de los peligros de la vida animal y medioambiental
Ante esta situación el primer paso es unir nuestras fuerzas, hay que ser conscientes de que en las próximas elecciones del Consejo General nos jugamos más de lo que pueda parecer y por eso debemos apostar por un proyecto de futuro que consiga adaptar la institución al siglo XXI.
Las 11 personas que formen la próxima Junta Ejecutiva no pueden hacer todo el trabajo ellas solas, su misión es integrar a la profesión dentro del Consejo General, esto se puede conseguir con comisiones en las que estén presentes los profesionales más destacados de cada campo y en las que también participen de forma activa las asociaciones, sindicatos y sociedades profesionales. La voz del consejo tiene que liderarnos a todos, fijar las metas que estamos persiguiendo, pero, a su vez debe estar en contacto real con las necesidades y problemas de los veterinarios.
La modernización del Consejo tiene muchos frentes, pero, pasa necesariamente por la digitalización, el fortalecimiento del servicio jurídico para defender nuestros intereses, también hay que apostar por una organización más participativa, establecer los medios necesarios para que las demandas de los compañeros sean escuchadas y conocer los problemas reales que se presentan en el día a día. Asímismo debemos buscar una mayor visibilidad social de la profesión veterinaria con una defensa contundente de nuestras funciones con argumentos técnicos, científicos y jurídicos.
En este camino que el Consejo General puede abrir con todas las medidas que se pongan en marcha, también hay que tener muy presente a la Universidad, no podemos vivir más tiempo alejados del ámbito académico, es aquí donde se están formando a los profesionales del futuro y por ese motivo debemos unirnos a los decanos para frenar la tendencia de incremento masivo en el número de facultades, además, de intentar participar activamente en los planes de estudio para adaptarlos a las necesidades reales, presentes y futuras de la profesión. En este sentido, para alcanzar la excelencia profesional hay que apostar por la especialización, no en vano las competencias y salidas profesionales de la Veterinaria son muy amplias.
En definitiva, una profesión no puede ser fuerte si no cuenta con el respaldo de la mayoría de sus miembros, por eso, el próximo 12 de julio es una fecha determinante y puede ser el comienzo de un nuevo tiempo para la Veterinaria.