DOMINGO, 18 de mayo 2025

DOM, 18/5/2025

OPINIÓN

Los estudiantes de veterinaria como reflejo de la reputación del sector

Los estudiantes de veterinaria como reflejo de la reputación del sector

Los estudiantes de veterinaria como reflejo de la reputación del sector

David González - 03-03-2025 - 12:11 H - min.

Presidente del Consejo Nacional de Estudiantes de Veterinaria

A lo largo de estos años se han vivido varios eventos que han alterado o influenciado la actividad en nuestras aulas de veterinaria: una situación de pandemia con estado de alarma y un modelo docente adaptado a las necesidades, evaluaciones de acreditaciones europeas, adaptación a las nuevas tecnologías y modelos de aprendizaje por parte del estudiantado, etc.

Sin embargo, lo que en muchas ocasiones puede chocar con más fuerza al perfil espectador es la desconexión entre el estudiante y su profesión en potencia. En los diferentes cursos predomina una falta de implicación directa con las causas que acontecen al sector en cualquiera de sus ramas: la falta de inclusión de la veterinaria en la especialidad de Laboratorio Clínico, la lucha por la alta incidencia de problemas de salud mental, entre muchas otras.

En cierto modo se observa una dejadez ante escenarios que no les están afectando “aún” de primera mano, lo cual en parte tampoco puede ser juzgado con la alta carga lectiva y práctica que supone el grado en veterinaria en nuestro país, con días interminables dentro de las facultades.

La teoría nos dice que al estudiante veterinario debería preocuparle sustancialmente el panorama actual de la profesión, su reputación y puntos críticos, así como las reivindicaciones que se estén dando. La falta de un espíritu motivacional tajante es un problema sin precedentes. ¿Dónde puede encontrarse la base de todo esto? Varias situaciones nos han llevado a esto:

-          En primer lugar, resulta innegable que la visión de la profesión por parte de la sociedad se encuentra a la vez romantizada e infravalorada: el veterinario o bien se visualiza con un amor incondicional con perros y gatos, o bien aislado al mundo rural trabajando con vacas y cerdos. Con ello se dejan de lado todas las múltiples ramas de vital importancia: Puestos de Inspección Fronterizos, inspecciones de sanidad, programas de saneamiento, seguridad alimentaria en toda la cadena de producción, etc. Hasta hace cierto tiempo se estuvo romantizando sin precedentes la figura del veterinario de clínica asistencial de pequeños animales, lo cual no sólo engaña al estudiante interesado, sino que invisibiliza el resto de posibilidades.

-          Con un carácter altamente vocacional, los y las jóvenes ya entran con dicha visión distorsionada y empiezan a ver el otro lado de la moneda: jornadas laborales extensas, guardias nocturnas y de urgencias, menosprecio de la salud animal, altas tasas de ansiedad, retribuciones no acordes a la labor, etc. Fruto también de la falsa imagen clínica, el amor por los animales también choca bajo el perfil psicológico con el tratamiento de pacientes crónicamente enfermos o con accidentes graves, los cuales en ocasiones puedan llevar a la administración de una eutanasia y situaciones con alta carga emocional con los dueños de los mismos.

Sin embargo, con esta visión del panorama profesional, tampoco se ha estado produciendo un cambio de orientación hacia las otras ramas. Muchos estudiantes continúan aspirando a la clínica asistencial, “asumiendo” que todas estas repercusiones negativas son inevitables, y que tampoco pueden cambiarse como tal.

Esta falta de espíritu reivindicativo puede nacer también bajo el pensamiento de que los órganos de representación se encargarán de ello, pero paradójicamente tampoco son conocedores de dichos órganos o de sus funciones.

Este ha sido hasta el momento uno de los mayores puntos débiles del sector veterinario: una falta de alineación interna y homogenización de las acciones. Aún recientemente se ha producido una primera unión entre las distintas instituciones y asociaciones bajo la misma causa frente al Real Decreto 666/2023.

Con todo ello, uno de los mayores enfoques que el sector debe dar es el social. Los estudiantes de recién ingreso son también un gran reflejo de la imagen que la sociedad tiene de la profesión.

Si estos nuevos estudiantes no han visto hasta el momento ningún tipo de coordinación profesional o sensación de unidad, es el claro ejemplo de que el resto de la sociedad tampoco lo ve así.

Si un estudiante de nuevo ingreso no es conocedor de que las ya mencionadas inspecciones de sanidad en hostelería y restauración son llevadas a cabo por profesionales veterinarios, es un indicador de que esta labor tampoco es reconocida por el público general.

Con ello podrían continuarse infinidad de ejemplos que llevan a la misma base, el desconocimiento.

La consecuencia del desconocimiento de la labor de una figura profesional es ciertamente la distorsión de su labor y competencias y el menosprecio de las mismas. Con el mismo desconocimiento resulta también consecuente que no esté presente el espíritu motivacional, el cual en esencia se ve aupado por la cohesión interna del sector, la misma que se ha visto increpada hasta el momento por su ausencia.

En resumidas cuentas, actualmente el sector se encuentra en un punto decisivo. Por primera vez en muchos años se está respirando unidad profesional, con una reivindicación amparada por más sectores de la sociedad. El riesgo se encuentra ante la pérdida de toda esta conexión una vez se haya debilitado ese espíritu presente en nuestras redes y medios, volviendo así a dar varios pasos atrás en este avance social.

Ello será labor de todos, velando por mantener unas metas claras, acordadas y concisas, mientras tengamos presente que, en muchas ocasiones, no debemos buscar las respuestas más allá, sino que estas se encuentran en nuestra propia casa profesional.

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