Los próximos días se inician los desplazamientos por Semana Santa y se producirán una gran cantidad de viajes por carretera con mascotas en España
Viajes con mascotas en coche en Semana Santa: A 50 km/h, un perro suelto en el vehículo multiplica su peso por 35
Los próximos días se inician los desplazamientos por Semana Santa y se producirán una gran cantidad de viajes por carretera con mascotas en España
Redacción -
10-04-2025 - 11:20 H - min.
En la primera fase de la Operación Salida de Semana Santa 2025, que dará comienzo mañana viernes 11 de abril y en la que se prevén 4,2 millones de desplazamientos por carretera, la Real Sociedad Canina de España (RSCE) ha alertado de la importancia de llevar bien sujeto al perro en el interior del coche. De acuerdo a diversos informes realizados por el RACE, Royal Canin y la Dirección General de Tráfico (DGT), en caso de un accidente a una velocidad de 50 km/h, el animal suelto multiplica su peso por 35.
Así, si un perro que pesa 30 kilogramos viaja suelto, en caso de producirse un choque frontal (por impacto del coche contra otro vehículo o contra cualquier otro tipo de objeto) a la velocidad indicada, el animal multiplicaría su peso hasta los 1.050 kg. “Esto provocaría que el perro fuera lanzado como un proyectil en el interior del coche, una situación que pondría en riesgo su propia vida y la del resto de ocupantes humanos”, destacan los autores de los informes.
Por este motivo y debido a que cada vez son más las familias que incorporan a su vida un perro como animal de compañía, la RSCE incide en el “alto grado de desconocimiento de la normativa que regula el transporte de animales en vehículos”, pues “casi la mitad de los propietarios de perros admite tener dudas al respecto”.
Aunque la DGT no tiene dentro de su código de regulación del transporte una norma que, específicamente, regule el transporte de mascotas, el Reglamento General de Circulación señala que “el conductor debe garantizar su seguridad, la de los ocupantes y la de los demás en la vía, además de velar por la ubicación de los pasajeros y animales para evitar cualquier interferencia en la conducción”.
Asimismo, la normativa considera “infracción muy grave” conducir si el animal viaja en el regazo del conductor o suelto en el coche. Este incumplimiento puede acarrear multas que oscilan entre los 200 y los 500 euros y la pérdida de seis puntos en el carnet. En el caso de que el perro esté mal asegurado, por ejemplo, con el cinturón de seguridad, la multa es de 80 euros.
Existen varios sistemas de sujeción homologados para el transporte de perros en el coche, desde arneses de uno o dos anclajes, a transportines en el suelo o maletero, pasando por rejillas rígidas para el maletero.
La elección de uno u otro depende del tamaño y del peso del animal. “En general, la mejor forma de llevar a los perros, si éstos son pequeños (como un Chihuahua o un Yorkshire), es en su transportín en el suelo del vehículo tras los asientos delanteros. Si el perro es grande (como un labrador, un Golden Retriever o un mastín), lo mejor es colocarlo en un transportín acorde a su tamaño en el maletero en posición transversal a la dirección de la marcha y, además, combinar este sistema con una rejilla divisoria”, recomiendan.
En cualquier caso y ante los millones de desplazamientos que se van a producir durante los próximos días en las carreteras españolas, la RSCE incide en la importancia de utilizar siempre un sistema de sujeción adecuado a las características y peculiaridades de cada perro, además de consultar al veterinario sobre los mejores consejos para prevenir mareos.
Por otro lado, la RSCE también avisa sobre algunos actos negligentes que realizan en ciertas ocasiones los propietarios, como, por ejemplo, dejar al perro en el interior del vehículo con altas temperaturas, un hecho que, además, implica multas que oscilan desde los 500 hasta los 10.000 euros.
Por último, la Real Sociedad Canina de España recomienda a los propietarios, una vez que se abra el maletero o alguna de las puertas, que prevean situaciones potenciales de riesgo, ya que el animal puede salir corriendo y ser atropellado por otro vehículo.