VIERNES, 17 de enero 2025

VIE, 17/1/2025

MASCOTAS

Veterinarios publican el caso clínico de una gata en España que sufrió una grave infección por una nueva especie de microalga

Un equipo de veterinarios analizó la evolución de endoftalmitis endógena bilateral en una gata birmana de 5 años en Madrid

La infección diseminada por Prototheca ya se había reportado previamente en un gato con signos del sistema nervioso central.
La infección diseminada por Prototheca ya se había reportado previamente en un gato con signos del sistema nervioso central.

Veterinarios publican el caso clínico de una gata en España que sufrió una grave infección por una nueva especie de microalga

Un equipo de veterinarios analizó la evolución de endoftalmitis endógena bilateral en una gata birmana de 5 años en Madrid

Chema Muñoz - 23-12-2024 - 10:51 H - min.

La prototecosis es una enfermedad poco común causada por la microalga unicelular Prototheca spp., descrita en humanos y animales y asociada con enfermedad sistémica, lesiones cutáneas o ambas. Prototheca spp. ha sido identificada como la causa de lesiones cutáneas anteriormente, y ahora, tras un estudio, ha sido descrito en un caso clínico de enfermedad neurológica diseminada en gatos, en el que han participado veterinarios de diferentes centros clínicos de España.

El diagnóstico de prototecosis puede ser un desafío y generalmente se basa en la observación del organismo en tejidos y fluidos corporales. “Se requiere cultivo o PCR para un diagnóstico definitivo e identificación de especies”, aseguran los investigadores.

En este aspecto, el estudio analizó la evolución clínica de endoftalmitis endógena bilateral en gata birmana de 5 años evaluada mediante examen biomicroscópico en Madrid, España.

"La gata birmana de 5 años, esterilizada y mantenida en el interior, fue derivada al hospital veterinario por una historia de 1,5 meses de uveítis en el ojo derecho”, narran los investigadores del estudio. Tras esto, la evaluación neurooftálmica reveló que el ojo derecho estaba ciego y tenía signos graves de uveítis, mientras que el ojo izquierdo no estaba afectado.

El examen de ultrasonido mostró desprendimiento de retina exudativo en el ojo derecho, lo que confirmó ceguera irreversible. A los 5,5 meses, aparecieron signos clínicos de uveítis también en el otro ojo. En el seguimiento de los 6,5 meses, el destello acuoso en el ojo izquierdo empeoró.

“Obtuvimos una muestra de humor acuoso y una muestra vítrea para examen citológico, que reveló un proceso inflamatorio mixto y la presencia en el vítreo de estructuras morfológicamente compatibles con algas del género Prototheca spp”, amplían los investigadores. La terapia antimicótica con itraconazol se inició a los 10,5 meses y fue suspendida voluntariamente por el propietario a los 14,5 meses. En el seguimiento de los 16,5 meses, el gato estaba completamente ciego y los signos clínicos habían empeorado con el desarrollo de macrodepósitos corneales.

Más tarde, a los 17,5 meses, los analistas observaron 2 episodios de signos clínicos neurológicos, incluidos signos vestibulares, ataxia y desorientación. A los 19,5 meses, el propietario informó que el gato había perdido la audición. Con 21,5 meses, el estado neurológico del gato se deterioró aún más, con la aparición de convulsiones y anorexia prolongada. “En este punto, el propietario optó por la eutanasia humanitaria del gato, pero no dio el consentimiento para una necropsia de cuerpo completo”, confirman los investigadores.

PROCEDIMIENTO CLÍNICO

Los ojos del gato fueron sometidos a biopsia. Las muestras habían sido congeladas antes de que se produjera la fijación y la autólisis, por lo que las investigaciones histopatológicas fueron un desafío debido a los artefactos.

Sin embargo, los investigadores observaron un exudado difuso en todas las estructuras oculares. “Observamos restos cariorrecticos y microorganismos dentro de la córnea axial. Además, la cápsula del cristalino estaba rota y notamos la presencia de microorganismos intralenticulares y la formación de cataratas hipermaduras. Los microorganismos exhibieron una membrana marcadamente positiva al ácido peryódico de Schiff y negativa al azul alcián. Los resultados del análisis de PCR para Cryptococcus spp. fueron negativos y, sobre la base de la morfología y las características de tinción, sospechamos un diagnóstico de infección por Prototheca spp”, aseguran.

Los investigadores explican que la infección diseminada por Prototheca ya se había reportado previamente en un gato con signos del sistema nervioso central y un diagnóstico sospechoso de linfoma multifocal; sin embargo, en otros informes, la protothecosis felina se ha asociado con lesiones cutáneas o subcutáneas.

“En nuestro caso, el gato tenía antecedentes de administración crónica de glucocorticoides para la enfermedad intestinal, lo que probablemente desencadenó la supresión inmunológica en el animal. Además, el gato había recibido 2 trasplantes fecales, que podrían ser una fuente potencial de infección. Otros estudios previos han indicado que la raza birmana es muy susceptible a ciertas enfermedades infecciosas, incluidas la clamidofilosis, la criptococosis, la peritonitis infecciosa felina y la infección por Tritrichomonas fetus”, comentan los investigadores.

Sin embargo, los expertos no han podido identificar la fuente primaria de la infección porque esta microalga se puede encontrar en múltiples fuentes ambientales. Otra limitación del estudio fue que no se pudo aislar la cepa de Prototheca in vitro para evaluar sus propiedades culturales.

“Describimos una nueva especie candidata de Prototheca que invade los tejidos oculares de un gato, una manifestación clínica poco frecuente en los félidos. Nuestros hallazgos también amplían el conocimiento sobre la diversidad genética de Prototheca spp. en animales, una pieza de información valiosa para patógenos con potencial zoonótico”, concluyen los investigadores.

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