Veterinarios de Madrid dan pautas contra leishmaniosis humana y animal

La Dirección General de Inspección y Ordenación Sanitaria de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid y el Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid (Colvema) han publicado un tríptico informativo sobre la leishmaniosis, en el que explican las consecuencias de la enfermedad zoonósica en personas y animales.

En este sentido, indican, la leishmaniosis es una enfermedad parasitaria que afecta a la piel, las mucosas y los órganos internos de numerosos mamíferos, incluido el hombre. Está causada por un parásito llamado Leishmania y es transmitida por la picadura de un mosquito denominado flebotomo, que actúa como vector de la enfermedad.

Asimismo, se exponen una serie de pautas sanitarias que, en el caso de los perros —principal reservorio y fuente de infección para el hombre y otros mamíferos—, al tener la enfermedad un carácter crónico e incurable, recomiendan realizar análisis de sangre rutinarios, preferentemente durante los meses de invierno, destinados a la detección precoz de la enfermedad.

En esta línea, desde LetiLab de LETIPharma han querido aportar su granito de arena para concienciar sobre la importancia de la prevención y el diagnóstico temprano de la enfermedad. Por ello, hasta el 30 de junio ofrecen tests ELISA para Leishmania con el objetivo de lograr un testado masivo de perros durante este mes de junio en el que se celebra el mes de la prevención de la leishmaniosis.

Otras compañías de salud animal como MSD Animal Health, también han llevado a cabo iniciativas solidarias como la II Carrera solidaria de la lucha frente a la leishmaniosis, mediante la que se comprometieron a donar al proyecto “Huellas de Colores” de terapias asistidas con perros para niños en la UCI pediátrica del Hospital 12 de octubre de Madrid un euro por cada foto que publiquen en Facebook o Instagram, del 1 al 7 de junio, las familias de las mascotas andando o corriendo con su perro.

En caso de que los perros padezcan la enfermedad, deberá aplicarse un tratamiento prescrito y supervisado por un veterinario clínico. Dicho tratamiento es curativo de los signos clínicos; mejora la calidad de vida del animal y limita el riesgo de transmisión, pero no produce totalmente la curación parasitológica. El tratamiento es largo y requiere constancia en su aplicación.

También se aconseja tomar una serie de medidas tanto con los perros como contra los flebótomos. Así, en el caso de los canes se insta a aplicarles periódicamente productos repelentes e insecticidas autorizados, sobre los animales y sus casetas. “El empleo de collares antiparasitarios eficaces puede ser una buena opción”, aseguran en el tríptico. Y es que existen collares repelentes que protegen al animal durante 12 meses contra la picadura del mosquito.

Respecto a las recomendaciones a tener en cuenta con los perros, también figuran evitar que los animales duerman al aire libre, dada la actividad nocturna del vector; así como no abandonar animales domésticos.

Por otro lado, contra los flebótomos se recomienda instalar telas mosquiteras de malla fina en puertas y ventanas, aplicar periódicamente insecticidas autorizados, especialmente en los cercos, tanto exteriores como interiores, de puertas y ventanas, así como en leñeras y muros, y el empleo de insecticidas eléctricos.

FACTORES DE RIESGO DE LEISHMANIOSIS EN HUMANOS

“Aunque se trata de una enfermedad de baja incidencia en la población, puede afectar a cualquier persona. Los niños y los jóvenes resultan más sensibles, considerándose como factores de riesgo para su desarrollo los estados de inmunosupresión”, señalan en el tríptico.

En el caso de las personas, las manifestaciones clínicas se presentan bajo dos formas diferenciadas. Así, puede darse leishmaniosis cutánea o “Botón de Oriente”, caracterizada por la formación de lesiones ulcerativas, únicas o múltiples, de duración limitada e indoloras, habitualmente en zonas expuestas del cuerpo, como la cara y las extremidades. El periodo de incubación es de 2 semanas a varios meses. Requieren tratamiento específico, aunque ocasionalmente curen de modo espontáneo.

También, en humanos puede darse leishmaniosis visceral o “Kala-Azar”, enfermedad crónica y de carácter grave con un periodo de incubación variable (generalmente de 2 a 6 meses). Afecta fundamentalmente al bazo, el hígado, la médula ósea y la mucosa intestinal. La respuesta al tratamiento es buena, salvo en pacientes inmunocomprometidos.