JUEVES, 14 de noviembre 2024

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MASCOTAS

Veterinarios españoles estudian un suplemento alimentario para tratar la queratoconjuntivitis seca en perros

Una recopilación de casos clínicos en 10 perros ha valorado la efectividad de distintos tratamientos para la enfermedad del ojo seco, entre ellos el suplemento alimentario Lacrimalis, de Dr+Vet

María Simó y Francisco Simó, del Instituto Veterinario Oftalmológico IVO, son los autores de la recopilación de casos clínicos.
María Simó y Francisco Simó, del Instituto Veterinario Oftalmológico IVO, son los autores de la recopilación de casos clínicos.

Veterinarios españoles estudian un suplemento alimentario para tratar la queratoconjuntivitis seca en perros

Una recopilación de casos clínicos en 10 perros ha valorado la efectividad de distintos tratamientos para la enfermedad del ojo seco, entre ellos el suplemento alimentario Lacrimalis, de Dr+Vet

Francisco Ramón López - 18-09-2023 - 10:04 H - min.

La queratoconjuntivitis seca o enfermedad del ojo seco es una afección inflamatoria de la superficie ocular (córnea y conjuntiva) secundaria a la deficiencia de alguna de las fases de la película lacrimal y que tiene una prevalencia en perros del 0,4%.

Hay dos grandes clasificaciones de queratoconjuntivitis seca, la cualitativa y la cuantitativa. En el caso de la cualitativa, se produce una disminución patológica de los componentes lipídico o mucoide de la película lacrimal. En este caso, la glándula lacrimal es funcional y la hiperosmolaridad de la lágrima se debe a un aumento en su evaporación.

En el perro, la forma cualitativa se puede observar en cualquier raza, aunque es más común en animales braquiocefálicos con lagoftalmos (imposibilidad de cerrar por completo el párpado) o en perros en los que a causa de una deficiencia en la capa lipídica de la película lacrimal se produce una mayor pérdida por evaporación.

Por otro lado, en la cuantitativa hay una disminución patológica del componente acuoso de la película lacrimal. En este caso, la hiperosmolaridad se debe a una secreción reducida del componente acuoso en condiciones de evaporación normales. Esta es la presentación inicial más común en perros, aunque en la mayoría de los casos, se genera un círculo vicioso en el que se acaban afectando también los otros tipos de componentes de la película lacrimal.

Incluso siendo relativamente común, la queratoconjuntivitis seca cualitativa, en muchas ocasiones, pasa desapercibida en la clínica generalista, debido a que los resultados del test de Schirmer (STT-1) suelen estar dentro de los valores normales y las pruebas recomendadas para su diagnóstico, como el tear break-up time (TBUT) o el OSA-VET® (analizador superficie ocular para veterinaria), tienen un uso menos extendido en centros no especializados.  

Es por esto por lo que gran cantidad de pacientes que sufren esta variante de la enfermedad no reciben un tratamiento adecuado y efectivo, empeorando su sintomatología y calidad de vida.

EN BUSCA DE LOS MEJORES TRATAMIENTOS CONTRA LA QUERACONJUNTIVITIS SECA CUALITATIVA EN PERROS

María Simó y Francisco Simó, del Instituto Veterinario Oftalmológico (IVO), han publicado una recopilación de casos clínicos en la que comparan los resultados obtenidos en diversas pruebas oftalmológicas de 10 perros diagnosticados de queratoconjuntivitis seca cualitativa para valorar la efectividad de los distintos tratamientos.

A estos perros (5 de ellos de razas braquiocefálicas) se les realizó un seguimiento de 2 meses. La media de edad del total de pacientes fue de 5 años (entre 1 y 15 años). Para realizar la selección se excluyó a los que presentaban úlcera corneal y a todos los que estuvieran siendo tratados con corticoides u otros fármacos que pudieran influenciar en la correcta realización de las pruebas diagnósticas.

Durante el seguimiento se les realizó una serie de pruebas diagnósticas. Así, en la primera visita se realizó el test de Schirmer (STT-1), test de fluoresceína, break-up time (TBUT), test verde de lisamina, citología de impresión (CIC) y OSA-VET®, con el que se realizaron test de interferometría, meniscometría, non-invasive break-up time (NIBUT) y meibografía.

En la segunda visita (día 30), se realizó un test de Schirmer, test de fluoresceína, TBUT, y test verde de lisamina. Por último, en la tercera visita, les realizaron las mismas pruebas que en la segunda, pero añadiendo además el OSA-VET y el CIC.

En referencia al tratamiento elegido, se decidió proceder con humectantes y lubricantes tópicos como reemplazos de lágrima y con un nutracéutico oral rico en ácidos grasos omega-3, lactoferrina, vitaminas C y E, Zinc y Cobre (Lacrimalis, de Dr+Vet) a las dosis recomendadas por el fabricante.

Asimismo, a 3 de los 10 pacientes se les administró además el inmunosupresor tópico Tacrolimus a diferentes concentraciones, para intentar reducir la pigmentación de la córnea y ayudar a mejorar la producción de lágrimas y su calidad. 

Los autores destacan que en los resultados obtenidos se observó una mejoría en los resultados de la CIC, en el grado de interferometría, un aumento de 1 segundo tanto en el NIBUT como en el TBUT, y se redujo la producción lacrimal ligeramente tal como indican STT-1 y la meniscometría, probablemente a causa de la reducción del reflejo compensatorio de producción lacrimal por hiperosmolaridad.

“De manera que se puede decir que, en esta serie de casos, al aplicar un tratamiento eficaz a base de humectantes y lubricantes oculares tópicos además de la administración oral del suplemento alimentario Lacrimalis, hubo una mejora sintomática y de los resultados de las pruebas oftalmológicas realizadas a los dos meses, significativos a nivel clínico”, concluyen.

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