Un equipo de investigadores de la Universidad de Santiago de Compostela ha descrito este síndrome en una revisión en la que dan información sobre su sintomatología, diagnóstico y tratamiento
Veterinarios españoles dan las claves sobre el trastorno por déficit de atención e hiperactividad en perros
Un equipo de investigadores de la Universidad de Santiago de Compostela ha descrito este síndrome en una revisión en la que dan información sobre su sintomatología, diagnóstico y tratamiento
Francisco Ramón López - 15-07-2024 - 10:05 H - min.
Al igual que los humanos, los perros pueden padecer un síndrome similar al trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). De hecho, varios estudios destacan el uso de perros como modelo para estudiar el TDAH.
Un equipo de investigadores de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Santiago de Compostela y el Hospital Universitario Veterinario Rof Codina ha llevado a cabo una revisión sobre este tema en el que describen en profundidad el síndrome y aportan información sobre su patogenia, sintomatología, diagnóstico, pronóstico, prevención y tratamiento.
Una de las autoras es Ángela González, responsable del Servicio de Etología Clínica del Hospital Veterinario Universitario Rof Codina e investigadora de la Universidad de Santiago de Compostela, que recientemente recibió el Premio ‘Animales de Compañía’ en la gala de la III edición de los galardones de Animal’s Health.
En este artículo, se utiliza el término TDAH-like para referirse a su presentación en la especie canina, y TDAH para referirse a la presentación en humanos. Esta condición, explican, conlleva problemas de comportamiento expresados a través de impulsividad, problemas de atención, hiperactividad y/o agresividad, comprometiendo la calidad de vida tanto del cuidador como del perro.
La fisiopatología del TDAH-like, apuntan, es compleja y está asociada a la desregulación de varios neurotransmisores como la serotonina y la dopamina. “La expresión de la conducta similar al TDAH en perros parecería depender de una interacción gen-ambiente clásica como ocurre con muchos trastornos neurológicos en humanos”, indican.
Además de la sintomatología descrita, según los investigadores, los perros con TDAH pueden presentar fuertes comorbilidades con conductas compulsivas, agresividad, eliminación inapropiada y miedo, además de epilepsia, ingestión de cuerpos extraños y prurito.
“A pesar de que no existe un consenso veterinario sobre el diagnóstico del TDAH-like algunos cuestionarios validados podrían ser de ayuda, pero estos no pueden utilizarse como una herramienta diagnóstica única”, admiten.
Sobre el tratamiento, señalan que el uso de fármacos, como la fluoxetina, además de un adecuado enriquecimiento ambiental, protocolos de relajación y modificación de conducta pueden lograr una adecuada calidad de vida tanto para el perro como para los cuidadores.
“En conclusión, comprender y abordar la actividad excesiva o el comportamiento similar al TDAH en perros requiere un abordaje multimodal que tenga en cuenta varios factores, como la genética, el medio ambiente y la neurobiología”, defienden.
Si bien, admiten que, aunque algunos casos pueden implicar simplemente una estimulación inadecuada, otros pueden reflejar condiciones más complejas similares al TDAH en humanos. “Para controlar eficazmente estos comportamientos, es esencial una evaluación diagnóstica exhaustiva, que incluya evaluaciones conductuales y diagnóstico diferencial”, apuntan.
En este sentido, las estrategias de modificación de la conducta personalizadas, junto con terapias biológicas, cuando sea necesario, pueden mejorar significativamente los resultados.
Además, las medidas preventivas dirigidas a factores de riesgo como las prácticas de crianza, la socialización y el enriquecimiento ambiental son cruciales para minimizar el desarrollo de comportamientos similares al TDAH en perros.
Para los autores, utilizar enfoques de diagnóstico integrales con intervenciones específicas y estrategias preventivas, puede mejorar el bienestar y la calidad de vida tanto de los perros como de sus cuidadores.
“Este artículo podría ser una herramienta útil para un enfoque clínico del TDAH en perros en la práctica clínica y proporciona información completa para futuras investigaciones”, concluyen.