Un nuevo estudio ha analizado los efectos de tres meses de terapia cognitiva, física o combinada en perros ancianos, con una edad media de diez años
La terapia conductual mejora el rendimiento cognitivo en perros mayores
Un nuevo estudio ha analizado los efectos de tres meses de terapia cognitiva, física o combinada en perros ancianos, con una edad media de diez años
Redacción - 30-04-2024 - 10:17 H - min.
Investigadores de la Universidad Eötvös Loránd (ELTE) han publicado un nuevo estudio en el que analizaron los efectos de tres meses de terapia cognitiva, física o combinada en perros ancianos, con una edad media de diez años. Los resultados mostraron que cada terapia tuvo un efecto sobre el comportamiento de los perros.
En este sentido, indican que la fisioterapia hizo que los perros fueran más amigables y flexibles, mientras que los juegos mentales aumentaron su búsqueda de novedades. Las mejoras fueron más pronunciadas en los individuos relativamente más jóvenes, de alrededor de ocho años. Dado que los perros envejecen de manera similar a los humanos, los hallazgos pueden ayudar a crear conciencia sobre la importancia de mitigar los efectos del envejecimiento desde una etapa más temprana.
El envejecimiento de la población, el aumento del número y de la proporción de personas mayores, es uno de los grandes retos de nuestro tiempo, especialmente en Europa. Para 2050, se prevé que 30 de cada 100 personas tendrán más de 65 años y tres de ellas tendrán demencia.
Una de las posibles respuestas de la sociedad a este problema es difundir una cultura de vida saludable y alentar al mayor número posible de personas a mantener una buena salud física y mental. Una alternativa o complemento a la medicación es la intervención conductual, es decir, una terapia que busca mejorar la función mental cambiando la conducta, por ejemplo, mediante ejercicio físico o crucigramas.
Los perros pueden ser una herramienta útil para ayudar a descubrir qué intervención es más efectiva, ya que envejecen como los humanos, pero a un ritmo más rápido. En su último estudio publicado en GeroScience, investigadores del Departamento de Etología de la Universidad Eötvös Loránd investigaron si la terapia física o cognitiva o una combinación de ambas es más eficaz para mejorar el rendimiento cognitivo en la vejez.
En el estudio se destaca que, según la literatura, una combinación de terapias de intervención física y cognitiva es la más efectiva para los humanos. Las tareas cognitivas dirigen qué área debe mejorar, mientras que la actividad física acelera el progreso. Las terapias cognitivas por sí solas no parecen ser efectivas, ya que solo desarrollan habilidades relacionadas con tareas específicas.
“En este caso, no existe el llamado efecto de transferencia lejana, lo que significa que el impacto positivo no aparece en otras habilidades más lejanas. Por ejemplo, alguien puede mejorar en el ajedrez con la práctica, pero eso no necesariamente resuelve su problema de desorientación espacial”, afirma Zsófia Bognár, una de las autoras principales.
Hasta ahora, en perros se han estudiado principalmente los efectos de los suplementos nutricionales, mientras que los estudios sobre terapia cognitiva son escasos y la fisioterapia aún está por explorar.
Para saber qué terapia es la más eficaz, los investigadores invitaron a los propietarios de perros a participar en un curso de doce semanas, llamado "Programa de Experiencia Compleja", y dos pruebas de comportamiento en la Universidad de ELTE con sus perros de ocho años o más: una prueba antes y otra después del curso. El objetivo era comprobar si el curso o la terapia mejoraría el desempeño de los perros en la prueba. Se inscribieron un total de 109 perros para el curso, pero 25 no pasaron el examen de salud inicial.
“Solo queríamos estudiar perros sanos porque las enfermedades afectan al proceso de envejecimiento. Dividimos a los solicitantes en cuatro grupos. A un grupo, los entrenadores de perros les dieron todo tipo de tareas mentalmente desafiantes, incluidos juegos interactivos”, rememoran los investigadores.
En el segundo grupo, un fisioterapeuta dirigió el entrenamiento, por ejemplo, utilizando herramientas inflables para desarrollar las habilidades de equilibrio de los perros. “El tercer grupo alternó sesiones cognitivas y de fisioterapia. El cuarto grupo fue el de control, que no asistió a ningún entrenamiento entre las dos pruebas de comportamiento”, apunta Dóra Szabó, la otra autora principal del estudio.
La prueba, que mide el rendimiento cognitivo, constaba de doce tareas que medían, por ejemplo, la memoria, el aprendizaje y las habilidades de resolución de problemas.
Los resultados mostraron que los perros que recibieron fisioterapia y terapia combinada se volvieron más amigables y mostraron más flexibilidad conductual. La terapia cognitiva y combinada aumentó la búsqueda de novedades de los perros.
Todas las terapias de intervención hicieron que los perros se involucraran más con su entorno. Los perros relativamente más jóvenes, de alrededor de ocho años, mejoraron más que los perros mayores, y aquellos con un rendimiento inicial más bajo mostraron resultados mucho mejores después de la terapia.
“Nuestra pregunta inicial era si la terapia combinada es más efectiva en comparación con las terapias cognitivas o de solo ejercicio. La respuesta es no. Sin embargo, encontramos efectos positivos con cada una de estas terapias. Fue particularmente reconfortante ver cómo los perros y sus propietarios disfrutaron de estas sesiones. Muchos perros realmente rejuvenecieron y esto ha traído una gran alegría al propietario”, explica Eniko Kubinyi, jefe del Grupo de Investigación de Animales de Compañía Momentum "Lendület" de MTA-ELTE.
“Se volvió más alegre, más feliz, más abierto, más sonriente y más sociable; está más dispuesto a volver a conocer perros nuevos”. “Nuestra relación mejoró; él disfrutó del trabajo y se volvió más fresco, más joven”. “Se volvió más activo, más curioso, más motivado y más enérgico". "Le encantaban las sesiones de fitness”. Estos y otros comentarios similares fueron realizados por los propietarios.
“Nuestros resultados confirman que los perros mayores también necesitan trabajar. Puede que ya no gane la carrera de atletismo del distrito, pero mantenerlo activo y ejercitar su mente puede ralentizar su envejecimiento y mejorar su bienestar. Las actividades compartidas también fortalecen el vínculo entre el perro y el propietario”, añade Borbála Turcsán, uno de los investigadores.
De esta manera, los investigadores defienden que sus hallazgos muestran que incluso una sola hora de terapia lúdica a la semana durante tres meses puede mejorar el rendimiento cognitivo en perros mayores. “Por supuesto, el ejercicio físico y cerebral debe integrarse en la rutina diaria. Es bueno no sólo para el perro sino también para el propietario, y cuanto antes empiece, más fuerte será el efecto”, concluyen.