Un caso clínico de un perro con luxación de rótula, que ha utilizado diversas terapias como la radiofrecuencia de Indiba o la hidroterapia, muestra los beneficios de la fisioterapia veterinaria
La rehabilitación ayuda a la recuperación de un perro de rescate tras una operación en la rodilla
Un caso clínico de un perro con luxación de rótula, que ha utilizado diversas terapias como la radiofrecuencia de Indiba o la hidroterapia, muestra los beneficios de la fisioterapia veterinaria
Alfonso Neira de Urbina - 15-05-2024 - 12:22 H - min.
La luxación de rótula es una de las patologías más comunes que afectan a la rodilla canina, siendo más frecuente la luxación medial, suponiendo el 98% de los casos en razas pequeñas. Por otro lado, la luxación lateral se presenta en perros grandes y gigantes con genu valgum, pero también se produce esporádicamente en todos los animales después de un traumatismo.
Precisamente, esta última posibilidad es el problema que resolvió el Centro de Rehabilitación Animal de Referencia (CRAR) en el último caso clínico que ha compartido. Así, el CRAR ha presentado un caso en una pastor belga malinois con una luxación de rótula traumática realizado por la veterinaria Marina Gonzalo.
El caso de Sekhmet es “testimonio de la eficacia” del enfoque de rehabilitación personalizado que realizan en el centro. Sekhmet es una pastor belga malinois de 3 años especializada en Luring y rescate. Junto a su tutor, la perra se enfrentó a un grave revés cuando sufrió una luxación de rótula traumática en uno de sus entrenamientos.
Por ello, fue intervenida en una clínica veterinaria. Sin embargo, la operación “fue sólo el comienzo de su viaje de recuperación”, según señalan desde el CRAR. Y es que, a pesar de la resolución quirúrgica, Sekhmet tuvo complicaciones, concretamente una infección por estafilococos, que condujo a una segunda intervención.
Tras ser intervenida, Sekhmet acudió al CRAR. Allí, la valoración funcional encontró que descargaba el peso en la extremidad anterior derecha. Además, presentaba cojera, salto en el momento de extensión de rodilla y engrosamiento de la cápsula articular de rodilla estable.
Por otro lado, no detectaron luxación lateral ni medial y el cajón y trust fueron negativos. Sin embargo, sí que encontraron dolor en el recorrido del cuádriceps y en la palpación del tendón patelar, un aumento de la flexión inversa del tarso, atrofia muscular y de isquios, y molestia en la palpación del psoas.
“Detectamos una posible tendinopatía del ligamento rotuliano. La tendinitis rotuliana es un hallazgo frecuente después de una intervención de este tipo, sin embargo, puede pasar inadvertida debido a que sólo causa claudicación clínicamente aparente en un pequeño conjunto de casos”, recuerdan desde el CRAR,
En el caso de Sekhmet, desde el CRAR utilizaron diversas terapias de rehabilitación. Entre ellas, los fisioterapeutas veterinarios usaron la radiofrecuencia de Indiba Animal Health, así como láser, para mejorar la elasticidad y controlar la inflamación y el dolor.
También utilizaron electroestimulación muscular (EMS) y cinesiterapia activa mediante circuitos propioceptivos y ejercicios de fortalecimiento. “La cinesiterapia activa mejora la fuerza y resistencia muscular, a la vez de la propiocepción, equilibrio y coordinación, y ayuda a reeducar la marcha”, explican.
Además, en cuanto la herida de la intervención quirúrgica estuvo cicratizada, Sekhmet recibió sesiones de hidroterapia en cinta subacuática. “La hidroterapia fortalece la musculatura, aumenta la resistencia muscular y cardiovascular, mejora el arco articular y la agilidad y reduce el dolor”, apuntan.
Por último, desde el CRAR utilizaron magnetoterapia por su acción analgésica y relajante, además de antinflamatoria y regenerativa.