Un grupo de investigadores ha analizado el riesgo de introducción de rabia por perros a la Unión Europea si se redujera el periodo de espera tras la vacunación y las pruebas serológicas de tres meses a uno
Reducir el tiempo de espera para perros importados a la UE multiplica por 4 el riesgo de introducción de rabia
Un grupo de investigadores ha analizado el riesgo de introducción de rabia por perros a la Unión Europea si se redujera el periodo de espera tras la vacunación y las pruebas serológicas de tres meses a uno
Francisco Ramón López - 06-02-2024 - 09:16 H - min.
La rabia por Lyssavirus (RABV) es responsable de una grave infección zoonósica que casi siempre es letal una vez que aparecen los signos clínicos. Además, la rabia puede reintroducirse en zonas libres de rabia mediante movimientos transfronterizos de perros, comprometiendo así la salud animal y humana.
En la Unión Europea, para evitar esto se han implementado una serie de medidas, una de las cuales es el período de espera después de la vacunación antirrábica y las pruebas serológicas. Este tiempo de espera asegura que los anticuerpos evaluados mediante la prueba serológica se deben a la vacuna y no a la infección. La idea es que, si los anticuerpos se deben a una infección por rabia, el perro debería presentar signos clínicos y, por tanto, no sería importado.
Actualmente, el tiempo de espera que se aplica es de tres meses, pero se está considerando una reducción a un mes, que actualmente se está discutiendo en el seno de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). Por ello, un grupo de investigadores del laboratorio europeo de referencia de la rabia de la Agencia Francesa de Seguridad y Salud Alimentaria, Ambiental y Ocupacional ha analizado si esto pudiera incrementar el riesgo de que se importara algún animal con rabia.
Para ello, han llevado a cabo un estudio utilizando un marco de evaluación de riesgos cuantitativos y distintos modelos para evaluar el impacto de este tiempo de espera y su duración sobre el riesgo de introducir rabia a través de la importación de perros a la Unión Europea.
Los resultados mostraron que, suponiendo un cumplimiento perfecto, el actual período de espera de tres meses se asociaba con una media anual de 0,04 perros infectados importados a la UE.
Sin embargo, cuando se redujo el tiempo, el riesgo aumentó. Así, para un tiempo de un mes, la mediana anual de perros infectados importados fue de 0,17 o 0,15 según el modelo, lo que corresponde a un aumento de cuatro veces.
Los autores admiten que este período de espera de tres meses “es un desafío de aplicar porque es bastante restrictivo”. No obstante, los resultados mostraron un aumento sustancial del riesgo cuando se reduce este período de espera, en comparación con la situación inicial de un período de espera de tres meses.
En general, el número medio de perros importados infectados siguió siendo bajo (menos de uno cada año) independientemente de la duración del período de espera. “Estos resultados podrían informar directamente a los encargados de formular políticas que estén considerando cambios en las regulaciones sobre la rabia”, indican.
“Sin embargo, tal decisión es específica de cada contexto individual (por ejemplo, la situación de cada país) y también debe abarcar consideraciones de aceptabilidad y percepción del riesgo, ya que no es fácil decir si tal cambio en el riesgo es o no aceptable”, admiten.
Por ello, concluyen que estos modelos demuestran ser lo suficientemente flexibles para su uso en la evaluación de medidas de manejo aplicables a otras infecciones animales, especialmente aquellas que ocurren muy raramente y, por lo tanto, no son fáciles de observar.