MARTES, 16 de abril 2024

MAR, 16/4/2024

MASCOTAS

¿Qué hay que tener en cuenta en la alimentación natural de mascotas?

La veterinaria Sarah Flavia explica en qué consiste la alimentación natural para perros y gatos, qué dos grandes modalidades existen y qué hay que tener en cuenta a la hora de decidirse por este tipo de nutrición

La alimentación natural puede consistir en alimentos crudos o cocinados.
La alimentación natural puede consistir en alimentos crudos o cocinados.

¿Qué hay que tener en cuenta en la alimentación natural de mascotas?

La veterinaria Sarah Flavia explica en qué consiste la alimentación natural para perros y gatos, qué dos grandes modalidades existen y qué hay que tener en cuenta a la hora de decidirse por este tipo de nutrición

Redacción - 04-05-2022 - 11:17 H - min.

La veterinaria y rehabilitadora de animales Sarah Flavia ha publicado un artículo en el que explica qué es la alimentación natural para perros y gatos y los dos tipos de dietas naturales más utilizados, así como lo que hay que tener en cuenta al proporcionar esta alimentación a perros y gatos y qué beneficios puede proporcionar.

La alimentación natural, apunta, consiste en ofrecer al perro o gato “alimentos frescos como carne, pescado, fruta y verduras, de donde obtienen los nutrientes necesarios para cubrir sus necesidades nutricionales de una forma más sana y natural”.

Dentro de este tipo de alimentación, señala, las más utilizadas son la BARF o alimentación cruda biológicamente apropiada y la dieta cocinada. Flavia apunta que la dieta BARF se caracteriza por que se ofrece la carne y huesos en crudo.

“Siempre se ha dicho que a los perros y gatos no se les pueden ofrecer huesos, y no está del todo mal indicado, pero hay que tener en cuenta un pequeño matiz: los huesos que se ofrecen en este tipo de dietas vienen envueltos en carne, es decir, no se ofrece solamente hueso como tal, sino que deben de ir con un porcentaje de carne que lo recubra”, remarca.

Además, la veterinaria explica que siempre ha de darse crudo, porque cuando se cocina pierde ciertas propiedades (como la dureza) que hacen que tengan mayor facilidad de astillarse y también afecta a la parte muscular (la carne) que es más vulnerable de ser retirada del hueso. "Cuando está cruda, esto no pasa y, por tanto, su ingesta es más segura", añade.

“Esta alimentación siempre ha de pasar por un proceso de días o semanas de congelación, en función de la especie de la que procedan la carne, los huesos y las vísceras. Las verduras o frutas para ofrecer serán aquellas que no entran en la categoría de tóxicos para los animales y que solemos consumir en nuestro día a día”, aconseja.

Asimismo, indica que es importante que la cantidad diaria que se le ofrece al animal sea la adecuada para evitar problemas de bajada o subida de peso en exceso. Y también que las cantidades de cada grupo de alimentos sean las que se corresponden con las características del individuo, ya que un exceso en el aporte de vísceras puede conllevar a diarreas y alteraciones analíticas, o un exceso de huesos puede provocar estreñimiento.

"De ahí, la importancia de documentarse bien o contactar con algún veterinario que trabaje en esta área, sobre todo si hablamos de animales con patologías en los que hay que tener en cuenta diferentes factores”, subraya.

DIETA COCINADA, ALIMENTACIÓN NATURAL SIN MIEDO A LOS HUESOS

La principal diferencia de la dieta cocinada con la BARF es que todo pasa por un proceso de cocinado respetando diferentes tiempos según el alimento. “Esta dieta no lleva huesos, por lo que el aporte de minerales como el calcio y otras vitaminas se deben administrar mediante el uso de suplementos como el VitaVet Complex —suplemento multivitamínico reforzado con minerales y oligoelementos de Stangest—“, defiende la veterinaria.

También indica que el aporte de verduras y cereales es mayor que en la BARF, ya que se usan alimentos como boniato, yuca, quinoa o arroz integral. “Este aporte de hidratos de carbono es necesario para ayudar al tránsito digestivo, al saciado y, por supuesto, al aporte de nutrientes que otros alimentos no proporcionan o lo hacen en menor medida”, determina.

“Para personas que quieren pasarse a la nutrición natural pero que les da miedo el tema huesos o les inquieta ofrecer carne cruda, esta es una buena opción. Asimismo, recalcar que ofrecer arroz con pollo cocido y zanahorias, no es una dieta equilibrada y tampoco lo podemos considerar alimentación natural propiamente dicha, porque faltan elementos en la ecuación”, recuerda.

CONSEJOS DE LA VETERINARIA A TENER EN CUENTA EN LA ALIMENTACIÓN NATURAL

Flavia, además de analizar qué es la dieta natural y la diferencia entre las dos modalidades, ha compartido los puntos que, en su opinión, se deben tener en cuenta de la alimentación para perros y gatos.

Así, la veterinaria apunta que hay que tener en cuenta la necesidad de un espacio de almacenaje, la organización de menús para que haya variedad proteica y vegetal, y recuerda que hay que respetar los tiempos de congelación si se ofrece BARF al animal de compañía.

Otro punto fundamental a la hora de adoptar este tipo de nutrición para la mascota es que hay que tener en mente la organización del tiempo para el preparado de las raciones, la suplementación necesaria para que las necesidades nutricionales estén cubiertas, y la higiene y limpieza.

Asimismo, la veterinaria comparte que, si se trata de un animal con alguna patología, siempre hay que tenerlo bajo la supervisión de un veterinario nutricionista, y que se deben adquirir los productos en tiendas de confianza.

“Tanto para una como para la otra, hoy en día, también hay opciones comerciales, que son los menús preparados. Es un modo cómodo de tenerlo ya hecho, pero que también necesita de espacio de almacenaje y que no es individualizado para cada animal, al ser proporciones genéricas”, señala.

LO MEJOR, VALORAR LAS OPCIONES CON UN VETERINARIO NUTRICIONISTA

La veterinaria señala que la alimentación natural “requiere de tiempo, dinero, espacio y dedicación, nada que ver con la rapidez de ofrecer el pienso”. No obstante, Flavia comparte algunos de los beneficios que considera que registra este tipo de nutrición para las mascotas, como mejora de problemas de alergias y cambios en el aspecto del pelaje.

La experta en rehabilitación de perros recuerda que siempre hay que tener en cuenta las circunstancias de cada propietario y de su animal de compañía a la hora de usar un tipo de alimentación.

“Lo mejor es valorar las opciones con un veterinario o veterinaria que trabaje con la nutrición natural y os oriente en lo que puede ser mejor”, concluye la veterinaria.

VOLVER ARRIBA