Los propietarios de conejos son capaces de reconocer el dolor en sus mascotas

Los conejos son mascotas populares, con alrededor de 1,5 millones en el Reino Unido, y es importante que los propietarios reconozcan cuando su animal siente dolor y sepan cuándo buscar ayuda para proteger el bienestar de su conejo.

Una nueva investigación realizada por la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Bristol ha descubierto que la mayoría de los titulares de conejos podían enumerar signos de dolor y, en su mayoría, podían identificar conejos sin dolor y aquellos con dolor intenso, pero muchos carecían de conocimiento sobre los signos más sutiles.

El estudio, publicado en BMC Veterinary Research, proporciona los primeros conocimientos sobre cómo los propietarios de conejos identifican el dolor y su capacidad general para aplicar este conocimiento para detectar el dolor con precisión.

Los conejos son especies de presa y han evolucionado para ocultar signos de enfermedad y dolor. Investigaciones recientes han desarrollado escalas de dolor para uso de profesionales veterinarios, incluida la Escala de Dolor en Conejos de Bristol (BRPS), pero hasta la fecha, las investigaciones no han investigado la capacidad de los titulares de conejos para reconocer el dolor en sus animales.

El estudio exploró cómo los titulares identifican el dolor en sus conejos y su capacidad para detectar correctamente diferentes niveles de dolor, así como áreas en las que los propietarios se beneficiarían de la educación.

Los propietarios fueron reclutados a través de una variedad de rutas, incluido Facebook, y completaron una encuesta en línea de dos partes. La primera parte recopiló datos sobre demografía, conocimiento de los propietarios sobre los signos de dolor y creencias sobre el dolor en los conejos.

Por otro lado, la segunda parte pidió a los encuestados que puntuaran ocho vídeos, grabados durante un tratamiento veterinario de rutina, de conejos con diferentes niveles de dolor para compararlos con las puntuaciones de dolor realizadas por tres expertos.

Los investigadores utilizaron una versión simplificada del BRPS que incluía una escala única de 0 a 3. El equipo de investigación exploró la cantidad de signos de dolor que cada encuestado podía enumerar, la puntuación total otorgada a los videos y su diferencia con las puntuaciones de los expertos.

Un total de 500 personas completaron la primera parte de la encuesta y 345 completaron la segunda parte. La mayoría de los encuestados pudieron identificar cinco signos de dolor (como anorexia y cambios en la postura y el movimiento), pero muchos eran menos conscientes de que la disminución en el comportamiento de aseo y los cambios en la posición de los ojos y los oídos también pueden ser signos de dolor.

LAS MUJERES DETECTARON MEJOR EL DOLOR EN LOS CONEJOS

Durante el estudio, las mujeres, las personas que trabajaron con conejos y aquellos con experiencia con conejos reconocieron el dolor con mayor precisión.

En general, el 98,6% de los encuestados pensó correctamente que los conejos sentían tanto o más dolor que los perros y los gatos. En la segunda parte, los encuestados coincidieron con mayor frecuencia con los expertos al identificar conejos sin dolor (88,8%) y con dolor intenso (65,2%), pero hubo menos acuerdo al reconocer el dolor leve (28,4%) y moderado (43,2%).

En general, los encuestados calificaron el dolor por debajo de los expertos, con una puntuación total promedio de dolor de 11,9 en comparación con 18 dada por el experto.

Nicola Rooney, profesora titular de Vida Silvestre y Conservación de la Escuela de Veterinaria de Bristol y autora correspondiente, señala que “la mayoría de los titulares de conejos pudieron enumerar numerosos signos de dolor y, en general, pudieron reconocer a los conejos que no sentían dolor y a los que padecían un dolor intenso”.

“La capacidad de diferenciar entre el dolor leve y moderado es más limitada y podrían beneficiarse de la capacitación en los signos más sutiles del dolor. Los profesionales veterinarios también deben ser conscientes de las áreas en las que se puede mejorar el conocimiento de los propietarios”, explica.

Por su parte, Charlotte Forder, autora principal, que realizó el estudio para su tesis final de investigación de Licenciatura en Enfermería Veterinaria y Ciencias Bioveterinarias, añade que “el estudio destacó una brecha en la comunicación entre los propietarios y los profesionales veterinarios”.

“Hablar y asesorar a los propietarios cuando se realizan procedimientos a los animales es importante, para que el animal tenga el mejor resultado. También es una gran oportunidad para que la comunidad veterinaria eduque a los propietarios sobre los signos de dolor en los conejos”, añade.