La Asociación Mundial Veterinaria de Pequeños Animales ha publicado un posicionamiento en el que confirman su oposición a prácticas como el corte de orejas, rabo y desungulaciones
Posicionamiento mundial de los veterinarios contra la alteración física de mascotas por motivos estéticos
La Asociación Mundial Veterinaria de Pequeños Animales ha publicado un posicionamiento en el que confirman su oposición a prácticas como el corte de orejas, rabo y desungulaciones
Francisco Ramón López - 13-02-2024 - 14:00 H - min.
El Comité de Bienestar Animal de la Asociación Mundial Veterinaria de Pequeños Animales (WSAVA) ha publicado un posicionamiento en el que confirman su oposición a la alteración física del cuerpo de un animal por motivos estéticos o de comportamiento.
“Instamos a los equipos veterinarios a educar a los clientes sobre el daño que estos procedimientos pueden causar y asesorarlos sobre cómo mejorar el bienestar y las condiciones de vida de sus animales”, señalan.
Desde la WSAVA, sostienen que “las alteraciones físicas de los animales son inaceptables a menos que las realice un veterinario autorizado por razones de salud o bienestar”. “La esterilización y castración, así como la identificación permanente (tatuajes, colocación de puntas en las orejas, colocación de microchips) con el fin de devolver los animales perdidos a sus tutores, están exentos de esta posición debido a los beneficios de bienestar asociados tanto para los animales individuales como para el manejo de la población”, aclaran.
Las alteraciones estéticas, explican, incluyen cirugías de conveniencia como caudectomía (corte de cola), otoplastia cosmética (corte de orejas), ventriculocordectomía (desvocalización) y onicectomía (desungulación).
“Además, los tatuajes, los recortes dentales o la odontología cosmética, las perforaciones corporales y cualquier otra forma de alteración física cosmética se consideran éticamente inapropiados”, añaden.
Dichos procedimientos, afirman “causan múltiples daños a los animales, incluida la hospitalización, el dolor agudo y crónico, la inflamación, la infección y los riesgos anestésicos, sin ningún beneficio”.
En este sentido, señalan que varias cirugías de conveniencia, como la desvocalización o la eliminación de las garras, inhiben la expresión de comportamientos naturales y la expresión de síntomas de frustración conductual sin ofrecer oportunidades alternativas adecuadas para la expresión conductual o el afrontamiento de la frustración emocional, aumentando el riesgo de experiencias emocionales negativas para el animal.
“Mucha gente cree que cuando la cirugía estética se realiza durante los períodos de desarrollo/neonatal del animal, se minimizan los efectos secundarios negativos, pero esto puede no ser cierto”, apuntan.
En este sentido, hacen referencia a estudios que muestran que los recién nacidos tienen una sensibilidad al dolor similar, si no mayor, en comparación con los adultos, aunque admiten que esto puede variar entre especies.
“Una experiencia temprana de dolor puede sensibilizar a los recién nacidos al dolor posterior, disminuir el umbral del dolor y alterar el desarrollo del cerebro, aumentando la vulnerabilidad a los trastornos de estrés y al comportamiento adulto mediado por la ansiedad”, advierten.
Por todo ello, instan a los veterinarios a desaconsejar estas prácticas en su trabajo diario. “Todos los veterinarios tienen la obligación ética de actuar en el mejor interés de sus pacientes, y la mayoría de los juramentos/declaraciones veterinarias incluyen un compromiso con el bienestar animal y la responsabilidad de prevenir el sufrimiento”, defienden.