La Organización Mundial de Sanidad Animal ha publicado una serie de preguntas y respuestas que analizan la influenza aviar en gatos
La Organización Mundial de Sanidad Animal aclara las dudas sobre la gripe aviar en los gatos
La Organización Mundial de Sanidad Animal ha publicado una serie de preguntas y respuestas que analizan la influenza aviar en gatos
Alfonso Neira de Urbina - 21-07-2023 - 10:35 H - min.
La influenza aviar, también conocida como gripe aviar, es una enfermedad vírica muy contagiosa que afecta a las aves domésticas y silvestres. La enfermedad también se ha detectado, en raras ocasiones, en mamíferos, incluido el ser humano, tal y como recuerda la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA).
Hay que recordar que, más allá de sus repercusiones en la salud animal, la enfermedad tiene efectos devastadores en la industria avícola, amenazando los medios de subsistencia de los trabajadores, la seguridad alimentaria y el comercio internacional.
A este respecto, los virus de la gripe aviar se clasifican en subtipos en función de dos proteínas de superficie, la hemaglutinina (HA) y la neuraminidasa (NA). Por ejemplo, un virus que tiene la proteína HA 7 y la proteína NA 9 se designa como subtipo H7N9. Se han encontrado al menos 16 subtipos de hemaglutininas (H1 a H16) y 9 de neuraminidasas (N1 a N9) en virus de aves, mientras que otros dos tipos de HA y NA sólo se han identificado en murciélagos.
Tras los casos de gripe aviar detectados recientemente en gatos, desde la OMSA han publicado una serie de preguntas y respuestas en las que explica la influenza aviar en estos félidos. En primer lugar, la organización señala que, aunque afecta principalmente a las aves de corral y las aves silvestres, la gripe aviar puede transmitirse ocasionalmente a los mamíferos, incluidos los gatos. “Los gatos son huéspedes poco habituales de la gripe aviar”, enfatizan.
En cuanto a los modos de infección para los gatos, apuntan a la exposición a aves silvestres o de corral infectadas, o a productos alimentarios asociados, son modos de infección para los gatos. Sin embargo, se necesitan más estudios para comprender mejor esta cuestión.
Cuando se infectan, los gatos pueden mostrar una serie de signos clínicos, como apatía, pérdida de apetito, depresión grave, fiebre, disnea (dificultad para respirar), enfermedad neurológica, signos respiratorios y entéricos, ictericia y muerte. Se espera que estos signos se desarrollen a los pocos días de la exposición al virus y, como ocurre con muchas infecciones víricas, algunos gatos pueden mostrar sólo signos leves, detallan desde la OMSA.
Eso sí, en cuanto a la letalidad, advierten que algunos gatos han muerto de gripe aviar. De esta forma, la gravedad de la enfermedad en los gatos puede variar mucho según la cepa específica de gripe aviar de que se trate y el estado de salud e inmunitario de cada gato. “Algunos gatos infectados pueden presentar sólo síntomas leves o incluso ser asintomáticos, mientras que otros pueden desarrollar dificultad respiratoria grave y otras complicaciones que pueden conducir a la muerte”, subrayan.
Desde la OMSA remarcan que los gatos no son vectores epidemiológicos importantes de la gripe aviar para las personas u otros animales. Aunque es poco probable que las personas contraigan la gripe aviar por contacto con un gato salvaje, callejero, asilvestrado o doméstico infectado, es posible, sobre todo si hay una exposición prolongada y sin protección a un animal infectado.
Por ello, recomiendan que deben tomarse precauciones al manipular un animal enfermo, ya sea una mascota o un animal salvaje. Eso sí, “el riesgo de transmisión de la gripe aviar de un gato enfermo a un ser humano es actualmente muy bajo o insignificante”, tranquilizan.
En cuanto a las medidas de precaución de la sospecha de influenza aviar en los felinos, los casos sospechosos de gripe aviar en gatos deben aislarse de otras mascotas, y las personas que los manipulen deben llevar el equipo de protección individual (EPI) adecuado.
Asimismo, aconsejan ponerse en contacto con el veterinario si se sospecha que el gato se encuentra mal y ha estado expuesto a la gripe aviar, y si se experimentan síntomas parecidos a los de la gripe, consultar a un médico.
Por último, desde la OMSA enumeran una serie de precauciones pueden tomarse para evitar que los gatos se expongan a la gripe aviar. En primer lugar, en la medida de lo posible, evitar el contacto directo con aves de corral enfermas, aves silvestres caídas, objetos con restos de excrementos de aves, o superficies o fuentes de agua (por ejemplo: estanques, abrevaderos, lagos) que puedan estar contaminadas con saliva, heces o fluidos corporales de aves.
También, al volver a casa, recomiendan asegurarse de que sus zapatos están fuera del alcance de los gatos, después de volver a casa de zonas al aire libre que puedan tener excrementos de aves, limpiarse los zapatos; y desinfectar la superficie donde se haya colocado los zapatos.
Además, recomiendan seguir las prácticas higiénicas habituales, como lavarse las manos con agua caliente y jabón, sobre todo al volver a casa y antes de manipular alimentos; mantener unas condiciones higiénicas cuando se prepare la comida para los gatos; y evitar alimentar a los gatos con carne de ave cruda, sobre todo si se informa de brotes de gripe aviar en la región.
“Manténgase informado sobre los últimos anuncios de las autoridades locales. El riesgo de que los gatos estén expuestos a la gripe aviar será mayor si se informa de la existencia de gripe aviar en su zona”, concluyen desde la OMSA.
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