La noche de San Juan se caracteriza por el uso de fuegos artificiales y petardos, un ambiente de ruido que puede generar episodios de miedo en perros
La noche de San Juan y el pánico de los perros al ruido de la pirotecnia
La noche de San Juan se caracteriza por el uso de fuegos artificiales y petardos, un ambiente de ruido que puede generar episodios de miedo en perros
Redacción -
20-06-2025 - 14:30 H - min.
La llegada de la noche de San Juan este 23 de junio marca uno de los momentos más intensos del calendario festivo. Las hogueras, la música y los fuegos artificiales conforman una celebración muy querida para muchos ciudadanos, pero suponen también uno de los episodios más críticos del año para miles de animales de compañía.
Y es que la pirotecnia, omnipresente durante las celebraciones, genera en perros y gatos problemas que pueden llegar a ser muy graves. Según datos del Colegio de Veterinarios de Barcelona (COVB), entre el 25% y el 50% de los animales domésticos presentan sensibilidad acústica suficiente como para sufrir estrés clínico ante ruidos intensos e imprevisibles. La reacción se debe a su agudeza auditiva, muy superior a la del ser humano, que convierte cada explosión en un estímulo descontrolado e ineludible.
El resultado es una activación intensa del sistema nervioso que puede derivar en jadeo constante, temblores, vocalizaciones, pérdida de control esfinteriano o intentos desesperados de huida. Estos episodios afectan directamente al bienestar animal y, en casos extremos, pueden llegar a comprometer su vida.
El impacto no se limita al entorno doméstico. Datos recogidos por el Archivo de Identificación de Animales de Compañía de Cataluña (AIAC) muestran que durante los días próximos a la verbena de San Juan se produce un aumento del 63% en los avisos de animales perdidos, en comparación con una semana normal.
Ante esta situación, tanto el COVB como el Colegio de Abogados de Barcelona (ICAB) han hecho llamamientos conjuntos para fomentar un uso regulado de la pirotecnia, reclamar mayor vigilancia sobre el cumplimiento de horarios y decibelios permitidos y promover alternativas como fuegos silenciosos o espectáculos de luz.
En paralelo a las medidas estructurales, el ámbito clínico también ha incorporado soluciones para aliviar el miedo animal vinculado a los ruidos. Uno de los avances más relevantes es Sileo, de Ecuphar, un medicamento veterinario autorizado con indicación específica para el tratamiento del miedo agudo al ruido en perros.
Su principio activo, la dexmedetomidina, actúa como modulador del sistema nervioso simpático. Se aplica en gel sobre la encía del animal, sin necesidad de ingestión, y logra reducir los síntomas de ansiedad sin provocar sedación profunda.
Junto a esta opción farmacológica, existen complementos alimenticios de base natural pensados para animales con sensibilidades leves o como medida preparatoria. Entre ellos destaca Dr. Dingo Relax, un suplemento líquido que combina ingredientes como el té verde —fuente de L-teanina—, griffonia —fuente de triptófano, precursor de la serotonina—, melisa y espino blanco.
Se trata de una suplementación natural que les relaja de manera totalmente natural y sin efectos de somnolencia, incrementando los niveles de neurotransmisores básicos para alcanzar un estado de bienestar prolongado.