JUEVES, 13 de febrero 2025

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MASCOTAS

Niños inmunodeprimidos y mascotas: Los veterinarios de España tienen más conocimientos en zoonosis que los médicos

Una encuesta impulsada por el Hospital Universitario La Paz a más de 500 veterinarios de toda España ha analizado su papel en la prevención de zoonosis mediante el asesoramiento a familias de niños inmunodeprimidos con mascotas

Ana Méndez Echevarría, coordinadora de Pediatría Hospitalaria e Inmunodeficiencias del Servicio de Pediatría, Enfermedades Infecciosas y Tropicales del Hospital La Paz (Animal's Health).
Ana Méndez Echevarría, coordinadora de Pediatría Hospitalaria e Inmunodeficiencias del Servicio de Pediatría, Enfermedades Infecciosas y Tropicales del Hospital La Paz (Animal's Health).

Niños inmunodeprimidos y mascotas: Los veterinarios de España tienen más conocimientos en zoonosis que los médicos

Una encuesta impulsada por el Hospital Universitario La Paz a más de 500 veterinarios de toda España ha analizado su papel en la prevención de zoonosis mediante el asesoramiento a familias de niños inmunodeprimidos con mascotas

Francisco Ramón López - 21-12-2023 - 16:45 H - min.

La tenencia de mascotas está muy extendida y ofrece numerosos beneficios a personas y familias. Sin embargo, se debe considerar cuidadosamente el riesgo de enfermedades zoonósicas, especialmente en pacientes inmunodeprimidos.

En este sentido, se han identificado lagunas de conocimiento en las medidas preventivas de las zoonosis, lo que subraya el papel vital de los veterinarios a la hora de abordar esta cuestión. Por ello un grupo de investigadores del Hospital Universitario La Paz y del CISA-INIA, dirigidos por la pediatra Ana Méndez, han publicado los resultados de un estudio que analiza este tema.

Ana Méndez, coordinadora de Pediatría Hospitalaria e Inmunodeficiencias del Hospital La Paz, recibió el premio 'One Health' de España de Animal’s Health este mismo año por sus investigaciones sobre el impacto de las zoonosis en niños inmunodeprimidos.

El estudio está basado en un cuestionario anónimo desarrollado por los propios investigadores que se distribuyó por correo electrónico a clínicas veterinarias españolas de pequeños animales a través de los Colegios Oficiales de Veterinarios de España, así como a través de empresas privadas (Elanco y MSD Animal Health) y por este medio.

El objetivo era evaluar el conocimiento y las recomendaciones de los veterinarios sobre la tenencia de mascotas por parte de personas inmunocomprometidas. Además, compararon estos conocimientos con las respuestas de profesionales sanitarios europeos especializados en receptores de trasplantes pediátricos.

Este es, según destacan los autores, “uno de los primeros estudios que evalúa el papel de los veterinarios en el manejo de mascotas de propietarios inmunocomprometidos y analiza las recomendaciones proporcionadas por estos profesionales”.

En total, 514 veterinarios con experiencia que trabajaban principalmente en clínicas de atención primaria respondieron, y el 63% de los encuestados admitió que no preguntaba de forma rutinaria sobre la presencia de personas inmunodeprimidas entre los propietarios de mascotas, aunque el 54% ofreció recomendaciones específicas para este grupo.

En este sentido, explican que los veterinarios están debidamente actualizados sobre las recomendaciones incluidas en las pautas publicadas para mascotas que viven con propietarios inmunocomprometidos (73% de los veterinarios encuestados siguieron las directrices del Consejo Científico Europeo para los Parásitos de los Animales de Compañía), y proporcionan recomendaciones clínicas escritas en más ocasiones que los médicos europeos que atienden a niños inmunocomprometidos (54% frente a 38%).

Las recomendaciones de los veterinarios para propietarios inmunocomprometidos incluyeron básicamente desparasitación intestinal (97%); desparasitación externa (90%); higiene y estilo de vida de las mascotas (86%); inmunización (72%); frecuencia de controles veterinarios (67%); cribado específico de enfermedades/zoonosis (53%); y alimentación (31%).

Así, la mayoría de los veterinarios encuestados cumplieron con las pautas de desparasitación para mascotas propiedad de personas inmunocomprometidas (73%) y demostraron prácticas sólidas en la prevención de Leishmania (98%) y Leptospira (98%), así como también recomendaron evitar los alimentos crudos (97%).  Sin embargo, se observaron lagunas en lo que respecta a la vacunación contra Bordetella bronchiseptica (52%).  

Aquí explican que, aunque la vacuna contra B. bronchiseptica es complementaria, debe considerarse para mascotas de propietarios inmunocomprometidos, dado que podría causar infecciones graves.

“Según estudios previoshasta el 50% de las familias españolas de niños inmunocomprometidos que poseen perros y/o gatos no cumplen al menos una de las recomendaciones en materia de vacunación, desparasitación, alimentación y/o controles veterinarios”, señalan.

LOS VETERINARIOS TIENEN MÁS CONOCIMIENTOS SOBRE ENFERMEDADES ZOONÓSICAS EN HUMANOS QUE LOS MÉDICOS

Además, los veterinarios superaron a los profesionales médicos en su conocimiento de los casos zoonósicos en humanos y la identificación de microorganismos zoonósicos. “Nuestros resultados sugieren que los veterinarios en España tienen un mejor conocimiento sobre patógenos zoonósicos y una mayor capacidad y formación para diagnosticar enfermedades zoonósicas en comparación con otros médicos europeos”, indican los autores.

Según los resultados de la encuesta, al menos el 71% de los veterinarios conocían un caso de infección zoonósica transmitida de una mascota a su propietario, mientras que sólo el 29% de los profesionales médicos europeos que atendían a niños trasplantados recordaban haber diagnosticado una zoonosis en sus pacientes.

“La mayoría de los veterinarios encuestados están acostumbrados a diagnosticar en mascotas infecciones potencialmente transmisibles al ser humano, principalmente parasitosis intestinales y dermatofitosis. Curiosamente, los veterinarios identificaron más fácilmente los patógenos zoonósicos en comparación con los profesionales médicos, lo que indica su experiencia en este campo”, destacan.

Sin embargo, admiten que algunos patógenos específicos, como Chlamydia psittaciHantavirus Francisella tularensis, fueron mejor identificados por los profesionales médicos a pesar de la presencia de estos patógenos zoonósicos en el área del estudio de la encuesta.

“Esto podría explicarse porque los veterinarios que trabajan principalmente con perros y gatos pueden no ser conscientes de estas enfermedades, ya que los perros y los gatos no son los principales reservorios de estas enfermedades. C. psittaci está presente en aves, Hantavirus en roedores y F. tularensis en roedores y lagomorfos”, explican.  

Teniendo esto en cuenta, los autores destacan que los veterinarios que trabajan con animales exóticos y en ámbitos relacionados con la salud pública “desempeñan un papel crucial en la prevención de estas zoonosis”.

Debido a estas lagunas en el conocimiento de los veterinarios, para los investigadores existe una necesidad de aumentar la conciencia y la comunicación entre los profesionales médicos y veterinarios”. “Nuestros resultados resaltan la importancia de un enfoque de One Health en la atención de pacientes inmunocomprometidos que poseen mascotas”, inciden.

EL RIESGO DE ENFERMEDADES ZOONÓSICAS SEGÚN EL TIPO DE MASCOTA

En cuanto a la percepción de riesgo para los diferentes tipos de mascotas, casi el 80% de los veterinarios desaconsejan tener un cachorro o un gatito menor de 6 meses si en la familia hay una persona inmunodeprimida, en línea con las recomendaciones.

En cuanto a gatos adultos, los veterinarios y los médicos coincidieron en cuanto al riesgo (más del 50% lo consideraron bajo). Sin embargo, en perros, los veterinarios que los consideraron de alto riesgo (36,2%) doblaban al de médicos (18,5%).

Por otro lado, alrededor del 35% de los veterinarios encuestados considera que los reptiles y las tortugas son animales de bajo riesgo o sin riesgo. Sin embargo, los autores recuerdan que estas mascotas son portadoras frecuentes de patógenos zoonósicos como Salmonella y Cryptosporidium.

Lo mismo ocurre con las aves (36,6% las consideran de bajo riesgo), a pesar de que son portadoras de Cryptococcus, y dar lugar a otros eventos zoonósicos comunes, como salmonelosis, campilobacteriosis, giardiasis y criptosporidiosis, que son relevantes en pacientes inmunocomprometidos. De hecho, señalan que los médicos son más conscientes que los veterinarios de los riesgos asociados con la presencia de aves en el hogar del paciente (58,9% frente a 46,3%).

EL PAPEL FUNDAMENTAL DE LOS VETERINARIOS EN LA PREVENCIÓN DE ZOONOSIS EN PACIENTES INMUNODEPRIMIDOS

En resumen, para los investigadores, “los veterinarios desempeñan un papel fundamental en la prevención de zoonosis, brindando el cuidado adecuado a las mascotas de propietarios inmunocomprometidos, para lo cual se deben ofrecer recomendaciones y consideraciones específicas”.

“Deberían involucrarse en un plan de salud específico para mascotas y deberían preguntar activamente sobre los propietarios inmunodeprimidos o la presencia de pacientes inmunodeprimidos en el hogar”, recomiendan.

Por lo tanto, consideran fundamental formar tanto a profesionales como a pacientes para promover la salud y reducir el riesgo de zoonosis. “Casi todos los veterinarios encuestados consideraron beneficioso tener disponibles en sus clínicas recomendaciones de atención veterinaria específicas para clientes inmunocomprometidos”, destacan.

En este sentido, las aplicaciones y herramientas digitales diseñadas para pacientes podrían ofrecer una forma accesible y comprensible para que los dueños de mascotas obtengan información relevante y apoyo sobre la salud y el bienestar de sus animales.

“Al promover la colaboración entre profesionales de una variedad de disciplinas, incluida la medicina humana y veterinaria, podemos abordar colectivamente los desafíos de salud de manera más efectiva y trabajar para mejorar el bienestar tanto de los humanos como de los animales, reforzando el concepto de ‘Una sola salud’, que se centra en la interrelación entre la salud humana, animal y ambiental”, concluyen.

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