Los mapaches, un peligro para la salud de los animales de compañía

El aumento de la población de mapaches en la Comunidad de Madrid ha hecho saltar las alarmas, ya que, además de considerarse una especie exótica invasora que desplaza a la fauna silvestre autóctona, con las consecuencias negativas que ello conlleva, también producen daños al sector agrícola, que ya han sido puestos en conocimiento de las autoridades por asociaciones como la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Madrid.

En este sentido, el Gobierno de la Comunidad de Madrid cifró en 814 los ejemplares de mapache capturados entre los años 2007 y 2018. Asimismo, fuentes oficiales como el Instituto de Recursos Cinegéticos ha estimado que toda la población de mapaches madrileña comenzó con tan solo un par de hembras, procedentes del comercio de mascotas exóticas y abandonadas en el medio silvestre, que se han ido reproduciendo hasta dar lugar a las elevadas cifras de captura actuales.

Pero además de suponer un problema para la fauna autóctona y el sector agrícola, los mapaches podrían ser un riesgo nada desestimable para la salud de los animales de compañía que habiten en las zonas donde se encuentran colonias de estos animales. Y es que, en Estados Unidos, en concreto en el Condado de Cook (Illinois), se están encontrando casos, cada vez más frecuentes, de mapaches enfermos de moquillo canino.

Esta enfermedad de origen viral ataca tanto a carnívoros silvestres (coyotes, zorros o mapaches) como domésticos, siendo especialmente severa con los perros, ya que afecta a sus vías respiratorias, estómago e intestinos, llegando a interferir de manera muy agresiva en el sistema nervioso central de los canes que la padecen, y ante casos de posible contagio, los veterinarios recomiendan acudir de manera inmediata a la clínica para poder salvar la vida del animal.

En el caso de EEUU, la Universidad de Illinois ha comenzado a trabajar estrechamente junto con los funcionarios del Condado de Cook mediante su programa de patología zoológica, para implementar el control del virus del moquillo y alertar a la población sobre los brotes que tengan lugar. Gracias a la colaboración con la Universidad, se han podido detectar un aumento en el número de brotes. Ante este escenario, se ha procedido a alertar tanto a los veterinarios de los refugios de animales como a propietarios de perros, a los que se les ha pedido que vacunen a sus animales, ya que los perros vacunados no pueden infectarse y contraer la enfermedad.