Estos collares aumentan el miedo, el estrés y pueden alterar el bienestar del animal, según los investigadores. Además, los expertos recuerdan que el refuerzo positivo es la manera más adecuada de entrenar a los perros
Los collares electrónicos suponen un riesgo para el bienestar canino
Estos collares aumentan el miedo, el estrés y pueden alterar el bienestar del animal, según los investigadores. Además, los expertos recuerdan que el refuerzo positivo es la manera más adecuada de entrenar a los perros
Fernando Núñez Benítez -
27-06-2018 - 14:00 H - min.
La Sociedad Europea de Etología Clínica Veterinaria realizaba el año pasado una declaración contra el uso de collares electrónicos en el entrenamiento canino y pedía una prohibición de su venta y uso en Europa. Ahora, la etóloga Sylvia Masson y varios científicos vuelven a cuestionar en una investigación el uso de este tipo de collar.
El estudio de la veterinaria considera varios tipos de collares. Por un lado, los collares que se activan por el ruido y automáticamente dan un golpe al perro cuando ladra, cercas electrónicas que tienen sensores subterráneos y cuando el perro cruza el límite, el collar del perro da una descarga eléctrica, y los collares controlados por control remoto que permiten que una persona proporcione un golpe al perro a distancia.
De este modo, el estudio muestra que el uso de estos collares aumenta el miedo y el estrés en perros que han sido entrenados con ellos. También es posible que los perros lo asocien con otras cosas que no sean el comportamiento que se busca castigar, por ejemplo, con el entrenador, la ubicación del entrenamiento o, en el caso de las cercas, con personas o perros que pasan por allí.
Por otra parte, el informe también estudia los collares de pulverización que liberan una bocanada de aire o un chorro cuando un perro ladra. Los expertos explican que “si se utilizan collares de pulverización, debe estar bajo la supervisión de un veterinario o conductista”.
Además, hace referencia a otros estudios que descubrieron que estos métodos presentan riesgos para el bienestar de los animales. Los científicos resaltan que “muchas personas desconocen que el refuerzo positivo es la manera más correcta de entrenar a los perros”.
Finalmente, la investigación concluye que “no hay evidencia científica creíble para justificar el uso del collar electrónico y el uso de collares de pulverización o vallas electrónicas para perros. Por el contrario, hay muchas razones para nunca usar estos dispositivos. Existen mejores opciones de entrenamiento, con eficacia comprobada y de bajo riesgo".