La profesora de la Universidad de Surrey Clare Rusbridge descarta la necesidad de la prohibición de razas de perro, pero aboga por mayor regulación y la necesidad de aplicar técnicas de mejora genética
Llamamiento para mejorar la cría de perros: “El sistema está obsoleto y debe cambiar”
La profesora de la Universidad de Surrey Clare Rusbridge descarta la necesidad de la prohibición de razas de perro, pero aboga por mayor regulación y la necesidad de aplicar técnicas de mejora genética
Francisco Ramón López - 05-06-2024 - 12:33 H - min.
Algunas prácticas de cría de perros están dando lugar a problemas de bienestar animal y algunos países como Holanda, Noruega, Finlandia o Alemania están tomando medidas en este sentido. Ante este contexto, Clare Rusbridge, veterinaria y profesora de la Universidad de Surrey (Reino Unido), ha redactado un documento en el que hace un llamamiento para cambiar la situación.
La veterinaria recuerda que la cría o el abastecimiento irresponsable de animales es la principal preocupación de los veterinarios en el Reino Unido, y más de la mitad (55%) la cita como la principal preocupación o el problema más apremiante.
Las prácticas de cría poco éticas significan que los propietarios adquieren animales endogámicos enfermos, que, según Rusbridge, “a menudo viven con dolor y tienen problemas de comportamiento”.
Con frecuencia, apunta, requieren tratamientos veterinarios costosos y pueden ser abandonados. “La moda de ciertas características ‘bonitas’ en los perros está generando una demanda insostenible, lo que a su vez está alimentando malas prácticas de reproducción, altos precios de los cachorros, el crecimiento de granjas de cachorros y la importación ilegal de perras preñadas y animales potencialmente enfermos”, denuncia.
“Necesitamos urgentemente combinar la comprensión tecnológica moderna de la genética con las antiguas habilidades de los criadores para generar selectivamente nuevos rasgos para la salud y el vigor”, considera la profesora universitaria.
Muchas razas se enfrentan a condiciones dolorosas y que limitan su vida, que requieren atención veterinaria costosa, causadas por prácticas de cría deficientes y obsoletas. En este punto, explica que la investigación de la Universidad de Surrey sobre la malformación canina tipo Chiari y la siringomielia ha puesto de relieve la difícil situación del Cavalier King Charles Spaniel (CKCS) y otros perros braquicéfalos y la urgente necesidad de un cambio.
De hecho, remarca que la Corte Suprema de Noruega prohibió la cría del Cavalier King Charles Spaniel e impuso restricciones a la cría de Bulldogs. “Los holandeses introdujeron legislación para prohibir todos los perros extremadamente braquicéfalos y lanzaron una campaña nacional contra la posesión de perros de cara plana. El club finlandés y sueco CKCS ha dado luz verde a un programa de cruce para mejorar la salud del Cavalier”, incide.
Por ello, aboga por tomar una serie de medidas en el gobierno del Reino Unido para que se respete la Ley de Bienestar Animal de 2006. “El espíritu de la ley no se está promulgando, el bienestar animal se ve afectado debido al mantenimiento de prácticas de cría no científicas”, insiste.
Asimismo, afirma que “el sistema de cría de perros está obsoleto y debe cambiar”. “Mientras el Kennel Club mantenga descripciones exteriores de las razas, cierre los libros genealógicos y promueva la pureza de la raza, y los criadores sigan las directrices del Kennel Club, el sistema seguirá produciendo perros enfermos, con esperanzas de vida más cortas y que requerirán costosos tratamientos veterinarios”, señala.
A este respecto, asegura que “las pruebas de salud de los perros no son suficientes, la cría es una ciencia, no un esfuerzo de aficionados”. “Los ganaderos ya utilizan la estimación de los valores genéticos. Esta es la herramienta adecuada para controlar la mayoría de las enfermedades hereditarias; los criadores de perros deben hacer lo mismo”, indica.
Y es que advierte que “la cría con poblaciones genéticas pequeñas con libros genealógicos cerrados no es sostenible”. “El cruce y la apertura de registros raciales es la única manera de mejorar el bienestar animal y salvar determinadas razas de la extinción. Si queremos que algunas razas sobrevivan, debemos aceptar que tendrán que verse diferentes a la apariencia actual”, defiende.
“La demanda de cachorros debe satisfacerse mediante una oferta estable dentro del propio mercado de un país. El crecimiento de las granjas de cachorros y el contrabando de perros se ve impulsado por una oferta insuficiente de perros de raza. Repensar las pautas de reproducción, pasando del pedigrí a los perros cruzados, conducirá a animales más sanos y a un suministro más estable y expulsará el comercio ilegal de cachorros”, añade.
Para la experta, el camino a seguir es una mejor regulación de la cría de perros, en lugar de prohibirlas. “Apoyar a los amantes de los perros que quieran reproducirse a partir de sus animales, en lugar de confinar la cría a un grupo selecto, podría garantizar un suministro sostenible de perros sanos. La cría de perros necesita un renacimiento”, subraya.
“Podemos restaurar la salud mediante la mejora genética. Solía considerarse como una habilidad de un criador cruzar rasgos específicos y podemos fomentar esta práctica. Necesitamos cruzar estos animales para su salud y su supervivencia”, concluye.