VIERNES, 29 de marzo 2024

VIE, 29/3/2024

MASCOTAS

Las pulgas, una de las causantes de la anemia felina en verano

Los expertos recomiendan seguir el calendario de vacunación y desparasitación para evitar que diferentes tipos de parásitos como las pulgas infecten a los gatos que salen fuera del hogar durante la temporada estival

Las pulgas, una de las causantes de la anemia felina en verano

Las pulgas, una de las causantes de la anemia felina en verano

Los expertos recomiendan seguir el calendario de vacunación y desparasitación para evitar que diferentes tipos de parásitos como las pulgas infecten a los gatos que salen fuera del hogar durante la temporada estival

Javier López Villajos - 14-08-2018 - 12:15 H - min.

Son muchos los parásitos externos a los que se enfrentan las mascotas en verano, como las pulgas y las infecciones que transmiten, siendo una de las posibles causas de una enfermedad potencialmente debilitante para los gatos: la anemia.

Los profesionales de la clínica veterinaria La Ribera Veterinaris de Palma de Mallorca explican que la “anemia infecciosa felina”, o utilizando un término más exacto, la “micoplasmosis hemotrópica felina“, es una infección de la sangre de los gatos por micoplasmas.

“Estos micoplasmas o bacterias se adhieren a las membranas de los glóbulos rojos del huésped felino. El animal se encuentra bien de salud hasta que su sistema inmune reconoce la presencia de las bacterias, momento en que empieza a crear anticuerpos que terminan uniéndose al micoplasma, lo que destruye y elimina los glóbulos rojos del animal, provocándole finalmente la anemia”, resumen los expertos de la Asociación de veterinarios españoles especialistas en pequeños animales (Avepa).

FORMAS DE PREVENCIÓN

De cualquier forma, los profesionales de la clínica veterinaria La Ribera Veterinaris señalan que los gatos que deambulan fuera del hogar durante la época estival son más propensos a infectarse por pulgas u otros parásitos portadores de la infección como las garrapatas o los mosquitos. Por otro lado, “los gatos machos de entre cuatro y seis años que no disponen de todas las vacunas y desparasitaciones” son otro grupo de riesgo debido a la falta de prevención que sufren ante diferentes tipos de enfermedades. Y por último, las mordeduras que se producen entre las peleas de los gatos que ya están infectados suponen otro factor a tener en cuenta.

SÍNTOMAS A OBSERVAR

Entre los síntomas más destacados, el gato puede sufrir fiebre, palidez de las mucosas, cansancio, falta de apetito, pérdida de peso o problemas respiratorios, tal y como indican los expertos de Avepa, quiénes a través de una prueba realizada mediante tecnología PCR (Polymerase Chain Reaction por sus siglas en inglés) pueden detectar la cantidad y el tipo de ADN procedente de los microorganismos portadores de la infección que están dentro del cuerpo del animal. Con todo, advierten que esta enfermedad puede complicarse si el sistema inmune del gato ya está debilitado por la presencia de otras enfermedades como la leucemia felina (FeLV) o si el animal padece estrés, factor que juega un papel importante en una posible recaída del animal.

TRATAMIENTO QUE ADMINISTRAR

Diagnosticada la infección, el tratamiento que debe recibir el gato en cuestión es de tipo antibiótico, para acabar con las bacterias que invaden su organismo, durante las siguientes tres semanas. De forma complementaria, los profesionales de la clínica veterinaria La Ribera Veterinaris también advierten que algunos casos requieren del uso de corticoides para evitar la autodestrucción de glóbulos rojos y en los casos más extremos, una transfusión de sangre. Pese a todo, los expertos recomiendan que es básico alimentar bien e hidratar mucho al gato para que su sistema inmunológico vaya, poco a poco, reforzándose.

Esta información es meramente orientativa. En Animal’s Health, le recordamos que, ante cualquier duda, lo mejor es que lleve a su mascota al veterinario.

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