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MASCOTAS

Las hembras de perro tienen más predisposición a sufrir cistitis

Siendo frecuente la infección urinaria en las mascotas, los expertos señalan que las hembras, ya sean de perro o de gato, tienen más predisposición a sufrir una cistitis ya que su uretra es más corta que la de los machos, además de quedar expuesta a toda clase de bacterias externas

Las hembras de perro tienen más predisposición a sufrir cistitis

Las hembras de perro tienen más predisposición a sufrir cistitis

Siendo frecuente la infección urinaria en las mascotas, los expertos señalan que las hembras, ya sean de perro o de gato, tienen más predisposición a sufrir una cistitis ya que su uretra es más corta que la de los machos, además de quedar expuesta a toda clase de bacterias externas

Javier López Villajos - 26-11-2018 - 14:10 H - min.

Uno de los principales problemas que afectan a las mascotas son las recurrentes infecciones urinarias, causadas por la infección de bacterias externas que provocan en el animal una mayor necesidad de orinar pero expulsando una menor cantidad de orina, además de las pequeñas pérdidas que puede experimentar mientras está en el hogar. Con todo, las hembras, ya sean de perro o de gato, son más propensas a sufrir una cistitis debido a este motivo.

Los profesionales del Colegio Oficial de Veterinarios de Alicante explican que la cistitis consiste en la inflamación de la vejiga de la orina. Dado que el aparato urinario, que está formado por los riñones, la vejiga, los uréteres y la uretra, está en contacto con el exterior para expulsar la orina, éste también queda expuesto al contagio de una infección por parte de microbios externos si no dispone de un potente sistema de defensa.

Normalmente, la vejiga de la orina es capaz de acumular una cantidad limitada de orina, por lo que, si las paredes de ésta se inflaman, la vejiga almacena menos cantidad y aumenta el número de veces que el animal necesita orinar. Pese a todo, se orina más veces pero en menor cantidad, detallan los profesionales de la clínica veterinaria.

Con todo, los expertos señalan que las hembras, ya sean de perro o de gato, sufren con más frecuencia la cistitis debido a que su uretra es más corta que la de los machos, lo que las predispone a contraer un mayor número de infecciones urinarias. Por el contrario, los machos suelen tener más problemas debido a la obstrucción de la salida de la orina, matizan.

POSIBLES CAUSAS

Las causas que pueden originar esta infección son diversas. Los veterinarios apuntan que esta inflamación de la mucosa de la vejiga habitualmente está provocada por infecciones de la orina donde las bacterias y los microorganismos juegan un papel fundamental en los momentos en que el sistema inmune del animal tiene pocas defensas.

Por otro lado, este tipo de infección urinaria es un efecto secundario de otros problemas que inciden sobre el buen funcionamiento y el mecanismo de protección que ofrece el tracto urinario. De esta manera, pueden intervenir factores como la presencia de cálculos, malformaciones del aparato urinario, enfermedades endocrinas, otras que debilitan el sistema inmune del animal o incluso la presencia de tumores o metástasis de éstos.

SÍNTOMAS

El animal que padezca cistitis experimentará una mayor necesidad de orinar, mientras que la micción le provoca un intenso escozor.

Esta sensación puede generarle además más ganas de salir a la calle dada una frecuente necesidad de orinar, adoptar posturas extrañas durante la micción para evitar el dolor, expulsar poca cantidad de orina que en ocasiones presenta un color rojizo debido a la presencia de sangre, la necesidad de lamerse sus zonas genitales y la pérdida incontrolada de pequeñas gotas de orina por todo el hogar.

Dada la incomodidad que le produce la cistitis, es presumible que el animal también sufra apatía o letargia.

TRATAMIENTO

El veterinario tiene que realizarle una exploración física, contemplando la posibilidad de realizarle una analítica de orina que revelará el estado del Ph, la presencia de sangre o pus, infección o cristales.

En algunos casos, también es necesaria la realización de radiografías y ecografías para confirmar el diagnóstico.

Tras la administración de un tratamiento antibiótico que combata la infección, los veterinarios advierten de que cabe la posibilidad de que el animal recaiga. Esto puede deberse a que las bacterias que provocaron la infección urinaria se han hecho resistentes al tratamiento antibiótico, o bien, a que alguno de los factores desencadenantes de la cistitis no está del todo controlado como en los casos en que esté producida por la presencia de cálculos o cristales, donde será necesaria una dieta especial que los elimine.

Esta información es meramente orientativa. En Animal’s Health, le recordamos que, ante cualquier duda, lo mejor es que lleve a su mascota al veterinario. 

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