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MASCOTAS

La vacunación, clave para frenar el contagio de la gripe felina

Los expertos señalan que, dado el contacto directo que se llega a producir entre gatos de diferente procedencia, el grado de contagio de la gripe felina es alto. Con el fin de evitar las numerosas complicaciones para su salud que conlleva esta enfermedad, se recomienda seguir el calendario de vacunación establecido por el veterinario

La vacunación, clave para frenar el contagio de la gripe felina

La vacunación, clave para frenar el contagio de la gripe felina

Los expertos señalan que, dado el contacto directo que se llega a producir entre gatos de diferente procedencia, el grado de contagio de la gripe felina es alto. Con el fin de evitar las numerosas complicaciones para su salud que conlleva esta enfermedad, se recomienda seguir el calendario de vacunación establecido por el veterinario

Javier López Villajos - 10-12-2018 - 14:00 H - min.

Los profesionales advierten de que aquellos gatos que interactúan con otros grupos de gatos corren el riesgo de contraer una rinotraqueítis o gripe felina, causada a su vez por el contagio del herpesvirus felino (FVH-1) o del calicivirus felino (FCV), siendo ambos virus transmitidos principalmente por el contacto directo.

Los expertos del centro veterinario Albayda explican que la rinotraqueítis, o más comúnmente conocida como la gripe felina, es una enfermedad respiratoria de tipo vírico que afecta a los gatos por medio del contagio de uno de los dos tipos de virus comentados anteriormente.

Se trata de una enfermedad muy contagiosa que, según los veterinarios, puede derivar en una neumonía, enfermedad que llega a ser mortal en aquellos ejemplares de gato que tienen menos de seis meses de edad.

Y es que la rinotraqueítis o gripe felina se propaga con mayor facilidad en los casos en que los gatos se encuentran agrupados, como puede ser el caso de los gatos ferales o aquellos que están en un centro de cría o en protectoras, según los profesionales de la clínica veterinaria Colores.

SINTOMATOLOGÍA

Los veterinarios señalan que la mayoría de los gatos que contraen esta enfermedad empiezan a estornudar, a toser y a salivar en exceso. 

Entre los siguientes síntomas que manifiestan se encuentran la fiebre; la posible aparición de úlceras en la córnea, infecciones como la conjuntivitis y la uveítis, y el lagrimeo; además de una mucosidad abundante, espesa y opaca que obstruye los orificios nasales formando una costra. 

Con todo el gato también puede experimentar complicaciones respiratorias, falta de apetito, apatía, cojera y, en los casos más graves, posibles abortos de tratarse de una gata preñada.

Los expertos indican que, si bien la mayoría de los gatos se recuperan de esta afección, tienen el riesgo de padecer secuelas permanentes, además de la posibilidad de volver a experimentar los síntomas de la enfermedad de manera intermitente.

DIAGNÓSTICO

El veterinario puede determinar si un gato padece rinotraqueítis a través de una serie de pruebas de laboratorio realizadas con la muestra de lágrimas, saliva o sangre.

Una vez diagnosticada la enfermedad, el tratamiento prescrito será de tipo antibiótico cuyo objetivo es eliminar las posibles infecciones secundarias que pueden causar las bacterias de este virus, ya que no hay un tratamiento específico para el herpesvirus felino. 

Con todo, los expertos recuerdan que la mejor forma de evitar el contagio de esta enfermedad es mediante la vacunación ya que puede reducir la gravedad y la duración de la rinotraquítis en el caso de ser contraída. De esta forma, reiteran que la vacunación primaria en gatos suele realizarse a las 8 o 9 semanas de edad, administrando una segunda dosis a las 12 semanas. Posteriormente, se pasará a un calendario de revacunación anual.

Además, también consideran importante la limpieza de las secreciones que expulse el gato a través de los ojos, la nariz y la boca. Y es que, aquellos gatos que son portadores del virus, lo eliminan de forma continua, convirtiéndose así en una fuente de contagio para otros gatos. De ahí la importancia de mantener aislados a aquellos gatos que hayan estado en contacto con otros gatos infectados y de adoptar medidas de higiene como el uso de desinfectantes para evitar la propagación de la infección.

Esta información es meramente orientativa. En Animal’s Health, le recordamos que, ante cualquier duda, lo mejor es que lleve a su mascota al veterinario.  

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