JUEVES, 25 de abril 2024

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MASCOTAS

La tos canina, un riesgo para el sistema inmune de los perros

Los expertos advierten que los cambios de temperatura del otoño debilitan el sistema inmune de las mascotas, haciéndolas más vulnerables a los efectos del resfriado

La tos canina, un riesgo para el sistema inmune de los perros

La tos canina, un riesgo para el sistema inmune de los perros

Los expertos advierten que los cambios de temperatura del otoño debilitan el sistema inmune de las mascotas, haciéndolas más vulnerables a los efectos del resfriado

Javier López Villajos - 26-09-2018 - 13:30 H - min.

Dada la sensibilidad que manifiestan los animales a los cambios de temperatura, su sistema inmunológico puede verse alterado de tal forma que sea proclive al contagio del clásico resfriado durante la entrada al otoño.

Los profesionales de la clínica veterinaria Éboli explican que dicho resfriado suele ser somatizado por los perros con una traqueobronquitis infecciosa o comúnmente llamada “tos de la perrera”. Se trata, en palabras de los expertos, de “un síndrome respiratorio que afecta especialmente a perros que viven en grandes poblaciones junto a otros ejemplares como son el caso de los perros callejeros, las protectoras animales, los hospitales veterinarios, las peluquerías caninas, las tiendas de animales”.

Considerada como una enfermedad “altamente contagiosa” causada principalmente por la bacteria Bordetella bronchiseptica, los veterinarios detallan que se transmite mediante la tos, el estornudo o por el contacto indirecto de utensilios o ropa que haya sido infectada, indicando que las razas de perros más propensas a sufrir la tosa canina son las braquicéfalas, los cachorros y perros mayores ya que su sistema inmune es más débil y aquellos que padezcan patologías respiratorias o cardíacas previas.

EL PROCESO DE CONTAGIO Y SINTOMATOLOGÍA

Los expertos señalan que la exposición a la bacteria anteriormente mencionada da lugar a la “infección de las células epiteliales respiratorias”, es decir, a lo largo de la tráquea y los bronquios.

“Tras incubarse entre 3 y 5 días, aparecen los primeros síntomas del virus como la fiebre, el letargo, el aumento de secreciones de las mucosas procedentes de la nariz y los ojos, estornudos y una tos seca que puede llegar a provocar náuseas y vómitos”.

Con todo, los profesionales apuntan que dicha tos “suele aparecer tras un momento de excitación, ejercicio o cuando se presiona el cuello del animal mediante la fuerza que ejerce la correa sobre el collar”.

TRATAMIENTO Y RECOMENDACIONES

La realización de una analítica de sangre junto al cultivo de las secreciones y una serie de radiografías del tórax darán cuenta de la presencia de la bacteria que infecta el organismo del animal y su tipología además de comprobar si no ha provocado otras afecciones como la neumonía o el moquillo.

Una vez diagnosticada la tos canina, el proceso de recuperación pasa por limitar el ejercicio físico durante unos 10 días, evitando así situaciones de estrés o excitación que provoquen más tos junto a la administración de antibióticos en caso de que el estado del animal lo requiera.

Con todo, los profesionales recomiendan evitar los cambios bruscos de temperatura y el contacto con otros perros que ya estén enfermos, además de lavar más a menudo los juguetes, comederos y camas que utilicen.

En el caso de que la faringe esté irritada, los expertos aconsejan dar comida blanda al perro y recuerdan que no beba agua demasiado fría.

Finalmente, a la hora de pasear, los profesionales recomiendan usar el arnés para reducir la presión de la correa sobre el cuello y secarlo de mojarse si llueve o se le baña.

Esta información es meramente orientativa, en Animal’s Health, le recordamos que, ante cualquier duda, lo mejor es que lleve a su mascota al veterinario.

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