La importancia de la nutrición en las mascotas con cáncer

La alimentación siempre es importante para ayudar a una mascota enferma a mejorar, y puede ser un elemento de especial atención en los pacientes con cáncer y para aquellos animales que se recuperan de una cirugía o de una enfermedad debilitante. El cáncer y sus tratamientos pueden alterar la capacidad del cuerpo para tolerar ciertos alimentos o usar ciertos nutrientes, por ello, los propietarios suelen pensar en la nutrición como una buena medicina y pueden preguntar o incluso insistir en dietas o suplementos especiales para sus mascotas.

Si bien, según Cailin. R. Heinze, profesora de Veterinaria de la Universidad de Tufts, no existen evidencias de que un tipo de dieta esté vinculado al desarrollo de cáncer o que cambiar la dieta de una mascota a la que se le haya diagnosticado cáncer tenga algún beneficio. “Hay una gran cantidad de recomendaciones por ahí como bajar los carbohidratos, subir las proteínas… pero no hay datos reales. Hemos probado estas teorías en perros y no se demostró que aumentara la esperanza de vida”, asegura.

Sin embargo, los investigadores de la Universidad Estatal de Colorado afirman que la dieta puede ayudar a los perros con cáncer mientras reciben el tratamiento y se recuperan.

Durante la investigación, en algunos casos, encontraron que los alimentos que contienen cantidades relativamente bajas de carbohidratos simples, cantidades moderadas de proteínas de buena calidad y fibra soluble e insoluble, y cantidades moderadas de grasas podrían ayudar a reducir o eliminar algunos de los cambios metabólicos que ocurren con el cáncer.

UNA BUENA ALIMENTACIÓN ES ESENCIAL PARA COMBATIR EL CÁNCER

La capacidad de absorber nutrientes y mantener un peso saludable es esencial para combatir el cáncer de manera efectiva, así como para mantener la calidad de vida. Durante el tratamiento, los animales pueden experimentar caquexia por cáncer, especialmente si están en régimen de quimioterapia o radiación. Los cambios en el metabolismo relacionados con el cáncer pueden causar una disminución del apetito, lo que lleva a una respuesta reducida al tratamiento y una mayor probabilidad de efectos secundarios asociados con la quimioterapia, la radioterapia y la cirugía. El resultado puede ser un tiempo de vida más corto.

En este sentido, las recomendaciones nutricionales también pueden variar según el tipo de cáncer. Por ejemplo, si el cáncer se dirige a un órgano específico, como los riñones, una dieta terapéutica diseñada para la enfermedad renal puede ser la mejor opción. Para los perros que pueden tener una intolerancia a la grasa, los expertos aconsejan las dietas bajas en carbohidratos y altas en grasa, con precaución. Por otra parte, los perros con antecedentes de pancreatitis desaconsejan alimentarlos con una dieta baja en carbohidratos.