Un estudio llevado a cabo por la Companion Animal Parasite Council revela que el análisis de los perros domésticos afectados por la enfermedad de Lyme puede contribuir a establecer un mapa de prevalencia de esta afección zoonótica
La enfermedad de Lyme en perros, un indicador para la salud humana
Un estudio llevado a cabo por la Companion Animal Parasite Council revela que el análisis de los perros domésticos afectados por la enfermedad de Lyme puede contribuir a establecer un mapa de prevalencia de esta afección zoonótica
Javier López Villajos - 17-05-2019 - 15:15 H - min.
Una nueva investigación de la Companion Animal Parasite Council (Capc), organización que se dedica a concienciar sobre la amenaza que suponen los parásitos para las mascotas y sus dueños, revela que es posible trazar un mapa sobre la prevalencia de la enfermedad de Lyme en diferentes zonas de Estados Unidos mediante el contagio que sufren los perros ante la presencia de Borrelia burgdorferi, una bacteria que a su vez es la responsable de causar esta enfermedad zoonótica que transmiten las garrapatas.
“Este estudio muestra cómo los perros domésticos actúan como centinelas para alertar a sus dueños del riesgo de contraer la enfermedad de Lyme”, señala Christopher Carpenter, director ejecutivo de Capc, detallando que esta investigación abre nuevas vías para informar a residentes y turistas sobre las zonas que tienen una mayor probabilidad de estar afectadas por esta enfermedad y de esa forma tomar medidas al respecto.
Para llegar a esta conclusión, los expertos midieron cómo de asociadas estaban la seroprevalencia canina hacia la bacteria anteriormente mencionada y la incidencia de la enfermedad que ésta provoca en el ser humano. Dicha seroprevalencia canina fue calculada a partir de la proporción de perros que dan un resultado positivo a esta enfermedad con respecto al total de perros analizados en una misma zona. De esta forma, los investigadores determinaron que la incidencia de la enfermedad de Lyme en seres humanos aumenta a medida que también lo hace la seroprevalencia del perro.
“Dado que los perros son examinados anualmente para detectar la exposición al patógeno que causa la enfermedad de Lyme, pudimos estudiar más de 6 años de datos relativos a diagnósticos caninos de todo el país, lo que supone más de 4.000 millones de datos”, indica Michael Yabsley, profesor en la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Georgia.
Por otro lado, el riesgo epidemiológico de que el ser humano contraiga la enfermedad de Lyme es mayor puesto que convive en espacios donde interactúan los perros.
Así, los investigadores creen que es posible establecer un mapa sobre la prevalencia de esta afección, mediante la información que ofrecen los chequeos veterinarios, con el objetivo de evitar que el ser humano contraiga dicha enfermedad. “Al combinar un modelo estadístico con datos sobre el diagnóstico de la enfermedad de Lyme en perros, la veterinaria beneficia a la medicina humana”, sugiere Robert Lund, profesor especialista en climatología y en el mapeo de enfermedades animales en la Universidad de Clemson.
Esta propuesta también es útil puesto que la enfermedad de Lyme traspasa fronteras, por lo que esté mapeo permite controlar el avance de la afección. “A diferencia de la medicina humana, los veterinarios cuentan con los avances que ofrecen las pruebas y la vacunación contra la enfermedad de Lyme en perros”, apunta Karen Fling, responsable del Hospital Veterinario East Lake de Dallas, quien añade que, puesto que las enfermedades transmitidas por garrapatas cambian de forma constante, “el mapa sobre la prevalencia de la enfermedad de Lyme, que incluye actualizaciones mensuales, supone una herramienta eficaz para proteger tanto a las mascotas como a sus dueños”.