Una investigación ha aportado nuevos conocimientos sobre las neoplasias en cobayas y desvela que la prevalencia es mayor de lo que se pensaba
Hallan tumores en una de cada cinco cobayas
Una investigación ha aportado nuevos conocimientos sobre las neoplasias en cobayas y desvela que la prevalencia es mayor de lo que se pensaba
Redacción -
15-01-2025 - 14:39 H - min.
Aunque la neoplasia se considera una de las enfermedades más comunes en cobayas geriátricas, se ha investigado poco sobre la prevalencia tumoral de todos los sistemas orgánicos y sobre la información demográfica de los pacientes.
Un nuevo estudio de Christof Bertram y otros publicado en el Journal of Veterinary Diagnostic Investigation evaluó la frecuencia de diferentes tipos de tumores en cobayas agrupados por sistema orgánico, el potencial de metástasis y la predisposición de la edad y el sexo a desarrollar tumores.
Utilizando informes de autopsia recopilados retrospectivamente de tres institutos de patología de Alemania, Austria y EE.UU., se extrajeron datos sobre la edad en el momento de la muerte, el sexo, la presencia de neoplasia, el órgano afectado por la neoplasia y el tipo de tumor.
De un total de 2.474 cobayas sometidas a autopsia, se encontraron tumores en el 21% (508 casos), con tumores múltiples en 95 casos (2 tumores en 79 casos; 3 tumores en 11 casos; 4 tumores en 3 casos; 5 y 6 tumores en 1 caso cada uno).
Los linfomas o leucemias fueron el tipo de tumor más frecuente de cualquier sistema de órganos, sobre todo en los animales más jóvenes (la edad media fue de 51 meses, frente a 60 meses para los tumores no linfoides). Los ganglios linfáticos, el hígado y el bazo fueron los órganos más frecuentemente afectados.
Los tumores no linfoides se encontraban con mayor frecuencia en el tracto genital femenino, principalmente el útero; los pulmones; la piel, incluida la glándula mamaria; el sistema endocrino, principalmente la glándula tiroides; y el sistema alimentario, principalmente el tracto gastrointestinal.
La prevalencia de tumores fue especialmente baja en el sistema nervioso, el tracto genital masculino y los órganos sensoriales (como los ojos). Los tumores no linfoides se clasificaron como malignos en la mitad de los casos y se notificaron metástasis de tumores no linfoides malignos en el 19% de los tumores, lo que significa que sólo el 1,7% de toda la cohorte de estudio presentaba tumores no linfoides metastásicos.
La prevalencia de tumores aumentó del 1% en cobayas de menos de 0,5 años al 54% en animales de más de 5 años, con una edad media de muerte de 56 meses, y fue mayor en hembras intactas.
Anteriormente, se consideraba que la prevalencia de tumores en cobayas era baja, basándose en investigaciones sobre animales de laboratorio, que suelen ser más jóvenes. Sin embargo, este nuevo estudio detectó un tumor en una de cada cinco cobayas, cifra superior a la de los conejos de compañía estudiados en la misma institución.
Las principales limitaciones del estudio fueron que los diagnósticos tumorales se obtuvieron a partir de los informes de autopsia originales, ya que no fue posible reevaluar los tumores; los criterios diagnósticos para la clasificación de los tipos tumorales probablemente no coincidían entre distintos patólogos y a lo largo del tiempo; y no se disponía de información demográfica de algunos pacientes, por lo que se excluyó la raza como factor de riesgo.
“Se necesitan estudios futuros de tumores potencialmente agresivos para determinar los marcadores pronósticos y la eficacia de los distintos tratamientos, así como una evaluación más detallada de las características histológicas e inmunohistoquímicas del tumor para obtener más información sobre el impacto clínico de estas neoplasias”, remarcan.
La prevalencia de tumores en cobayas es mayor de lo que se pensaba, encontrándose tumores en el 21% de las cobayas, y aumenta con la edad. Los linfomas o leucemias fueron el tipo de tumor más común, afectando con mayor frecuencia a los ganglios linfáticos, el hígado y el bazo, mientras que los tumores no linfoides se encontraron sobre todo en el tracto genital femenino, los pulmones, la piel, el sistema endocrino y el tracto gastrointestinal.