Analizan qué dice la ciencia sobre la polémica de si es mejor dejar salir al gato al exterior o si es preferible que no salga de casa
Pros y contras de dejar salir al gato fuera de casa
Analizan qué dice la ciencia sobre la polémica de si es mejor dejar salir al gato al exterior o si es preferible que no salga de casa
Redacción -
02-05-2023 - 14:12 H - min.
El tema de si se debe mantener al gato exclusivamente en el interior o permitirle salir al exterior es un tema candente, con fuertes opiniones de ambos lados sobre cuál es el mejor estilo de vida para los felinos.
En general, no hay un punto de vista blanco o negro, correcto o incorrecto: todo depende de cada gato y de sus circunstancias. Sin embargo, cuando hay dudas sobre cómo abordar estos temas tan importantes, se buscan respuestas en la ciencia, tal y como señalan desde International Cat Care (iCatCare).
Por ello, Vicky Halls, responsable de gatos sin propietario de ICatCare, ha mantenido una entrevista con Rachel Foreman-Worsley, investigadora sobre bienestar felino, miembro del Panel de Bienestar Felino de iCatCare y coautora del estudio ‘A systematic review of social and environmental factors and their implications for indoor cat welfare’, para dilucidar los pros y contras de dejar salir al gato al exterior.
En primer lugar, aclaran que el estudio halló que la mayoría de los documentos incluidos en la revisión sistemática se referían a gatos en entornos diferentes al hogar de las mascotas. En este sentido, apunta que hasta ahora se han realizado muchos estudios en el entorno de los refugios.
“Esto es estupendo, ya que necesitamos asegurarnos de que los gatos en este entorno tienen buenos niveles de bienestar, sin embargo, hay diferencias importantes en comparación con un hogar doméstico”, recuerda Foreman-Worsley.
Así, desde el punto de vista de un gato, es probable que el entorno típico de un refugio sea un espacio relativamente pequeño, con menos variación en cuanto a los objetos disponibles. En este entorno puede haber varios cuidadores, aunque una interacción humana potencialmente limitada.
En un hogar, sin embargo, hay más espacio y variación de muebles y objetos domésticos, el entorno social suele ser más estable y las responsabilidades de cuidado serán asumidas por un número limitado de personas.
“Por lo tanto, los gatos en estos entornos diferentes pueden tener necesidades distintas debido a los diferentes niveles de estrés, lo que significa que algunas conclusiones de la investigación sobre refugios podrían no ser aplicables en el hogar, y otras conclusiones deben aplicarse con precaución ya que podríamos no encontrar los mismos resultados en un entorno diferente”, subraya.
La experta pone como ejemplo que los estudios sobre el impacto de proporcionar enriquecimiento, creando un escondite muestran que los gatos lo utilizan bien en un entorno de refugio, y tiene un efecto beneficioso en la reducción de los signos de estrés en comparación con los gatos a los que no se les proporciona este tipo de enriquecimiento.
En un hogar, la oportunidad de esconderse va a seguir siendo beneficiosa para los gatos, por lo que los resultados siguen siendo aplicables, aunque los propietarios pueden terminar viendo que la caja o casa para gatos es ignorada en favor de esconderse debajo de la cama.
“Se ha observado algo parecido con el enriquecimiento vertical: sabemos que a los gatos les gusta trepar y utilizan bien las estanterías de un refugio, pero en casa pueden preferir trepar por encima del armario, por lo que proporcionarles una ruta hacia arriba puede ser muy beneficioso”, analiza.
En cuanto a los que se sabe a partir de la ciencia sobre el bienestar de los gatos mantenidos exclusivamente en interiores, Foreman-Worsley afirma que, desgraciadamente, se sabe muy poco sobre este bienestar en concreto, y es muy difícil generalizar entre poblaciones.
“Conocemos los principales factores que pueden afectar al comportamiento y a las diferentes medidas de bienestar en un hogar exclusivamente de interior, y podemos aplicar este conocimiento a la gestión de casos individuales”, enfatiza.
Estos incluyen aspectos del entorno físico, como el enriquecimiento proporcionado y el número de habitaciones a las que tiene acceso un gato; características del propietario, como la edad, el sexo y el nivel de educación; el entorno social, como la frecuencia y duración de las interacciones diarias con los propietarios, otros animales del hogar y el tiempo que los gatos permanecen solos a lo largo del día; y características del gato, como el estado de esterilización o el sexo.
“Además, sabemos que los gatos mantenidos en un entorno exclusivamente de interior son más propensos a mostrar niveles más altos de comportamientos problemáticos declarados por el propietario que los gatos con acceso al exterior”, advierte.
La definición de conductas problemáticas varía según los estudios y puede incluir conductas consideradas problemáticas para el propietario, por ejemplo, desde arañar los muebles, que en los gatos es normal, hasta conductas que podrían ser indicativas de estrés o mala salud, como acicalarse en exceso o problemas de aseo.
La experta apunta que hay varias razones por las que podrían observarse estas diferencias, incluyendo los posibles riesgos para el bienestar de los gatos de interior y los cuidados inadecuados, o que los gatos de interior pueden pasar más tiempo cerca de sus propietarios, por lo que es más probable que se observen estos comportamientos, pero se necesitan más estudios para desentrañar estas razones.
En cuanto a si mantener el gato dentro de casa porque el propietario está preocupado por su seguridad en el exterior, recomienda que, en última instancia, esto debe considerarse caso por caso, ya que hay gatos que pueden adaptarse a un entorno de interior y otros que se estresarían mucho.
“A los propietarios que actualmente buscan un gato, les aconsejaría que lo buscaran en un centro de adopción. En ellos, el personal podrá aconsejar sobre los gatos que se adaptan mejor a un estilo de vida de interior que otros, teniendo en cuenta sus experiencias anteriores y lo bien que se desenvolvían como gatos de interior, además de otros factores como la edad, el temperamento, la salud, el sexo y la raza”, recomienda.
Aunque esto no garantiza que los gatos se adapten a un estilo de vida exclusivamente de interior, puede haber más posibilidades de éxito que si se compra un gato o un gatito con un temperamento desconocido.
La experta en bienestar felino remarca que, en el caso de los propietarios que ya lleven un estilo de vida exclusivamente de interior, si existen medios para ampliarlo a un jardín cerrado, hay indicios que sugieren que esto podría ser beneficioso.
“No ofrecerá la misma libertad de elección y control que el acceso total al exterior, pero el espacio adicional y la variación en el enriquecimiento podrían ser beneficiosos para el bienestar. Los gatos acostumbrados a salir libremente al exterior deben tener en cuenta que un jardín cerrado puede representar una restricción de su libertad, lo que puede tener consecuencias negativas”, apunta.
A continuación, comparte una serie de consejos clave para los titulares que mantienen a sus gatos exclusivamente dentro de casa. En primer lugar, hay que asegurarse de que el gato dispone de suficiente enriquecimiento para no aburrirse ni frustrarse.
“Los juguetes y los comederos rompecabezas se pueden rotar para ayudarles a mantener la novedad, y hay muchas ideas de bricolaje que se pueden encontrar en Internet para ayudar a reducir costes. Los rascadores pueden ser de distintos tamaños y formas, horizontales o verticales, de sisal o de cartón, y pueden ayudar a reducir los arañazos en los muebles de la casa”, subraya.
Asimismo, el propietario debe asegurarse de que su gato dispone de un lugar tranquilo al que pueda retirarse, lejos de los demás habitantes de la casa. Aunque el gato tenga una buena relación con los adultos, niños, gatos o perros de la casa, siempre es beneficioso que disponga de un espacio tranquilo donde esconderse.
“Los gatos que sólo viven en interiores deben estar esterilizados, llevar microchip y estar vacunados. Siempre existe la posibilidad de que los gatos se escapen de casa y, si no están familiarizados con el entorno exterior, es más probable que se pierdan; un microchip actualizado puede ayudar a reunir a gatos y propietarios”, enfatiza.
Otro consejo que aporta es que la esterilización es beneficiosa para la salud de los gatos de interior, y también puede reducir comportamientos como la agresividad o la pulverización. La esterilización también garantiza que, en un hogar con varios gatos, o si se escapan de casa, no corren el riesgo de quedarse embarazadas o dejar embarazadas a las hembras.
Por último, la experta recuerda que, si al propietario le preocupa el comportamiento de su gato, tiene que consultar a un veterinario, que podrá comprobar su estado de salud y remitirle a un especialista en comportamiento si es necesario.
La desparasitación de los gatos también es un aspecto a abordar en el debate sobre gatos indoor y outdoor. Y es que existen falsas creencias entorno a estos animales, como que, si no salen de casa no es necesario desparasitarlos, lo que puede tener consecuencias no solo para su salud, sino también para las personas con las que conviven.
Paz Martínez, directora de Marketing de Animales de Compañía de Vetoquinol, analizó este y otros temas recientemente en una entrevista para Animal’s Health. Así, la veterinaria recordó que todas las mascotas que tengan acceso al exterior deben tener un control más cuidadoso respecto a los parásitos y las vacunaciones.
Y es que en sus “excursiones” entran en contacto, normalmente con gatos ferales o animales de otras especies, debido a sus actividades de caza. Aunque esto favorece su bienestar, menoscaba su sanidad y la de la familia que convive con ellos, por lo que explicó cómo “la realización de una desparasitación interna y externa rigurosa y con la frecuencia adecuada es fundamental para preservar su salud y la de su familia”.
De esta manera, la frecuencia y el tipo de parásitos a los que hacen frente los gatos indoor frente a los outdoor es diferente. Así, en los gatos que viven en casa, la frecuencia recomendada será menor, pero Martínez señaló que es importante tener en cuenta dónde vive exactamente ese animal.
“No es igual un gato casero urbano de una gran ciudad que un gato casero de una zona más rural con gran población de ganado en ese entorno o un gato casero que vive en la costa con alto riesgo de pulgas”, incidió.
Por último, Martínez indicó que, teniendo en cuenta todos estos factores y en función de ese estilo de vida, el veterinario podrá determinar los parásitos de riesgo y la frecuencia adecuada.